China asegura estar preparada para cualquier tipo de guerra 64r4d

Bienvenidos, soy Manuel Llamas, director del Instituto Juan de Mariana. Estamos aquí para hablar de economía, para entender y explicar la economía, aprovechando las noticias de la actualidad. Y en estos tiempos de incertidumbre, hoy vamos a hablar de guerra. De guerra, sí.

De guerra comercial, de guerra económica, porque eso es lo que estamos abocados en caso de que las cosas se tuerzan en los próximos meses. Las guerras comerciales son un desastre desde todos los puntos de vista y tienen consecuencias muy importantes sobre nuestros bolsillos, también a nivel geopolítico, e incluso son la antesala de los conflictos bélicos.

Estamos hablando de esa nueva oleada arancelaria que se está produciendo bajo la istración de Donald Trump, a base de amenazas, anuncios y aplicaciones sobre subidas de aranceles a distintos países, socios y potencias económicas. Trump está anunciando la imposición de aranceles a medio mundo y los países afectados están respondiendo. ¿Cómo? Anunciando también medidas proteccionistas, es decir, subiendo también sus aranceles. ¿Cuál es el objetivo de Donald Trump? ¿Cómo afectará este tipo de barreras arancelarias a nuestras economías, a nuestros bolsillos, a nuestra geopolítica? ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuáles son los efectos? Lo vamos a ver a continuación de la mano, como siempre, de los mejores analistas y expertos. ¡Arrancamos! ¡Guerra, guerra, guerra! ¡Guerra, sí! ¡Guerra comercial! Mucha atención a lo que está sucediendo porque puede marcar un punto de inflexión con respecto a la evolución económica que ha registrado el mundo tras la caída del muro de Berlín.

Lo que se conoce como globalización fue algo magnífico. Fue un fenómeno que realmente ha beneficiado al conjunto del planeta, especialmente a los países más pobres. La globalización consiste en el comercio libre, básicamente. Tras la caída del muro de Berlín, tras el colapso de la Unión Soviética, medio mundo, que estaba bajo la bota del comunismo más siniestro y aberrante, pues empezaron a comerciar con el resto del mundo. Se abrieron al exterior y empezaron a aplicar en mayor o menor medida medidas de libertad económica. Se fueron integrando en el capitalismo global y el comercio libre ha sacado de la pobreza a cientos, a miles de millones de personas.

Eso sucedió desde el año 90 aproximadamente. Llevamos hasta ahora entre 30 y 30 años aproximadamente de globalización, entendida como libertad comercial, como libre comercio. Pero, ahora mismo se está recrudeciendo una posible guerra arancelaria y una posible guerra comercial de consecuencias imprevisibles y, desde luego, preocupantes. Estamos hablando de una guerra comercial que está siendo impulsada desde la istración de Donald Trump.

Fijaos, esta misma semana el presidente de Estados Unidos anunció la imposición de aranceles de hasta el 25% a Canadá y México, a excepción de productos de hidrocarburos canadienses que tendrán tan solo un gravamen del 10%. ¿Por qué? ¿Por qué la imposición de aranceles a los dos principales socios comerciales, países vecinos de Estados Unidos? Pues básicamente lo que dice Donald Trump es que Canadá y México no están haciendo lo suficiente para combatir el tráfico de fentanilo, la llegada de fentanilo a través de las fronteras, y también la llegada de inmigrantes irregulares y, por lo tanto, blande la amenaza de la imposición arancelaria de las subidas de aranceles para que estos países se pongan las pilas y resuelvan este tipo de problemas.

Esto lo anunció el martes, la aplicación de aranceles del 25%, pero el miércoles anunció que retrasaba hasta el próximo 2 de abril la imposición de aranceles del 25% sobre automóviles procedentes de México y Canadá. ¿Por qué? Pues básicamente porque algunos de los principales fabricantes de coches de Estados Unidos tienen sus fábricas en Canadá y en México y le han pedido a Trump que no aplique esos aranceles del 25% porque, evidentemente, iba a repercutir en su facturación, en sus ventas y, de repente, en sus ventas.