Los casi algo| El Pela Romero 51101b

Los casi algo.

En los tiempos modernos de hoy, son muy pocas las personas que no pasaron por la dolorosa experiencia de vivir un amor que no fue amor, pero que de haberlo sido, hubiera terminado seguramente en la historia más bonita de sus vidas.

¿Por qué los casi algo siempre tienen que terminar en casi y no en algo? Es una pregunta que quizás te hagas más de una vez, y por mucho que te rompas la cabeza, no le encuentres respuesta.

De tu lado dejas muy claro que buscas un algo, pero del otro, aunque duela mucho, no parás de recibir señales que te dicen a los gritos, esto termina en un casi.

Vos ya pasaste por muchas, confiaste y te fallaron, te entregaste por completo y no recibiste ni la mitad de lo que diste, te la jugaste sabiendo que quizás lo perdías todo, pero aún así arriesgaste, y a pesar de todo eso, decidiste volver a confiar.

Porque sí, porque no sabés querer a media, porque tu intensidad no te deja guardarte nada, porque no te sale esa de mezquinar el corazón, pero a la otra persona no le pasa lo mismo.

El casi algo empieza cuando desde el principio te ocultan la verdad, cuando por miedo a perderte te dicen lo que necesitas escuchar, aunque no lo sientan, aunque no sea verdad, aunque en el fondo esa persona sabe que si te dice quiero algo sin compromiso, es muy probable que vos sigas tu camino buscando algo real, algo que te llene, alguien que se la juegue de verdad por vos.

El casi algo siempre es un amor miedoso, tan cobarde que no se anima jamás a confesarte que en realidad no es amor, sino solamente ganas de ir viendo, pero mientras tanto no deja de tener opciones hasta que se asegure que vos valés la pena, eso sí, no te da la libertad tampoco de que vos también tengas opciones, a vos te exige exclusividad.

Para ponerlo en palabras más simples, el casi algo es una persona que te quiere tener cerca por las dudas, de que se sienta sola, o que su plan principal le falle y siempre estés vos ahí como opción.

El casi algo deja una sensación de vacío, de impotencia, de bronca, porque lo tenían todo para que funcionara, sin embargo, esa persona nunca se la quiso jugar y el rechazo duele.

Si vos sos consciente de lo que querés, de lo que tenés para dar, de lo que sos capaz de hacer cuando alguien te interesa de verdad, nunca más seas el casi algo de alguien.

A veces es mejor dejar pasar a esa persona, por mucho que te guste, y cuidar tu corazón de una desilusión más.

No siempre es cierta esa famosa frase que dice, sonreí porque sucedió y no llores porque no funcionó.

A veces es mucho mejor decir no, gracias, y al tiempo darte cuenta de que te salvaste de alguien que iba a doler mucho más de lo que te imaginás.