Comentario XXIII. Las Guardias Viejas de Castilla. 5r2o56

Comentarios de un centurión hispano, bienvenidos a la tienda de este micastro en la cual me vais a acompañar a escribir mis comentarios sobre historia militar y donde disfrutaremos escuchando las más heroicas hazañas de personajes de nuestro imperio y los episodios más gloriosos de éste.

Tomad asiento, servíos una buena copa de lo que gustéis porque comenzamos.

La guerra de Granada con la victoria en la cual se daba fin al proceso de la reconquista sirvió también para marcar el inicio del cambio en la forma de hacer la guerra. El concepto de guerra medieval empezaba a verse superado por una nueva forma de organización bélica que dio lugar a lo que se ha llamado la revolución militar moderna. Conjuntamente esta guerra también abrió los ojos a los reyes católicos, grandes vencedores de la misma, ya que vieron que si querían mantenerse fuertes en la monarquía, en su papel de reyes, no podían depender tanto de los ejércitos privados de los nobles.

Y es así como partiendo de la base de sus tropas reales se van a crear las guardias viejas de Castilla a través de una ordenanza fechada el 2 de mayo de 1493. Este proceso de transformación no iba a ser de un día para otro, pero sí que podemos marcar el inicio en la dicha guerra de Granada. Continuará con esta y otras ordenanzas hasta llegar a los terrenos de batalla de Italia, donde se batieron España y Francia y donde el gran capitán acabó por revolucionar la guerra, sembrando la simiente de lo que iban a ser los tercios españoles que durante dos siglos iban a dominar los campos de batalla de Europa y del mundo conocido.

Para entender bien esta transformación recomendamos fehacientemente el libro La revolución militar moderna, el crisol español, del historiador francés pero especializado en los movimientos militares de la época, especialmente en los tercios, René Cuatrefagas. Este libro, cuya edición de 1996 editó nuestro propio Ministerio de Defensa, es altamente recomendable para entender este proceso y ver cómo se fue pasando de unas tropas en la cual los nobles aportaban la mayoría de soldados, como en el proceso que vamos a ver los reyes empiezan a tomar más protagonismo y acaba derivando en los ya esmentados famosos tercios españoles.

Como hemos dicho, el origen de las guardias viejas de Castilla hay que buscarlo en las guardias reales. Estas, en la guerra de Granada, acompañaron a los reyes católicos Fernando e Isabel y, como no podía ser de otra forma, estaban reclutados y pagados por el propio poder real. Hay que volver a señalar este punto muy importante porque durante varias fases de la reconquista esta recayó principalmente en señores, podemos llamarlos de la guerra, cuyo gran ejemplo fue el Cí, que acababan por constituir sus propias mesnadas y cuyos ejércitos podían rivalizar con el propio levantado por el rey.

Los reyes católicos, sin entrar en lo costoso que fue para ambos llegar al poder, especialmente para Isabel, sabían que la base de éste tenía que ser la fuerza militar y, de cara a la guerra de Granada, fueron aumentando ésta, como queda claro en los números que se aportan durante la conquista de este último reino musulmán de la península.

Las otras tropas eran aportadas, como hemos dicho, por los grandes señores nobles, pero también las famosas milicias contejiles de los distintos ayuntamientos o pueblos de la época, aparte de las fuerzas que aún podían aportar cada vez menos los estamentos religiosos, aunque con la excepción de aquellos que se comportaban como auténticos señores de la guerra.