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Relatos eróticos (Voz real)
Ayudando a los necesitados

Ayudando a los necesitados 2g5r3f

7/10/2024 · 12:19
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Relatos eróticos (Voz real)

Descripción de Ayudando a los necesitados 1k6fj

https://bellaperrix.com ❤️ Todos los días me encontraba a aquel vagabundo en el mismo lugar y le daba cinco duros. El tema es que, aunque al principio me daba bastante asco, ya que considero que los mendigos estropean la estética de las ciudades (igual que los putos hippies), poco a poco fuí cogiéndole cariño e incluso un día me lo llevé a mi casa... 🔔 SÍGUEME y ACTIVA LA NOTIFICACIÓN para recibir mis relatos eróticos. 🔔 Un nuevo relato erótico cada LUNES!. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/1795339 482a54

Lee el podcast de Ayudando a los necesitados

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Yo trabajaba en una tienda de ropa infantil habríamos las diez de la mañana pero a causa de mi habitual obsesión sobre la puntualidad me presentaba siempre con unos diez minutos de adelanto tenía que quedarme ahí de pie esperando a laura mi compañera y mirando los coches pa usar un frío martes de enero se me acercó un vagabundo que andaba por ahí mirando dentro de los containers se frenó delante mío y extendiendo su mano me abordó con el clásico cuento del dame algo el tipo llevaba un anorak cuya capucha le cubría bastante la cara a lo cual contribuía también una espesa barba desaliñada el tipo insistía tanto que al final me vi obligada moralmente a darle lo menos que pude cinco duros automáticamente dejo de molestar y siguió su cansina búsqueda por diferentes contenedores de basura en aquel momento aquello no fue más que una anécdota típica de alguien que vive en la urbe lo curioso del caso es que aquel extraño señor cada mañana estaba rondando por el lugar a la misma hora que yo llegaba y siempre tenía tiempo para acercarse a mí y pedirme dinero yo seguí así siendo una tacaña de cuidado y le soltaba esos cinco duros ya casi oficiales al principio me daba algo de miedo y por qué no decirlo asco pero aquella rutina de encontrármelo durante seis días a la semana comenzaba a hacerme incluso gracia recuerdo un día que no sé por qué no se pre asentó a nuestra digamos cita e incluso llegué a pensar que da igual la policía lo había detenido o algo por el estilo y la verdad es que hasta me sentí mal por él sensación que pasó por completo cuando al día siguiente si apareció puntualmente a las diez menos cuarto se acercó a mí y con algo parecido a una leve sonrisa en su cara me extendió la mano no tuvo tiempo de soltar el dame algo cuando una mu haneda de quinientas pesetas aterrizó en la palma de su sucia y callosa mano se quedó todo confuso y soltó un sorprendentemente gentil gracias ante mi asombro y la ya casi inevitable simpatía que comenzaba a sentir por él y los diez minutos que faltaban para llegar me empujó a cometer una locura no habitual en mí ordenada vida y decidí invitarle a un café con leche y una pasta a lo que el trasladarlo durante unos segundos accedió encantado aquella charla fue de lo más agradable mostró otra cara de del que ni siquiera había llegado imaginarme dijo que se llamaba antonio que tenía treinta y tres años que una mala vida junto a unos padres que no le querían le había llevado a vivir en la calle pudiesen pidiendo y para cuando sus progenitores desaparecieron él se tuvo que sacar las castañas del fuego como pudo recogiendo cartón y limpiando parabrisas etc no pude más que sentir compasión por él unos días después sobre las nueve de la noche llegaba yo a de trabajar e iba hacia mi casa cuando me pareció ver una silueta familiar en una esquina hurgando en un container me acerqué algo dubitativa y para mi sorpresa resultó ser antonio el cual reaccionó de forma también muy positiva al verme charlamos apenas unos minutos llevaba por un extraño arrebato y sin apenas pensar en las posibles consecuencias le invité a que viniera a mi casa se diera una ducha y se calentará un poco junto a la estufa así lo hicimos una vez en el departamento entramos en el baño no y le mostré donde tenía el jabón y donde las toallas le indiqué que comenzará a quitarse aquella andrajosa ropa mientras yo preparaba un poco de café bien calentito fui a la cocina me puse manos a la obra y lo dejé todo en el fuego volví al cuarto de baño ya suponiendo que antonio estaría tras las corts chinas duchándose y sin embargo cuál fue mi sorpresa al verlo allí de pie desnudo frente al espejo recortándose su sucia barba con unas pequeñas tijeras que yo habitualmente usaba para las uñas no pude más que quedarme de poca abierta aquel despampanante si con no podía comprender de qué manera pero contra todo pronóstico antonio no era un tipo delgado escuálido el chico estaba bastante bien parido era de complexión fuerte muy peludo confieso que siempre he tenido debilidad por los hombres así y para mí

Comentarios de Ayudando a los necesitados 6y4j2o

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