La banalización de la palabra fascismo según Dacia Maraini 5h4a29

Hace más o menos una semana, no recuerdo bien cuándo fue, porque ha pasado el viaje, varias cosas, pues estaba yo en el bus del barri, que es un gran invento, a mí me encanta, además son como súper chicos y la gente mayor habla entre sí, o sea, yo lo cojo ocasionalmente, si está mi mater, y que os iba a decir, pues bueno, un señor se confundió y dijo es que tiene que plantearse la dimisión de Macron en Valencia, yo dije oh yes, y entonces de repente mi mente se llenó de extrañas criaturas que se llamaban Emmanuel Mazón y Carlos Macron y el presidente Amazon y Macron, la segunda división, porque todos se creen que son de su condición, bueno, en fin, hoy como os prometí, ya veis que aquí pues cambiamos, pim pam, jugamos, intentamos divertirnos, pues ya os dije que tras hablar del libro de Santiago Gertschunoff, hoy la oportunidad, más bien el complemento, es comentar un poco cómo Dacha Maraini observa el fenómeno de la palabra fascismo, ojo a una cosa de 15 al día, que aquí esto sí que es esencial, estamos dedicando la semana a geopolítica, a ciudades y a fascismo, pim pam ¿no? o sea, bien, ¿estáis contentos? yo lo estaré más si os suscribís y si difundís la buena nueva bla bla bla, pero hoy la buena nueva es esto que os decía, no la palabra fascismo segunda Dacha Maraini, fascismo, no fascismo, sino más bien fascismo la italiana y que podemos comentar, y por qué ahí quizás sí que hay una legitimidad en llamar de verdad a estos señores y a la señora Meloni como neofascistas, empezamos.

De hecho, como ya os comenté ayer, todo este tema de la palabra fascismo, a ver, creo que es la tercera o cuarta vez que le dedico un programa para ir bastante, perdonad, me ha venido el acento así, no, el tema de que sí me preocupa porque se ha banalizado y a partir de ese uso y abuso, digamos que se ha vaciado de contenido y significado ¿no? y es un poco que esto lo comentaba con Andrea en Roma, con un profesor universitario que es muy colega, que nos vamos a comer pit, bueno el tío es un crack, sabe todas las pizzerías del universo y luego fuimos a ver el fútbol que lo retransmitían en un centro social dos chicos que estaban sentados en un sofá ¿no? pues él me decía si todo es fascismo nada es fascismo efectivamente y bueno la rueda en este caso es eterna y durante este viaje pues sí tuve la suerte de comer a raíz del proyecto que me llevo entre manos sobre Pierpaolo Pasolini con Daccia Maraini que si no me falla la memoria es de 1936 que fue una feminista de primerísima hora ya en los años 60 yo de hecho hay un texto una novela buena muy buena de Monserrat Roig al al Temps de las sireras que ahora han traducido al italiano y yo siempre digo que el Temps de las sireras es a ver l'etat del mal-essere bueno l'etat del mal-essere que aquí Altamarea tradujo como los años rotos que es la segunda novela pero es eso es el Temps de las sireras 10 años antes y yo creo que con mucha más naturalidad que Monserrat Roig que era grande para su país pero es que Daccia Maraini desde el