Escucha, luego existe: FREUD 3nv66

Bienvenidos a Escucha, Luego Existe, un podcast donde los alumnos de primero de Derecho y Filosofía, Política y Economía de la Universidad Pontificia Comillas se preguntan sobre la naturaleza del ser humano.

Bienvenidos y bienvenidas a Teoría de la naturaleza humana. Escucha, Luego Existe.

Antes de sumergirnos en el fascinante y, debo confesar, un poco inquietante mundo de la mente humana con Sigmund Freud, uno de los pensadores más influyentes, polémicos y, por qué no decirlo, controvertidos de la historia, déjenme presentarles al increíble equipo que hoy los guiará por este viaje alucinante.

Soy Alba Mora, fanática de la psicología, la literatura y las charlas profundas y Cerezo Anfritiana para explorar los rincones más oscuros de nuestra psique.

Junto a mí tenemos a Covadonga, nuestra filósofa apasionada, amante del arte y las grandes ideas, siempre lista para debatir con fuego y un toque de humor.

Luego está Rodrigo, el escéptico del grupo, experto en ciencia, cine y bromas ingeniosas que podrá en duda todo, pero con estilo. Y por último, pero no menos importante, Julio, el entusiasta incurable, fanático de la cultura pop, el humor y los misterios freudianos.

No se callará ni un segundo. ¿Están listos para explorar los rincones más oscuros y escondidos de nuestra psique? Porque créanme, esto puede ser un viaje alucinante o un poco perturbador.

Absolutamente, Alba. Pero, ¿de verdad estamos preparados para esto? Porque, según Freud, puede que ni siquiera sepamos lo que pasa por nuestras mentes. En este episodio vamos a sumergirnos en su teoría sobre la naturaleza humana, esa batalla épica entre los deseos inconscientes, los más salvajes y ocultos y las estrictas normas sociales que nos datan. También debatiremos su impacto monumental en la cultura, las críticas que recibió, y vaya si las tuvo, y si sus ideas siguen teniendo sentido en nuestro mundo hiperconectado de hoy.

Bueno, cobadonga, espero que Freud no nos esté escuchando desde el más allá, porque si no, seguro nos mandaría directo al diván por nuestra obsesión con él. Pero en serio, nos basamos en 13 teorías de la naturaleza humana de Leslie Stevenson, que analiza el pensamiento de Freud desde una perspectiva filosófica más amplia, dándole un contexto que nos hará pensar, y tal vez reír un poco. ¿Listos para este caos mental? Pues claro que sí, Rodrigo. Pero cuidado, que este caos mental podría ser más divertido de lo que imaginamos. Prepárense, oyentes, para un viaje por los rincores más oscuros, retorcidos y, sí, fascinantes de la mente humana. Agárrense que empezamos.

¡Perfecto, Julio! Y aquí va nuestra gran pregunta del día, que nos precisará como un sueño recurrente. ¿Somos dueños de nuestra mente o hay un Freud interno que nos manipula sin que lo sepamos? Vamos a debatirlo con todo.

Bueno, empecemos con el corazón de la revolución freudiana, su visión del ser humano. Freud nos dijo que no somos tan racionales ni conscientes de nuestras acciones como nos gustaría creer.

En el fondo estamos atrapados en una lucha interna épica entre tres partes fundamentales de nuestra mente, el ello, el yo y el superyo. ¿Qué les parece esta idea? ¿Es un drama psicológico o una genialidad? Me encanta esa imagen, cobadonga. Imagínense nuestra mente como un iceberg flotando en el océano de la existencia. La parte visible, arriba del agua, es el yo, esa voz racional que intenta manejar el día a día.

Negociar con el mundo real, pagar facturas y no gritarle al jefe. Pero debajo, en las profundidades oscuras, está el ello, como un monstruo primitivo gritando «¡Quiero placer ahora! ¡No me importa nada!». Y luego, como si no fuera suficiente caos, llega el superyo, que es como ese padre o madre interno sermoneándonos «No hagas eso, es inmoral, te arrepentirás».

Eso es, Rodrigo, eso es. Ahora déjame poner un ejemplo jugoso. Imagina que estás en una fiesta, ves un pastel gigante en la mesa y te mueres de ganas de comértelo. El ello es el que grita «cómetelo todo, ya, no pienses en la dieta ni en la gente que te mira ni en la dieta». Superyo, en cambio, en modo crítico, te dice «No, no, no, eso es glotonería, te harás sentir culpable, ganarás peso, que dirán los demás». Y ahí entra el yo, el pobre intentando negociar «Vale, solo una rebanada, pero pequeñita, y prometo hacer un ejercicio mañana».

Este drama interno explica por qué a veces hacemos cosas raras o nos sorprendemos de nuestras propias decisiones. ¿Quién no ha tenido un momento así? Me encanta, Julio, pero ¿no crees que Freud se pasó un poco de dramático con esto? Quiero saber, ¿realmente nuestro inconsciente nos controla tanto o será que nos gusta la idea de ser tan misteriosos y complejos como protagonistas de una novela de misterio? Porque a veces yo pienso que mis decisiones son más bien pragmáticas.

No, Alba, no es drama, es realidad. Freud no decía que todo sea caos, pero sí que gran parte de nosotros está oculta, como en el iceberg del que hablaba Rodrigo, y está operando en el inconsciente. El ello es instintivo, puro deseo y pulsión. El yo es el mediador, el que avancea estos deseos con la realidad y lo que debemos hacer. El superyo es nuestra consciencia moral.