Meditación y conferencia: “Comprenderme para ser feliz”, con María Moreno 426ks

Bienvenidas y bienvenidos a este comentario con una meditación.

Hoy el tema sobre el que vamos a reflexionar es comprenderme para ser feliz.

Primero que nada me gustaría comentaros una reflexión.

Y es que hablamos mucho de conocernos, de la importancia que tiene conocernos a nosotros mismos.

Y realmente es así, es fundamental.

Conocernos, conocer nuestras limitaciones, conocer también nuestras capacidades.

¿Para qué? Pues para no exceder nuestras limitaciones, no ir más allá de lo que podemos.

Tanto física como a otros niveles, como emocional, incluso mentalmente.

Y también para potenciar mis capacidades.

Si yo sé cuáles son mis capacidades, las puedo potenciar.

Y si conozco mis debilidades, las puedo transformar.

Es fundamental el conocerse a uno mismo, no lo niego.

Pero ¿por qué he elegido la palabra comprenderme en lugar de conocerme? Porque conocerme es más intelectual, es más desde la cabeza.

Y comprenderme va más allá.

Comprenderme es aceptarme y es empatizar conmigo misma.

Empatizar con mis debilidades y con mis fortalezas.

Empatizar incluso con mis limitaciones.

Es amarme a mí misma.

En otra palabra, porque empatía es amor, es hija del amor.

¿Y por qué esto es importante? Porque si yo me conozco y trato de mejorar, perfeccionarme, transformarme, pero no lo consigo, puedo sentirme mal, puedo sentirme culpable, puedo incluso castigarme a mí misma.

Quizás no físicamente, ¡oh, por supuesto! Pero sí, mentalmente, sentirme mal conmigo misma.

Fíjate, otra vez he vuelto a enfadarme, otra vez he vuelto...

No, empatizar.

Empatizar quiere decir aceptarme, pero con la idea de progresar.

Claro, no quedándome donde estoy, ¿no? Sino siempre adelante, siempre adelante, siempre adelante.

Pero por el camino del amor, por el camino de la empatía, por el camino de la comprensión y de la compasión conmigo misma también.

Así que, comprenderme.

Y hay una connotación de comprenderme, es como un abrazo, ¿no? Decirme, es que me conozco y me abrazo a mí misma.

A pesar de mis debilidades, porque deseo cambiar mis debilidades, pero me acepto, empatizo conmigo.

Y además hay un secreto ahí, y es que el amor hace que la transformación sea fácil y posible.

Si lo hago con dureza, la transformación es dura y me rebelo, y no lo conseguiré.

El amor es lo que transforma.

Así que, comprensión.

Pero me gustaría profundizar un poquito más en esto.

Porque, ¿qué es comprenderme? A mí misma, comprenderme es cuidarme.

Y si quiero crecer, me tengo que cuidar.

Cuidarme.

Eso es una ley de la naturaleza.

Si yo cuido una planta, esa planta crece sana y está contenta.

Esta planta que tengo aquí detrás, cuando la traje estaba enferma, tenía, no sé cómo se llama, es una enfermedad que hace que las hojas sean pegajosas.

Y pensé, uff, si ahora le tengo que poner insecticida.

Pero la he cuidado mucho.

Bueno, le he puesto, simplemente, agua, no mucha, dejándola un poquito, porque dicen que regar demasiado las plantas no es bueno.

La riego poco, pero cuando la riego le pongo un poquito, un poquito de fortaleza, un poquito de abono.

Y con ese cuidado se ha sanado sola.

No digo que siempre sea así, ¿no? Pero cuando ponemos amor y cuidado en la naturaleza, eso crece, crece sano.

Cuando cuidamos a un niño, no solamente físicamente, también emocionalmente, tratamos con amor.