Comienzo de la Pasión 4f5w2w

Bueno, el Señor les bendiga a todos. Espero que estemos bendecidos y expectantes de todo lo que el Señor quiera hablar en esta mañana.

Recordemos que hoy se celebra el día glorioso de la entrada triunfal de Cristo a Jerusalén. Y ya hemos leído Lucas, este relato de la entrada triunfal está en los cuatro evangelios, pero no vamos a leer los cuatro relatos, pero sí quisiera leer Mateo 21, capítulo 21 a partir del versículo 1. Dice así la palabra del Señor.

Cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte de los olivos, Jesús entonces envió a dos discípulos diciéndoles, vayan a la aldea que está enfrente de ustedes y enseguida encontrarán un asna atada y un pollino con ella, desátenla y tráiganlos a mí. Y si alguien les dice algo, digan, el Señor los necesita y enseguida los enviará. Esto sucedió para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta cuando dijo, digan a la hija de Sion, mira tu rey viene a ti, humilde y montado en un asna y en un pollino hijo de bestia de carga.

Entonces fueron los discípulos e hicieron tal como Jesús les había mandado y trajeron el asna y el pollino, pusieron sobre ellos sus mantos y Jesús se sentó encima. La mayoría de la multitud tendió sus mantos en el camino, otros cortaban ramas con los árboles y las tendían por el camino y las multitudes que iban delante de él y los que iban detrás gritaban, Hosanna al hijo de David, bendito aquel que viene en el nombre del Señor, Hosanna en las alturas. Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se agitó y decía, ¿quién es este? Y las multitudes contestaban, este es el profeta Jesús de Nazaret de Galilea. Padre, en esta mañana te presento esta palabra, Señor, que va a ser compartida, que va a ser proclamada.

Yo te ruego, Señor, que tú abras nuestros oídos y abras nuestros corazones para recibir tu palabra más allá de nuestras mentes, Señor. Que no se quede en un conocimiento intelectual, sino que realmente se transforme en vida dentro de nosotros, Señor.

Gracias te doy, Señor, porque, Señor, tú escoges vasos de barro, vasos frágiles para proclamar tu bendita palabra, Señor. Padre amado, te doy gracias, Señor. Te pido que en esta mañana esta palabra produzca el fruto para la cual tú la envías. En el nombre precioso de Jesús de Nazaret, amén. Hermanos, el título completo de este mensaje lo he titulado Comienzo de la pasión, la entrada triunfal a Jerusalén, porque bueno, la entrada triunfal a Jerusalén es el comienzo de la semana de la pasión. Es ahí donde se puede decir que comienza la pasión de Cristo. Pero también he subtitulado, entre paréntesis, falsas expectativas con respecto al Mesías, y ya veremos por qué.

Los judíos tenían falsas expectativas con respecto al Mesías.

Pero cuando yo preparaba este mensaje recordé una historia que me gustaría compartir a modo de ilustración. Una historia basada en una realidad, una historia real que ocurrió en 1956. Un niño le preguntó a su padre, papá, si los huauroni os atacan, ¿usaréis las armas para defenderos? Su padre le contestó, mirándole a los ojos calmadamente, le dijo, hijo, no podemos disparar a los huauroni porque no están preparados para el cielo. Nosotros sí. Estas memorables palabras que han pasado a la historia fueron dichas por Nate Sainz, que es un judío.