EDUCAR DESDE EL RESPETO. 46i42

Hay que respetar, hay que cuidar, hay que mantener, hay que disciplinar, hay que enseñar, hay que educar, hay que emocionar, hay que sentir a los niños, a los más pequeños, porque son el futuro de la humanidad, ¿no? Y si no lo contemplamos de esa manera, vamos muy equivocados, estamos errando.

A los niños, que son papeles secantes, hay que enseñarles de todas, todas, lo bueno y lo malo.

Y sobre todo, marcarles posiblemente un objetivo, que será el suyo o no, pero marcarles un poco cómo está la vida acondicionada y explicarles desde muy pequeñitos, que ya son personas más mayores, pero más bajitos, ¿no? Aunque no dejan de ser niños, ¿no? Arleth, muy buenas noches.

Muy buenas noches, Pedro.

Muy buenas noches, bienvenida.

Gracias.

Yo a lo mejor es que me han educado a la antigua, no lo sé, ¿eh? Pero yo creo que a los niños hay que tenerlos considerados como si fueran hombres bajitos o mujeres bajitas, ¿no? Que no son tontos, que enseñarles las cosas, que no hay que engañarles, ¿no? Porque al final eso va en contra del papá o de la mamá o del educador, porque eso se paga más tarde.

Tú eres educadora y además eres formadora de esos pequeños, ¿no? Sí, a ver, yo llevo 26 años en la educación y mi proyecto hacia los niños siempre, desde el primer año que empecé a trabajar, yo me daba cuenta que los niños se construían mucho a base de papel, de estar sentados, haciendo fichas.

Y yo presentía, incluso percibía, que no era la manera de aprender que tienen los niños.

Un niño, por su propia naturaleza, es muy investigador, tiene que tocar las cosas, tiene que saber de qué está hecho todo, ¿no? Entonces, a un niño no lo puedes sentar en una silla, presentarle un programa y decirle que tiene que hacer una serie de fichas para aprender, porque esa no es la forma de aprender de un niño.

Y eso es lo que se tiene que concienciar esta sociedad y este mundo, de que los niños no pueden aprender a partir de un programa.

Y me explico, ¿por qué no pueden aprender a partir de un programa? Porque los niños en sí no son estructuras limitadas.

Tú tienes que ofrecerle la vida con una cobertura en la que se pueda expresar desde su autenticidad y desde su naturaleza.

Y siempre respetando ritmos biológicos, ritmos cronológicos y no forzando las cosas.

Entonces, yo soy una maestra que me arriesgué mucho porque yo decidí escuchar a los niños, decidí dejarlos ser.

Y cuando se les deja ser, no quiere decir que se les deje de la mano libre, como diciendo, esta pasa de todo y no atiende a los niños.

El dejar ser es lo más complejo que hay.

Lo primero que tienes que tener es una resiliencia bastante acentuada, porque se necesita coraje, se necesita valor, porque es dejar entrar a la vida.

O sea, lo que estabas diciendo tú, lo bueno, lo malo.

Y voy a poner un ejemplo.

Se les enseña a los niños a ser aceptados, pero no se les enseña a ser rechazados, porque eso también entra en la vida.

Pues así con todas las cosas.

Y, como te comentaba al principio, un niño tiene que entrar en o con todo para experimentar de qué está hecho.

Entonces, mi labor ha sido el escuchar siempre sus historias, sus intereses.

Y a partir de ahí, es como que estás escuchando su potencial.

El escuchar su potencial, que es único en todos los niños, no puedes poner un patrón para todos y el mismo patrón para todos.

Porque eso, y me atrevo a decirlo, es violencia.

Es violencia porque no se les deja a los niños expresar desde donde realmente son.

Y están pasando desapercibidos todos sus potenciales porque nosotros queremos sujetarles a un formato, a un programa o a un sistema.

Y lo de la violencia...