E672 ¿Tienes hijos? Las peleas deben ser como las relaciones sexuales 486c6b

Imagina esto, un hogar cálido, lleno de risas, de momentos tranquilos al final de un largo día.

Pero en medio de esa tranquilidad a veces surge una tormenta, las discusiones, las palabras duras, las emociones desbordadas, y entonces, en medio del caos, ves a tus hijos, con sus ojos grandes, absorbiendo cada palabra, cada gesto. ¿Te has detenido alguna vez a pensar en cómo esas peleas pueden estar moldeando su mundo emocional? Hoy vamos a hablar de algo que muchas veces evitamos. Cómo los conflictos de pareja no sólo impactan nuestra relación, sino también el bienestar presente y futuro de nuestros hijos.

Vamos a explorar, con base en investigaciones científicas, por qué las peleas no deberían ser un espectáculo, y cómo, al igual que la intimidad en pareja, deben ser manejadas con respeto y, por supuesto, mucha privacidad. Te invito a acompañarme en este recorrido donde compartiré consejos prácticos basados en estudios recientes para mejorar la comunicación, fortalecer la conexión emocional y promover un ambiente de bienestar mutuo.

Este episodio no sólo busca ofrecer soluciones, sino también despertar a una reflexión profunda sobre cómo nuestra manera de enfrentarnos a los desafíos diarios puede hacer toda la diferencia. Así que, si alguna vez te has preguntado cómo manejar las discusiones sin que afecte a tus hijos o cómo crear un hogar más armonioso, quédate conmigo porque es precisamente de lo que hablaremos el día de hoy.

Yo soy Rogelio Castellanos y esto es Sexo, Amor y Pareja, donde tenemos conversaciones honestas, abiertas, pero sobre todo explícitas acerca del amor, las relaciones de pareja y el placer sexual. Recuerda seguirme en las redes sociales, me puedes encontrar como Psicólogo RC en Facebook, Instagram y Twitter. También recuerda suscribirte al podcast, darle me gusta y compartirlo, que para mí es de gran ayuda. Muy buenos días a todos. Feliz martes, martes 6 de mayo del año 2025. Adivinen quién cumple año el mes que viene de nuevo. Wow, este año y pasado volando.

Su servidor, por si no lo saben, 26 de junio se aceptan regalos. Si tienen un deseo incontrolable, irrefrenable de escribirme y desearme feliz cumpleaños, por favor no se contengan. Todavía falta más de un mes, pero bueno, para que lo tengan en cuenta. Hoy tenemos un episodio vital, importante y que lo que busca es realizar una toma de conciencia, un acercamiento hacia ciertos aspectos, ciertos comportamientos que a veces no son los adecuados. Y la analogía que puse fue, o sea, o lo quise hacer.

Tienes hijos, las peleas deben ser como las relaciones sexuales. ¿A qué me refiero? A en privado. Tú, salvo que quieras tener un juego de bollerismo y buscarte a alguien para que te vea, tú tienes sexo en privado, ¿verdad? Y si ese fuera el caso, no vas a buscar a tus hijos, obviamente. Eso está de cajón, eso está tácito. Entonces, tu vida íntima sexual es tuya y de tu pareja, de ustedes. Bueno, exactamente deberían ser las peleas, deberían ser de ustedes, no de sus hijos.

Sus hijos no tienen por qué estar expuestos a verlos discutiendo, verlos peleando, verlos insultándose, gritándose, tirarse cosas y nada de eso. Pero tampoco tienen que estar expuestos a un clima tenso. Ah, bueno, te sirvo el café, te lo llevo a la mesa, pero no te hablo. Te sirvo el desayuno, pero no te hablo. Nos acostamos juntos, pero espalda con espalda, culo con culo y no nos damos las buenas noches, no nos damos un besito de buenas noches, no nos decimos absolutamente nada.

Ustedes creen, honestamente hablando, que un niño, por muy pequeño que sea y por muy inocente que sea, no se va a dar cuenta. No entenderá exactamente lo que sucede, no tendrá el lenguaje para elaborarlo correctamente, no tendrá la percepción correcta de por qué está pasando lo que está pasando. Pero les puedo asegurar con toda certeza, sin miedo a equivocarme, que ese niño está percibiendo, sintiendo cómo está el clima entre papá y mamá.