Meditación y conferencia: "Dejar de reaccionar ante las escenas de la vida" , con Esperanza Santos 2l4z2u

Muy buenas, bienvenidas y bienvenidos a todos los que estáis aquí presentes y los que estáis más allá, no más allá del sol y de las estrellas, sino más allá de esta sala, que parece que estáis también aquí, cerca. Esta es la maravilla de la ciencia.

Y hoy vamos a tratar un tema para estar preparados ante las situaciones que nos vienen de repente.

¿Cómo responder en lugar de reaccionar? ¿Cómo tratar las cosas en lugar de saltar impetuosamente y en un momento dado perder los estribos o crear negatividad en nuestra mente? Porque todo eso nos contamina. Y cuando estamos ya afectados emocionalmente es muy difícil ir reparando o tenemos que invertir y dedicar mucho tiempo a ello.

Si ahora pusiésemos una película sobre una obra de teatro, sobre esto de novelas, ¿no? Que si uno discuto con uno, que si otro le aconseja al otro, hay momentos donde a lo mejor uno se reiría, otros momentos donde lloraría.

Porque desde fuera, uno viendo la escena como espectador, es más fácil de oír todas las cosas que les pasan a otros o simplemente decir esto es una película, esto es una obra.

¿Pero qué ocurre cuando esos dramas nos ocurren a nosotros? Cuando hay un malentendido, cuando hay una preocupación, cuando sientes que en un momento dado nadie te entiende. ¿O tú crees que nadie te entiende? Cuando te sientes injustamente tratado y ahí no te hace tanta gracia y ahí no te sientes tan bien. ¿Qué hacer en esos momentos? Tal y como están los que están aquí presentes, pero también los que estáis al otro lado, quizás una opción es observar también tu propia historia, tu propia escena como un espectador.

Desde la audiencia, como un observador, pero no te metas, no te absorbas en la historia.

Y una conciencia muy bonita es observador desapegado, observador imparcial, neutro, no quedándote ahí atrapado. Entonces vamos a empezar con un pequeño ejercicio que tiene que ver con una visualización. Simplemente pondremos una música suave durante unos minutos. Observa por un momento alguna escena de tu vida donde no te encuentres tan bien. Quizás algunas relaciones o por lo que estéis pasando. Obsérvalo como un espectador.

Si necesitas cerrar tus ojos, ciérralos.