¿Cómo pasamos de ser animales a humanos? 52p3e

Bienvenidos a una nueva edición de Pedazos de Historia, donde vamos a hablar de energía. Puede resultar sorprendente que en un programa dedicado a la divulgación histórica hablemos de la energía, pero es que lo realmente sorprendente es que podamos divulgar la historia sin hacer referencia al uso de la energía. La energía, ese recurso natural que permite transformar una naturaleza dinámica, porque la naturaleza cambia y el combustible que mueven esos cambios es la energía, y sobre todo una energía consumida por los seres vivos, de partida para una de las necesidades básicas que es la alimentación.

Pero hemos tenido ocasión de recorrer hoy, a través del uso de la energía en la historia por los seres humanos, como más allá de esa función primordial de la supervivencia a través de la alimentación, la energía es absolutamente necesaria en el propio desarrollo de los seres humanos. Es más, adelantamos un titular, somos seres humanos porque consumimos mucha energía, que no solamente es la de la supervivencia. Y vamos a hacer este programa de la mano de un gran divulgador del mundo de la energía, amigo de esta casa de Biwan, porque aquellos que sigan ustedes en los programas que hace Manuel Llamas, en donde habla más de cuestiones económicas, nuestro invitado de hoy Manuel Fernández Ordóñez, ya ha participado en ellos.

Pero hoy vamos a sacarle no tanto el aporte, la visión, desde el punto de vista de la relación entre la energía y la economía, que también se da en la historia, sino que queremos que nos explique por qué la energía es fundamental para entender la historia. Manuel Fernández Ordóñez es doctor en física nuclear, que sin duda es uno de esos doctorados en los que uno piensa que está al lado de un sabio, porque no debe haber mucha gente en este mundo que sepa de física nuclear, pero sobre todo se ha dedicado en los últimos años, a través de sus publicaciones y de sus colaboraciones en numerosos programas de radio, podcast y demás, en hacernos entender el valor de esa necesidad de producir energía, de consumir energía.

Pues bien, Manuel, bienvenido a Pedazos de Historia. Muchísimas gracias, Don Garín. Y la pregunta inicial es, ese titular que yo he lanzado, los seres humanos somos más humanos porque nos dedicamos a consumir una energía que no solamente nos sirve para alimentarnos? Si no fuera así seríamos un animal como el resto de animales en el reino animal que pueblan la tierra. Lo que nos hace diferentes, entre otras cosas, es precisamente la habilidad que los seres humanos han ido elaborando a lo largo de la historia para ser capaces de utilizar fuentes de energía exógenas a su propio cuerpo. Si no fuera así, simplemente estaríamos al albor de las incremencias de la naturaleza, como el resto de los animales, que como decía, pueblan a la faz de la tierra.

Pasaríamos frío en invierno, calor en verano, seríamos nómadas buscando comida, con lo cual no podríamos haber incrementado las densidades de población a lo largo de la historia. No existirían las ciudades, no existirían las civilizaciones, no existirían las sociedades, no existiría absolutamente nada y seríamos un animal más como el lobo, el perro, el oso o el elefante. Lo que nos hace humanos es nuestra habilidad de haber sabido utilizar fuentes de energía exógenas.

Pero esto quiere decir, y aquí no vamos a meter una polémica casi política o ideológica, eso quiere decir que aquellos que en nuestro mundo contemporáneo abogan por el decrecimiento y la reducción de los consumos de energía y demás, ¿quieren reducirnos a nuestra faceta más animal? El decrecimiento es una corriente ideológica que lo que aboga es por decir que el ser humano ha llegado a un nivel de consumo energético que ya pasa a lo racional y llega al derroche.

Yo creo que se equivocan porque cuando uno analiza la historia de la humanidad y uno ve la influencia del consumo energético en el crecimiento y en el progreso de las sociedades y en el bienestar de los seres humanos, es una correlación y una causalidad, no solo correlación, que es muy evidente. No existen países en el mundo que sean ricos porque hayan consumido poca energía.

Eso no existe. Los países son ricos porque previamente han consumido mucha energía. Porque consumir mucha energía implica muchas cosas de las que luego iremos hablando a lo largo de esta charla que vamos a tener, pero implica que hemos sido capaces de desarrollar máquinas que trabajan por nosotros, cuando las máquinas trabajan por nosotros.