Ep23x03:Hay que vivir como perros (Conversaciones de café) 4q3x2w

Para conocer mejor a nuestros compañeros peludetes ser de perros con los educadores caninos Pablo Navarro y Carlos Serradilla.

Entramos ya en tiempo perruno, es decir, los peludetes son los verdaderos protagonistas a partir de ahora de este espacio en el que lo único que se persigue, que no es poco, es conocerlos un poquito más, conocer conductas y necesidades para que la convivencia mutua sea lo más agradable posible.

Y para ello, ya saben, tenemos a nuestro de expertos, que son quienes nos marcan las pautas basadas en sus conocimientos, en sus experiencias del día a día en Argocan, que está ahí, a la vera del Embalse de Largos, y Comunicant en Tierras Valencianas, iba a decirlo en Valenciá.

Pablo Navarro, ¿qué tal, amigo? Hola, muy buenas, ¿qué tal? Carlos Serradilla, bienvenido.

Hola, buenos días, ¿qué tal? Oye, Carlos, ¿dónde está exactamente Comunicant? Si alguien precisa rendir visita al centro.

Vale, pues mira, Comunicant estamos en Cheste, ¿vale? Estamos en una urbanización que se llama La Valsilla y estamos entre Villa Marchante y Cheste.

Si alguien conoce la zona...

Bueno, estamos aquí más o menos en mitad del campo, pero vamos, tenemos un fácil y unas vistas inmejorables.

Perfecto.

Estupendo.

Doy fe.

Al igual que las vistas son fantásticas de Argocan, ¿eh? Como decíamos ahí, cerquita del Embalse de Largos.

Sí, como tú has dicho, tengo el Embalse de Largos justo debajo, así que, maravilloso.

Pues chicos, échase a las presentaciones, vamos a contar a los oyentes de qué venís a hablar esta semana, que seguro que va a ser muy interesante.

Pues fíjate qué mala es la confianza, o qué buena, Antonio, que ya ni me preguntáis, ni...

Nada de nada.

...le eches fuera de micro, sobre todo tú, que con Carlos sí que suelo hablar antes, pero fíjate que hoy tampoco tenemos así algo muy claro, le he dicho que iba a intentar sorprenderle un poco en directo, así que nada, voy a ello, si os parece.

Claro, por supuesto, venga, a ver, cuéntanos.

Bueno, pues la cosa es que Carlos y yo sí que hemos hablado de esto alguna vez, y es que los perros, como hemos hablado tú y yo, Carlos, de vez en cuando, tienen una forma de vivir, digamos, el día a día y la vida de una forma un tanto diferente a la nuestra.

Y, bueno, yo, leyendo un post bastante interesante de una cuenta de psicología, en este caso que se dedica a la psicología humana, he escuchado que una gran parte de los problemas psicológicos que tenemos los seres humanos es debido al lenguaje, a haber desarrollado un lenguaje tan complejo, articulado, etcétera, etcétera, que eso, al final, lo que acaba haciendo es que seamos capaces de estar rumiando sobre lo que pasa a futuro, sobre lo que va a pasar a futuro, sobre lo que ha ocurrido en el pasado, y todo eso no esté generando continuamente un malestar a nivel psicológico.

Y creo que tiene bastante sentido pensar, ¿no, Carlos?, que esas conversaciones que tenemos tú y yo sobre cómo viven en el presente los perros, pues podamos llegar a pensar que, efectivamente, ellos, en el día a día… No sé si la palabra es felicidad o que sean felices, pero sí que son mucho más conscientes de lo que está pasando en el día a día y viven totalmente la hora, ¿no? Y creo que es algo que les diferencia mucho del ser humano.

Yo creo que los perros, más que felicidad, lo que tienen es estabilidad, y esa estabilidad les da un equilibrio emocional, ¿vale? Los perros, siempre se ha dicho que mientras coman y beban, bueno, pues no van a tener problemas. Entonces, si eso se convierte en una rutina, o sea, en una estabilidad en que perros de casa saben que van a comer a ciertas horas, saben que tienen el agua disponible y tal, les dan una estabilidad emocional.

Pero, por otra parte, les guardamos un movimiento libre, ¿vale? Entonces, claro, aquí es donde empezamos a tener los problemas con los perros caseros, que tienen que adaptarse a un mundo humano que realmente lo hacen bastante bien y bastante rápido, pero claro, no es su mundo. Los perros que viven, los perros ferales, los perros que viven libres, lo que van a hacer es buscarse la vida, con lo cual van a tener algo que hacer, y a fin del cabo, es el día a día.

Si hoy aquí, en X sitio, no he podido encontrar de comer o de beber, pues me tendré que desplazar y moverme, con lo cual estoy haciendo algo, con lo cual tengo la mente ocupada, con lo cual me ejercito, con lo cual me estimulo, con lo cual sí que es verdad que ellos no pueden pensar si mañana podré comer o no. Voy a ver si puedo comer ahora, o si puedo comer la hora siguiente, ¿vale? Y si así va pasando los días, pues al final lo que tienen que hacer es que moverse.

Claro, y sobre todo no se quedan, por lo que nos pasa a nosotros, ¿no? Hablando consigo mismos, pensando, ostras, pues ese conejo que he perseguido antes, si hubiera hecho un requiebro izquierda en vez de a derecha seguramente lo hubiera cazado, ¿no? Es como que al final ellos, bueno, han tenido la oportunidad de perseguir un conejo, lo he cazado, vale, perfecto, me lo como o no me lo como.