Metro 2034 Parte Epìlogo-Dmitri Glukhovsky (Audiolibro) 485v2

Epílogo homero suspiro y paso varias hojas apenas si le quedaba espacio en el cuaderno tan sólo unas pocas páginas que pondría por escrito y que tendría que sacrificar hacer con la mano al fuego para dar calor a sus dedos at heridos el viejo había pedido que lo trasladaron al puesto de guardia meridional allí con los ojos clavados en el túnel trabajaba mejor que en casa el abasto polca ya entre montones de periódicos muertos aunque elena se esforzaba por dejarlo en paz homero levantó la mirada el brigadier estaba sentado a partes de los otros centinelas en la frontera entre la luz y la oscuridad porque había elegido las devastó porque ella debía de haber algo especial en aquella estación john le había contado al viejo que se le había aparecido en la política pero me lo había llegado a entenderlo no se había tratado de una profecía sino de una advertencia las aguas que inundaban la turca ya fueron bajando a lo largo de una semana las gigantescas máquinas de la línea de circunvalación habían bombeando la que que tapa y homero se había presentado voluntario para unirse al primer equipo de exportadores que entraría en la estación la catástrofes había cobrado casi trescientos vidas o menos no sintió ninguna repugnancia mientras se les daba la vuelta a los cadáveres en realidad no sintió nada solo la buscaba ella busco sin cesar se detuvo un buen rato en el último lugar donde había visto hasta allá en aquel momento en el que había vacilando en vez de luchar para que le dejaran correr hacia ella para salvarla o morir a su lado un inacabable desfile de enfermos y sanos había pasado por su lado en dirección a la subasta polca ya hacerlo saludables túneles de la línea cachorro que ya el músico no había mentido la radiación curaba la enfermedad y quien sabe tal vez el músico no hubiera metido en nada tal vez la ciudad esmeralda existieran algún lugar y tan solo hubiera que encontrar la puerta tal vez el propio músicos se hubiera echado con frecuencia frente a esa puerta y no habría merecido que abrieran no podría saber ya una vez que las aguas bajarán pero arca no era la ciudad esmeralda la verdadera arca era la propia red de metro el último refugio quedaría protegido tanto a no ve cómo hacerlo y acá de las oscuras y turbulentas aguas tanto a los justos como a los indiferentes y los malvados una pareja de cada especie animal de todos los que tenían cuentas pendientes tanto acreedores como deudores eran demasiado eso estaba claro no podrían aparecer todos en la novela apenas y quedaban páginas libres en el cuaderno del viejo este último no era un arcade sino un barquito de papel no podría llevar a bordo a todos los hombres y mujeres pero aun así homero brillaba la esperanza de que con sus tímidos trazos había logrado plasmar algo de mucha importancia en aquellas páginas no sobre todos aquellos seres humanos sino sobre el ser humano pienso que el recuerdo de quienes nos han abandonado no desaparece jamás porque en nuestro mundo se ha tejido con los hechos y los pensamientos de otras personas y así cada uno de nosotros consta de innumerables piece citas que hemos heredado de millares de antepasados todos ellos dejaron su rastro una pequeña parte de su alma que llegaron a sus descendientes si se quería verlo bastaba con mirar bien también el barquito de homero hecho con pliegues en un papel con pensamientos y recuerdos navegar y sin fin por los océanos del tiempo hasta que alguien lo recogiera no contempla haría y comprendí ese que el ser humano había sido siempre igual y que permanecería fiel asimismo hasta el final del mundo el fuego celeste que en otro tiempo serie escondida en su pecho por nada contra el viento pero jamás se podría extinguir o miro había pagado su deuda cerró los ojos y serían una estación resplandeciente inundadas de secadora los millares de seres humanos se habían congregado sobre delante de una bestia en trajes elegantes de cuando era joven cuando aún no había pensado nadie llamarlo