¿El evitativo puede cambiar? Episodio 6 de 8... f3u47

Muy buenas tardes, Mujer Poderosa, Hombre Poderoso, ¿cómo estás? Que tengas una buena tarde. Comenzamos una nueva masterclass destinada al apego ansioso, al apego evitativo. Como ya sabes desde la semana pasada estamos dando respuesta a la pregunta de si un apego evitativo puede cambiar y estamos analizando distintos contextos. ¿Para qué? Para que el apego ansioso pueda tener claridad en este tema. Te recomiendo que te repases pues las anteriores masterclass. Vamos a por la masterclass número 6.

Gion, un fuerte abrazo. Bueno, Claude, un abrazo. ¿El apego evitativo puede cambiar? Evidentemente sí. Cualquier persona puede cambiar si toma la decisión de cambiar. Pero para que podamos cambiar nuestra capacidad de cambio, tiene que venir dada por nuestra capacidad de ser empáticos con el exterior y con el interior. Si yo soy empático y observo cómo mis acciones, mis palabras, lo que no digo, lo que no hago, repercute en el exterior, entonces puedo cambiar. Pero si a mí no me importa ni lo más mínimo lo que yo provoco en el exterior, pues evidentemente no voy a cambiar nada.

Hay muchos apegos evitativos que no son empáticos, que no han desarrollado la empatía y por lo tanto no pueden cambiar.

Entonces si a una persona no le importa lo que sientes, evidentemente no va a cambiar. Por otro lado, el tema de la empatía no solamente es empatía hacia afuera. Hay apegos evitativos que no pueden desarrollar la empatía hacia ti, que no les interesan tus emociones o que no pueden desarrollar la parte empática hacia lo que sientes, porque nunca han empatizado con su mundo interior. ¿Qué significa esto? Si tú estás con un apego evitativo que no te cuenta qué le incomoda, que no te cuenta lo que le duele, que no te cuenta lo que le hace daño de tus comportamientos, pues evidentemente no va a ser empático consigo mismo, consigo misma. ¿Por qué? Porque nunca se atreve a reconocer su dolor. Hay muchos apegos evitativos que nunca reconocen el dolor, lo que les duele, ante los demás.

Entonces eso significa que no tienen empatía hacia ellos mismos y que por lo tanto no la van a poder tener hacia ti mismo. También hay apegos evitativos que se quejan constantemente. Entonces podríamos caer en esta duda de bueno sí, pero sí que dice lo que le duele, sí que dice lo que le molesta. Una cosa es que nos quejemos y otra cosa es que nos quejemos y resolvamos. Eso significa ser empáticos. Quejarme no es ser empático.

Victimizarme no es ser empático. Ser empático conmigo mismo es quejarme de algo, reconocer que algo me duele y trabajar para cambiar eso que tanto me duele. Buscar una solución para cambiar eso que tanto me duele. Lo digo porque hay muchos apegos evitativos que se quejan, se quejan, se quejan, se quejan, se quejan, pero realmente nunca son empáticos con ellos mismos porque no se permiten el cambio.

Entonces en el rol de la víctima no hay responsabilidad, no hay empatía, sólo hay pues pobrecito de mí y ya está. Pero el pobrecito de mí no es la solución. Eso no es una empatía verdadera. Si yo realmente soy empático conmigo mismo y sé que tengo un problema aquí delante por resolver, lo resuelvo. Pero si me quejo, me quejo y nunca lo resuelvo pues no hay empatía hacia mí. Entonces este es el mensaje de hoy. Un apego evitativo puede cambiar, por supuesto que puede cambiar.