La ruta de la seda, con Eva Tobalina e1h58

Bienvenidos a una nueva edición de Pedazos de Historia, donde hoy contamos con el inmenso placer de tener aquí con nosotros a Eva Tobalina, doctora en historia, especialista en historia antigua y que acaba de publicar su último libro, Los caminos de la seda, publicado por la Esfera de los Libros, posiblemente, y aquí pongo la mano en el fuego, el mejor libro de historia que ustedes van a poder encontrar, no en este año, sino en décadas, de modo que si han pensado que es el momento empezar a leer libros de historia, lo tienen fácil, comiencen por Los caminos de la seda de Eva Tobalina. Eva, gracias por estar con nosotros en Pedazos de Historia. Pues muchas gracias a ti, Alberto, por esta presentación tan extraordinaria y el placer, desde nuevo, es completamente mío.

Bien, vamos a ponértelo fácil, ¿por qué Los caminos de la seda? La mayor parte de la gente que ha escuchado alguna vez hablar de la ruta de la seda estarían pensando en sólo una ruta, la de Marco Polo. ¿Hay más de una? Sí, quise poner este título precisamente porque quería que ya el título de la obra empezara a desmontar uno de los mitos que hay alrededor de la ruta de la seda.

El libro trata sobre la ruta de la seda y yo quería dejar muy claro que la ruta de la seda no es una única ruta, sino que es un conjunto de caminos, un conjunto de caminos que no sólo son terrestres, como nosotros podríamos imaginar, sino que también son marítimos y que estos segundos tienen un peso tremendo y quería que, pues ya leer el título simplemente pensando en él, pues empezar, como decía, a desmontar ese mito y que a la gente le quedara muy claro que cuando hablamos de la ruta de la seda estamos hablando de distintos tipos de caminos, distintos tipos de vías que conectaban Oriente con Occidente.

Bien, esto es una de las ideas clave porque ¿qué es al final la ruta de la seda? En realidad la seda digamos que es una excusa que podemos tener en mente sobre qué es lo que se intercambia porque lo que analizas es el eje comercial fundamental en la historia de la humanidad que une China con Occidente.

Claro, no es un camino único como acabas de explicar, es un camino con muchos ramales, un camino que por tanto articula hasta el descubrimiento de América, en realidad todo el viejo mundo, y que va a generar rutas alternativas, rutas de la seda alternativas, rutas entre China y Occidente una vez que se descubra el viejo mundo. Entonces, si hay algo magistral en tu trabajo es que eres capaz de demostrar cómo ese camino comercial, esa vía comercial que une China y Occidente, esos caminos, porque como acabas de decir son varios, son fundamentales para entender esa historia de la humanidad, de la humanidad.

Sí, una de las cosas que uno piensa cuando se acerca a la ruta de la seda que es como Santillana del Mar, el pueblo de las tres mentiras, que ni es una, ni era de la seda, ni era solo terrestre. Una de las cosas que uno piensa es que todo lo que tiene que ver con la ruta de la seda se restringe estrictamente al ámbito mercantil y al ámbito del comercio de mercancías de lujo como seda, porcelana y especias.

Y a mí lo que me parece más bonito en realidad de los caminos de la seda es que no se trata solo de intercambiar mercancías sino que eran las venas que conectaban Oriente y Occidente y a través de esas venas no solo pasaban productos, también pasaban ideas, también pasaban creencias, también pasaban corrientes artísticas y estos eran los vínculos que nos unían y a través de esos vínculos también pasaba la curiosidad por saber del otro, los embajadores que pusieron en o Oriente con Occidente, de tal manera que los caminos que conectan Europa con Asia son también los que nos cuentan la historia de nuestra propia civilización.

Bien, esto creo que no me cansaría de insistirlo a lo largo de la entrevista, es fundamental porque vamos más allá del relato tradicional, insisto, de la ruta de la seda como esa ruta terrestre que hace Marco Polo y demás, porque en realidad es un camino de comercio que se abrió muchísimos siglos antes de Marco Polo.

Exacto, sí, normalmente una de las cosas que yo también comento en el libro es que no tiene mucho sentido ponerle puertas al campo, si estamos hablando de los lazos que conectan Oriente con Occidente, si estamos hablando del intercambio de mercancías entre Asia y Europa, ese intercambio de mercancías ha existido desde el Neoliberalismo.