Los espíritus del agua - J. C. González 1c4q3w

La luna deslumbrante asoma entre los árboles la oscuridad de la noche lo inunda todo y una tenue niebla comienza a aparecer adéntrate en el bosque busca el árbol viejo siéntate a su lado ponte cómodo cierra los ojos y escucha la historia que traen hasta ti las criaturas de la noche bienvenidos estos son los cuentos del bosque oscuro si te gusta lo que hacemos recuerda suscribirte es totalmente gratuito y estarás al tanto de la aparición de nuevos audios si lo que quieres es apoyarnos porque te gusta nuestro contenido puedes hacerlo como mecenas así por muy poco tendrás al contenido exclusivo para fans para ello ve a la página principal de nuestro podcast y pulsa en el botón apo hollar y recuerda darle a me gusta antes de que acabe el audio que no se te olvide quién sabe qué horribles pesadillas nos aguarda despues los espíritus del agua de jota gonzález llevaba lloviendo todo el día fernando se había pasado observando el cielo toda la mañana desde la ventana de la oficina con una mezcla de fascinación y desconfianza al atardecer ya se observaban los primeros riachuelos de agua sucia por las calles así que decidió marcharse a casa antes de que se formase el atasco monumental que se creaba la avenida cada vez que caían cuatro gotas había aparcado en el parking de siempre en la acera de enfrente de su trabajo al acercarse a la boca de aquel monstruo de las profundidades observó como el arroyo que poco a poco se había ido creando a este lado de la calzada se sumergía en los abismos llenos de columnas que conformaban el aparcamiento subterráneo y como él era un hombre de intuición algo le dijo que debía correr para sacar el coche de allí ya que en breve sería demasiado tarde wolfe estaba aparcado en el segundo sótano así que pasó la tarjeta del parking y se apresuró a bajar el primer sótano ya comenzaba a tener sus buenos cinco centímetros de agua por lo que aceleró el paso cuando llegó a la altura de su utilitario el agua alcanzaba ya en el segundo sótano cerca de treinta centímetros un sudor frío le recorrió la espalda tenía que salir de allí pronto la cosa parecía estar acelerándose se subió al coche que arrancó al tercer intento y se puso en marcha sin embargo al llegar a la rampa de subida se encontró con una riada enorme que bajaba por ella y con otro vehículo que había quedado