
Descripción de El eclipse - Augusto Monterroso 4v6d2g
«El eclipse» es un microrrelato de Augusto Monterroso, uno de los muchos que tiene este maestro en el género. Augusto Monterroso Bonilla (1921-2003) es la máxima figura hispánica del género más breve de la literatura, el microrrelato, y una de las personalidades más entrañables, no sólo por su modestia y sencillez, sino también por su excepcional inteligencia y su exquisita ironía. Autodidacta por excelencia, abandonó sus estudios tempranamente, para dedicarse por completo a la lectura de los clásicos, que amó con pasión, como a Cervantes, cuyo influjo es evidente en su obra. Guatemalteco de adopción y centroamericano por vocación, dedicó una buena parte de su vida a luchar contra la dictadura de su país, antes de darse a conocer internacionalmente con el cuento «El dinosaurio», que, se dice, es el más breve de la literatura en español. Maestro de fábulas, aforismos y palindromías, su papel docente fue de capital importancia en la formación de los más conocidos escritores hispanoamericanos, y de otras latitudes. En el caso del eclipse, además, Monterroso usa la ironía para subvertir la posición de los vencedores y los vencidos en la historia de América. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/1131024 k5mn
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La luna deslumbrante asoma entre los árboles la oscuridad de la noche lo inunda todo y una tenue niebla comienza a aparecer adéntrate en el bosque busca el árbol viejo siéntate a su lado ponte cómodo cierra los ojos y escucha la historia que traen hasta ti las criaturas de la noche bienvenidos estos son los cuentos del bosque oscuro si te gusta lo que hacemos recuerda suscribirte es totalmente gratuito y estarás al tanto de la aparición de nuevos audios y recuerda darle a me gusta antes de que acabe el audio que no se te olvide quién sabe qué horribles pesadillas nos aguarda despues el eclipse de augusto monterroso cuando fray bartolomé arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo la selva poderosa de guatemala lo había apresado implacable y definitiva ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte quiso morir allí sin ninguna esperanza aislado con el pensamiento fijo en la españa distante el convento de los abrojos donde carlos quinto con descendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo de su labor redentora al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar un altar que bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría al fin de sus temores de su destino de sí mismo tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas inventó algo dijo algunas palabras que fueron comprendidas entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de aristóteles recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol y dispuso en lo más íntimo valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida no me matéis les dijo pudo hacer que el sol se oscurece su altura los indígenas lo miraron fijamente y bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos vio que se produjo un pequeño consejo y esperó confiado no sin cierto desdén dos horas después el corazón de fray bartolomé arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre una piedra de los sacrificios brillante bajo la luz opaca de un sol eclipsado mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz sin prisa una por una
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