
Descripción de La bomba de la constancia 353p4w
La perseverancia es el secreto, y fluir, también Dale bien a la bomba para que salga agua… Piensa en un pozo de agua, con una bomba manual, que utiliza una tubería para succionar el agua situada varios metros bajo tierra. Para lograr que el agua llegue a la superficie, hay que mover la palanca de arriba hacia abajo con el fin de crear la succión necesaria que hará que el agua ascienda y salga por el caño… 4d5ts
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Bienvenidos a un nuevo episodio de «No sé bailar, pero aquí estoy».
El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura.
Miguel de Unamuno, filósofo y escritor español.
Un pozo de agua, con una bomba manual.
Para que el agua llegue a la superficie tienes que mover la palanca hacia arriba y hacia abajo con energía.
Al principio parece que no pasa nada.
Bombeas y bombeas, pero no ves resultados.
Es como cuando empiezas un proyecto, un hábito o una meta.
Te esfuerzas al máximo, pero los resultados tardan en llegar.
Y justo cuando estás a punto de lograrlo, muchas veces abandonamos, porque no nos damos cuenta de todo lo que cuesta llenar ese vacío inicial.
Esa succión necesaria para que el agua o los resultados empiecen a fluir.
Pero aquí está la clave.
Los más sensatos no se rinden.
Siguen bombeando incluso cuando parece inútil.
Y finalmente, después de tanto esfuerzo, logran ver las primeras gotas de agua.
Si perseveran un poco más, pronto tendrán un chorro continuo.
¿Y sabes qué es lo mejor? Una vez que el agua fluye, ya no necesitas bombear con tanta fuerza.
Sólo tienes que mantener la presión constante.
Pero cuidado.
Si sueltas la palanca por demasiado tiempo, el agua volverá al fondo del pozo y tendrás que empezar desde cero.
Esto no sólo se aplica al caso del pozo, sino que también ocurre en nuestra vida diaria.
¿Cuántas veces hemos empezado algo con entusiasmo? ¿Un curso, una rutina de ejercicio o un proyecto? Y luego aflojamos el ritmo.
Conseguimos un pequeño éxito, nos relajamos y terminamos abandonando.
Volvemos de nuevo al punto de partida.
El secreto está en la constancia.
Aplicar hábitos positivos una y otra vez hasta que se conviertan en parte de nosotros.
Sí, no es fácil, pero...
Ahora preguntémonos, ¿qué pasa cuando dejamos que el agua se estanque? Piensa en un lago donde no hay movimiento.
Se convierte en un caldo de cultivo para contaminación y desechos.
Lo mismo sucede en nuestra vida o en nuestros negocios cuando nos resistimos al cambio o nos aferramos a viejas formas de hacer las cosas.
Nos volvemos obsoletos, perdemos nuestra ventaja competitiva y dejamos de crecer.
Pero aquí está lo interesante.
Cuando permitimos que el agua fluya, cuando no nos da miedo el cambio, todo se revitaliza.
Ese cambio es como una corriente fresca que purifica lo estancado.
Elimina las impurezas, aumenta la productividad y nos hace más competitivos.
Claro, cambiar da miedo.
Requiere valentía para explorar nuevas ideas, tomar riesgos y salir de nuestra zona de confort.
Pero si queremos mantenernos relevantes en este mundo en constante evolución, no hay otra opción.
¿Estás listo para dejar de estancarte? ¿Estás dispuesto a cambiar, innovar y mantenerte en movimiento? Recuerda, así como el agua estancada se contamina, una vida o negocio estancado pierde su esencia y competitividad.
Pero si permites que las ideas fluyan como un río fresco, puedes convertirte en alguien próspero y saludable.
Gracias de nuevo por acompañarme en este episodio de No sé bailar, pero aquí estoy.
Tal vez esta metáfora del pozo te inspire a seguir bombeando hacia tus metas y a mantenerte abierto al cambio.
Si este episodio te ha ayudado o conoces a alguien que necesite escuchar estas palabras, compártelo con ellos.
Ah, y no olvides, si tienes sugerencias para futuros episodios, estaré encantado de escucharte.
Nos vemos en el próximo episodio.
Y recuerda, sigue bombeando y deja que el agua fluya.
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