La Cara B de la Política - T02E23 - La política en los discursos de los Goya 46483p

La cara B. Rubén Vinagre, muy buenas tardes.
¿Qué tal, Lourdes? Buenas tardes, equipo, ¿cómo estáis?
Fenomenal, de lunes, de lunes, pero haciendo lo que nos gusta,
así que los lunes son menos lunes.
Volvemos al planeta Tierra después de hablar con esta mujer,
que me ha dado el gran titular al final.
Un gran paso para el hombre, no, para la mujer.
A ver si eso lo vemos y lo contamos aquí en las tardes.
En fin, de momento está en la reserva.
Bueno, Rubén, que tenemos muchas cosas de las que hablar,
además del derbi madrileño, que ya sé que te toca de cerca.
Supongo que este sábado estuviste muy pendiente de los Goya,
porque sé que te gusta el cine,
sé que no te pierdes todo aquello que huele a discurso o retórica.
Quiero saber, desde una perspectiva de comunicación,
de análisis político,
qué te parecieron los discursos de los galardonados.
Bueno, pues las galas de los Goya no defraudan
en cuanto a su contenido político
y en cuanto a los discursos...
Siempre hay algo.
Sí, ya tenemos esta tradición asentada en este evento.
Bueno, yo me sentí identificado y reconciliado, y me explico.
Es de agradecer que la gente del cine
utilice su minuto de gloria para, por ejemplo,
reclamar el derecho a la vivienda digna,
como el caso de Babaliño o Carolina Ayuste,
ese orgullo charnego del equipo del 47,
o el Barçola cuestionando el estado de bienestar
y hablando de los sacrificios de las madres.
Las supermadres que dijo.
Claro que sí, fue precioso.
Y además ha dado varios discursos en esa línea.
Pero quien realmente se mojó y se dejó de lugares comunes
fue María Luisa Gutiérrez,
productora ejecutiva de La Infiltrada.
La escuchamos.
También lo queremos compartir con la familia Ordóñez
y con la Fundación Víctimas del Terrorismo,
con COVID y con todas aquellas víctimas reales
que han visto la película
y que, a pesar del dolor que han sentido,
nos han dado las gracias
porque es una historia que hay que recordar
porque la memoria histórica
también está para la historia reciente de este país.
Bravo por ella, me encantó.
Me encantó escuchar ese recuerdo
a las víctimas reales de la barbarie terrorista.
Me gustó.
Sí, sí, y además no fue la única reivindicación que hizo
porque también habló de la libertad de expresión,
incluso lanzó su apoyo al mundo del campo.
Creo que tenemos por algún corte.
Venga, vamos.
Un agradecimiento muy personal.
A mí los estudios me los han pagado la agricultura.
La agricultura y ganaderos de este país lo están pasando mal.
Nadie habla de ellos, son invisibles.
El campo lo está pasando mal
y sin el campo aquí no tenemos nada.
Qué importante también ese guiño al mundo rural, al campo.
Pero antes hablabas, quiero que me lo expliques bien,
lugares comunes, ¿a qué te refieres?
Bueno, para mí es muy noble
que utilices tus minutos de popularidad en España
para pedir que Palestina sea libre,
criticar a Trump o al fascismo
o decir que hay que tener miedo a los nuevos imperialismos.
Desde luego todo mi apoyo.
Pero para mí lo que tiene valor,
lo que es realmente difícil y valiente
es denunciar o criticar algo que ocurre en tu territorio,
en tu día a día, con nombres y apellidos.
Algo que ha tenido o tiene consecuencias directas
en tu vida en España.
Ahora existe quizá el peligro de que se manipulen
las palabras de María Luisa Gutiérrez.
Pero me parece valiente lo que ha hecho.
Para ofrecer un punto de vista sobre una realidad muy cercana,
que es el terrorismo.
Eso es.
Y claro, ¿por qué nos cuesta tanto
hablar de la realidad cercana en este tipo de galas?
Tienes toda la razón,
que hablamos de la paz en el mundo,
de Ucrania, de Rusia, de Palestina.
Eso es como el sexo de los ángeles, ¿verdad?
Sí, sí.
Está bien, pero yo creo que hay que dar un paso más.
En esta gala lo hemos visto,
en alguna otra más también ha ocurrido.
Bueno, quizá tenemos todavía interiorizada
una tradición de autocensura, no sé si heredada del franquismo.
Nos ha costado mucho manifestarnos en galas,
en eventos culturales,
no te digo ya, en eventos deportivos.
Yo recuerdo el mítico No a la guerra de 2003,
que fue un punto de inflexión con muchos artistas
expresándose claramente y de una manera valiente.
Hablaban de una guerra lejana
que alguien nos había metido en el salón.
Pero, sin embargo,
nos ha costado mucho hablar de nuestros problemas internos,
de los terroristas que teníamos a la vuelta de la esquina
y que mataban a gente como nosotros.
Era más fácil hablar de los niños iraquíes
que de las familias rotas por el terrorismo que había en España.
Y aquí tenemos algún precedente,
porque creemos que esto es nuevo ahora.
En 1998, José Luis Borau
levantó unas manos blancas en señal de repulsa
contra los asignatos de ETA.
Y yo no recuerdo más menciones al terrorismo de ETA,
por eso creo que está muy bien haber escuchado a María Luisa Gutiérrez.
Ha sido valiente.
Sí, lo comparto.
Por ejemplo, en Estados Unidos, en los Oscars,
siempre asistimos a alguna reivindicación.