Miedo al rechazo 5z52o

Radio claret américa presenta hablando del alma y sus tropiezos con la doctora blanca almeida una manera diferente de aprender del comportamiento y del quehacer humano con ustedes la doctora blanca almeida bueno pues te hace una semana empezamos a hablar sobre las heridas de la infancia la vez pasada platicamos el miedo al abandono y hoy vamos a hablar de otro tipo de miedo otro tipo de herida las heridas que tenemos nos van ocasionando miedos y podemos tener el miedo al rechazo ese miedo al rechazo nos puede ser dado desde la infancia y uno dice bueno es que la infancia es un periodo determinante efectivamente los seres humanos somos como esponjas nacemos digamos que hablando con un disco duro en blanco o un lienzo en blanco y es nuestro entorno lo que nos va sucediendo en la infancia que nos va explicando cómo funciona el mundo y el mundo pu puede ser un lugar seguro o inseguro puede ser un lugar donde somos amados puede ser un lugar donde somos rechazados a mí me gusta mucho leer y muchas veces pues en una lectura en un poema existen otros seres humanos que saben expresar y expresarse con palabras de una mejor manera y me gustaría con ustedes hoy compartir un poco para entender esto como los seres humanos somos esponjas existe un buen existió un gran poeta el máximo poeta estados unidos se llama walt whitman y walt whitman es de mil ochocientos diecinueve mil ochocientos noventa y dos él nos habla de diferentes aspectos del ser humano ano de la naturaleza de los niños de lo que pasaba en ese momento también en el mundo y en estados unidos pero me gustaria leer su poema con respecto a la niñez eras un niño que se lanzaba a la aventura todos los días y en el primer objeto que miraba y hace que miraba y aceptaba con asombro piedad amor o temor en ese objeto se convertía y es objeto se hacía parte de él durante el día o una parte del día o durante muchos años o a lo largo de siglos de años las primeras lilas se hacían parte de este niño las yerbas los corderos nacidos en marzo y los lechones y el potro de la yegua todo se hacía parte de él y los brotes de abril y de mayo se hacían parte suya los retoños del grano en invierno los del maíz amarillo iento y las raíces comestibles del huerto las manzanas todo se hacía parte de él sus mismos padres el que había impulsado la sustancia paterna durante la noche y lo había engendrado y la que lo concibió en su útero y le dio luz ellos dieron a este niño más que eso le dieron después cada uno de sus días y se hicieron parte suya la madre en casa poniendo plaza meramente los platos en la mesa para la cena la madre de palabras dulces el gorro el camisón limpio su persona y ropas exhalando un olor sano cuando pasaba el padre fuerte seguro viril mezquino colérico injusto el bofetón la palabra rápida y violenta el pacto estricto la persuasión astuta el tacto familiar el lenguaje la compañía los mu muebles el corazón anhelante y henchido el afecto que no será denegado la sensación de lo que es real la idea de cien definitiva todo será irreal las dudas diurnas y las nocturnas el cit extraño si lo que parece ser es así si no son más que destellos y manchas las olas que corren y voltean y las crestas que al chocarse rompen con rapidez todos es las cosas se hicieron parte de aquel niño