Calor, agua y carreteras: De Oaxaca a Butt Hole Road 494g54

Viajo en moto. Un podcast de viajes, de aventura, de lugares lejanos o no tanto, y de grandes viajeros o no tan grandes. Hola estimada chavalería, aquí comienza Viajo en moto, el programa de los viajes en moto. Con Roberto Naveiras. Con Traged Geisha en Asturias, en el norte de la península ibérica. Hablamos de viajes en moto, viajes en camión, viajes en furgoneta y mil cosas más. Viajoenmoto.com Con mi peinilla nueva, al que a mí me moleste yo le arranco una hueva.

Sepan que a mí me imputa que cualquier aturdido, sin conocer mi nombre me crea malparido.

Yo desde muy pequeño he sabido ser berraco, si una pelea pierdo seguro que me capo.

Yo desde muy pequeño he sabido ser berraco, si una pelea pierdo seguro que me capo.

Hola muchachada, ¿qué tal? ¿Cómo va todo? Aquí Roberto Naveiras desde Gándese Salime, al norte del norte, que empezamos hoy con Octavio Mesa y sus relajos del arriero.

Bueno, vamos a dejar a tranquilo Octavio y nos vamos a insertar aquí dentro del viaje en moto número 498. Vamos a dejarlo ahí, 498 más o menos.

¿Qué tal? ¿Cómo estáis? Me imagino que la mitad del país andáis ahí medio desesperados por la cantidad de lluvia que tuvimos estos días, ¿o qué? Me hizo muchísima gracia algún comentario de los que hubo en las redes sociales del tipo, a ver si para llover y podemos salir en moto ya de una vez, porque como aquí en el norte estamos muy acostumbrados a la lluvia en cualquiera época del año pues no es algo que nos preocupe demasiado.

Hombre, mejor es salir a rodar cuando no llueve y hay buena temperatura, de eso no hay duda. No seré yo de esos que dicen que les gusta más salir en invierno cuando hace frío y hace un tiempo de M, que va ni de coña. En invierno se sale porque hay algún motivo para hacerlo, ir a una concentración o hacer gestiones en la capital o a pasar el fin de semana no sé dónde, pero salir así por salir, por placer, y taquita.

Y la lluvia pues casi lo mismo, yo prefiero salir cuando no llueve, pero tampoco voy a aparcar la moto porque esté lloviendo. Recuerdo una vez en México, hace unos años que se puso a llover. Bajábamos desde Oaxaca hasta Puerto Ángel, habíamos pasado ya San José del Pacífico por la carretera 175. La vegetación, las montañas y los miles de curvas me tenían totalmente absorto y empezó a llover.

Habíamos tenido ya desde por la mañana nubes y claros, con momentos de lluvia fina, nada digno de mención. San José es el pueblo de los hongos alucinógenos y San José nos recibió escondido entre las nubes, como asomándose allí entre la fronda con la timidez de un pueblo que no quiere ser descubierto. Con todos esos cerros emergiendo a 2.500 metros de altitud, aquello es algo sobrecogedor. Llovía tímidamente, parecía que