Capitulo 9 - La belleza 26x6z

Capítulo nueve la belleza si no existieran el universo un principio cósmico la madre divina que trabaja para conservar la armonía de las formas los hombres se habrían vuelto de una fealdad repulsiva con su manera de vivir sus desórdenes pasiones conflictos y su nulo debe perfeccionarse como no iba cómo no iban a perder su belleza si hubiera una justicia absoluta hombres y mujeres aparentemente excelentes deberían tener una apariencia exterior horripilante a causa de los caprichos y de la desvergüenza que tienen en la cabeza y en el corazón esta falta de correspondencia entre lo interno y lo externo se debe a que la vida interna cambian mucho más rápidamente que la forma externa se trata de una falta de correspondencia entre el pasado y el presente porque si bien el ser humano puede cambiar en un solo día de filosofía de manera de concebir el mundo su apariencia física se transformará se transforma muy lentamente porque está modelada con una materia mucho más resistente que el pez pensamiento así pues imaginad a un hombre con una apariencia física repulsiva que abrazó una filosofía adivina poco a poco esa filosofía penetra en él y anima la materia de su cuerpo físico hasta el punto que un buen día esta materia se transforma en vivo reflejo de su vida interior de su alma de su espíritu y se vuelve bella radiante divina y también puede ocurrir todo lo contrario una persona muy hermosa que lleva una vida depravada no cambiará su apariencia de un modo brusco sin embargo su aspecto externo corresponderá un día a su interior es difícil pronunciarse a menudo nos detenemos ante una forma que aún es el reflejo del pasado y nos equivocamos no es más que un problema de tiempo tarde o temprano la forma acaba por reflejar la vida interior cada ser humano posee un rostro interior distinto del que presenta ante los demás es el rostro de su alma no tiene rasgos definidos e inmutables como el rostro físico y se modifica continuamente porque está íntimamente ligado a su vida psíquica a sus sentimientos y pensamientos según las circunstancias aparece luminoso tenebroso armonioso o crispado expresivo o frío día a día el hombre debe modelar esculpir iluminar y pintar este rostro interior para que éste impregne un día por fin en su rostro físico el rostro que hoy hoy tenéis has sido en otra vida el rostro de vuestra alma es la suma de virtudes o de vicios que habéis alimentado y aunque no estéis contentos con él no podéis hoy por hoy cambiarlo gran cosa de modo que no os preocupéis de vuestro rostro externo ocupados más bien de ese otro rostro que es el origen el modelo interior a partir del cual se forma vuestro rostro visible cuando consigas mejorarlo una forma consciente quizás la gente que os rodea no se da cuenta pero los ángeles lo percibirán y recibiréis sus bendiciones el rostro físicos se resiste en un principio a las modificaciones pero poco a poco después pero poco tiempo después su resistencia cede ante la presión del otro rostro porque el rostro del alma es fuerte e impone sus rasgos al rostro físico de vez en cuando deja traslucir una brizna de su belleza y cuando el alma irradia tanta luz tanta bondad y nobleza esta irradiación se trasluce en el rostro físico y entonces percibimos aunque fugazmente el rostro espiritual el rostro de lo alto continuad pacientemente vuestro trabajo y un día a vuestras dos caras se fusionarán pero sea cual sea la apariencia física hay algo que no falla nunca y que revela con esa actitud la naturaleza más profunda del hombre sus emanaciones sus fluidos si sois capaces de percibirlos nos equivocaremos y la belleza o la fealdad de una persona no llevarán a engaño las emanaciones expresan con absoluta certeza del estado interior de un ser