El crimen real que obsesionó a Truman Capote | A sangre fría 21174y

El 15 de noviembre de 1959 hallaron muertos de una forma brutal y muy extraña a cuatro
de una querida familia en su casa en un pequeño pueblo de Kansas.
El escritor y periodista Truman Capote se enteró de la noticia viviendo en Nueva York y, al
igual que otros muchos norteamericanos, quedó impactado por el horrible crimen.
Un caso raro que aún no tenía pista alguna sobre los asesinos.
Truman cogió sus bártulos y se fue a Holcomb, Kansas, a investigar el sangriento crimen
con la idea de realizar un reportaje para The New Yorker, donde trabajaba.
Lo que no sabía es que eso sería el mayor acierto, pero también el mayor error de su vida.
Yo soy Noelia.
Yo soy Axel.
Y esto es Casa Drohan.
Truman estaba en su casa de Nueva York, ciudad cosmopolita en la que encajaba la perfección,
cuando se enteró del crimen.
Nada más leer la noticia en el periódico, decidió investigar sobre el tema para hacer
un artículo en el periódico donde trabajaba.
Se desplazó hasta el lugar para hablar con los vecinos y habitantes de la zona.
Sin embargo, Capote en ese momento no sabía que aquella historia le atraparía tanto que
terminaría trabajando seis años de su vida en ella y escribiendo una novela sobre el asunto.
Capote era una persona extravagante y su actitud no encajaba bien con la gente del pueblo,
más tradicional.
Además, su condición de homosexual, que siempre llevó de forma abierta, era un choque
para esa sociedad tan religiosa.
Así que acudió con su amiga y escritora Harper Lee.
Fue ella quien le ayudó a recopilar folios y folios de información que luego Truman
tuvo que digerir.
Pero, como todo en esta horrible historia, se truncó.
Y es que la implicación de Harper en la novela ha dado mucho de qué hablar, pues llegó a
afectar a su amistad.
Aunque ese es otro tema que puedes escuchar en otro de nuestros episodios, dedicado a
cómo se conocieron y qué pasó entre Truman Capote y Harper Lee, dos escritores de éxito
que salieron de un diminuto pueblo de las entrañas más profundas de Estados Unidos.
Te dejamos el episodio en la descripción.
Tener a su amiga de la infancia al lado le dio seguridad, así que se pasaban el día
conversando con amigos, vecinos y todo aquel que pudiera ser de interés.
Truman decía que, para que confiaran más en él, no tomaba apuntes, algo que habría
puesto nervioso al interlocutor.
Según él, podía recordar más del 90% de la conversación y transcribirla por las noches.
Pronto se dio cuenta que había demasiada información en esa historia y no podía quedarse
en un simple artículo.
Los primeros esbozos que surgieron en su mente en relación con crear una novela se los comentó
por carta a algunos editores y amigos íntimos.
Capote tenía claro que no podía ser una crónica como la que escribiría para un periódico,
ni tampoco una novela de ficción, por lo que inventó su propio género, o al menos
así lo han entendido muchos a lo largo de los años.
Él lo denominó novela no novelada, aunque hoy ha pasado a denominarse no ficción.
Mezcló toda la información real, de hecho, aunque su cabeza era privilegiada en cuanto
a la memoria, como ya hemos dicho antes, prefirió comprar las transcripciones del juicio para
estar seguro de que la información era verídica, con licencias creativas, sobre todo para darle
forma a los diálogos de los personajes.
Los primeros meses estuvo más ligado emocionalmente a la familia, víctima de un cruel asesinato
a sangre fría, como sería el título de la novela.
Pero con el paso de los meses, sus ideas se fueron transformando.
De hecho, se llegó a pensar que haría un libro a favor de los asesinos.
Pero ¿por qué haría algo así?