Atreverse a incomodar, Efecto Sonder, Comentarios fuera de lugar | Tal y Como Somos | 2x2 2a5y29

Bienvenidos y bienvenidas a Tal y como somos, el podcast de Alicia González y Elisabeth Clapés.

Dos psicólogas que además son amigas y aquí estamos para hablar tal y como somos.

¿De qué vamos a hablar hoy, Ali? Pues vamos a hablar de algo que, como todos los temas nos han pedido y que además he de decirte que no he escuchado, yo no recuerdo ningún podcast que haya hablado de esto y es ¿qué pasa? Sí, pero no se ha hablado yo creo porque es algo, ¿tú sabes esas cosas que te pasan pero son sutiles y no te das cuenta de que te están pasando? Sí.

¿Sabes? Como que te pasan en pequeño, cosas que pasan en pequeño y que hasta que no te las dice alguien no dices, hostia, sí que es verdad que me pasa.

Sí, sí.

Eso me encanta.

Sí.

Es que el otro día leí, tía, escuché en TikTok y me puse yo a investigar.

Efecto sonderos, sonder como se pronuncie, es la sensación que te invade cuando tú, por ejemplo, estás en un lugar rodeado de muchísima gente y reparas en una persona y te das cuenta de que esa persona tiene una vida igual de profunda que la tuya.

Tú sabes esa sensación de cuando ves a alguien y te quedas mirándolo y pensando, ostras, tiene padres, tiene familia, le pasan cosas, está pasando quizá una situación súper compleja, que tú te das cuenta de que no eres el centro del mundo, que tú… Como una metaconciencia, ¿no? Sí, es como… Exacto.

Vale.

El otro día vi un vídeo de TikTok y salía un vídeo, salía una foto, o sea, salía un vídeo, era una foto, no, era un vídeo de mucha gente, una señora mayor o no sé qué y ponía esta señora está pasando por un proceso oncológico, a esta chica le acaba de dejar su pareja, este chico está teniendo problemas económicos y no puede irse de casa de sus padres.

Ponía la historia de cada uno… Como si fuera un sim, ¿no? Como si fuera… Exacto.

Y claro, yo, te lo juro, se me puso la piel de gallina al ver la imagen y todas las historias de cada uno, de verdad, chicos, buscadlo por internet, Efectos Sonder, es una pasada porque creo que todos hemos conectado alguna vez con la sensación de, Dios mío, es que todo el mundo que me rodea, todas las personas que me rodean tienen una vida pero igual de profunda que la mía.

Y en cambio los ves pasar por la calle y los ves como si fueran los personajes de fondo de tu serie, ¿no? Sí.

Sí, sí, sí, sí, totalmente.

Son personajes con una serie cada uno.

Sí.

Ese es el efecto que, tía, lo leía el otro día y me pareció brutal.

Pues lo que vamos a hablar hoy, que es muy guay lo que has dicho, es algo que nos suele pasar, que no lo hablamos, pero ahora me he dado cuenta de que yo lo digo mucho.

¿El qué? Me sabe mal.

Me sabe mal.

Ah, es que vamos a hablar hoy de… Cuando te sabe mal incomodar, ¿no? De no atreverte… De no atreverte a incomodar, de no atreverte a generar situaciones incómodas.

Vamos a hablar.

Y ahora, cuando estaba pensando en ello, me he acordado que mi marido me dice que yo me tendría que llamar de apellido, me sabe mal.

Me sabe mal.

A mi novio me dice que me debería llamar de apellido, me da pena.

¿Me da pena? ¿Vale? Me da pena.

Bueno, es que hay gente… Es que esto lo tendríamos que hablar un día, pero hay gente que por la calle, sin razón aparente, porque a lo mejor es gente que es infinitamente más feliz o más afortunada que yo en muchas cosas, me da pena.

Hay gente que me da pena, pero en el sentido de que me darían ganas de ir a abrazarla como si yo le fuera a hacer sentir mejor o mi abrazo mío le fuera a hacer sentir mejor, pero es que hay gente que me da pena.

No sé por qué.

A mi madre le pasa cuando ve a la gente comer.

A mi madre le da mucha pena ver a gente comer.

Pero ¿comer sola o comer…? Comer.

Comer.

¿O ternura? No, pena.

Pena de que podría llorar.

¿Sí? No, mi madre cuando ve cuando alguien come o cuando una señora mayor saca moneditas de la cartera, son dos cosas que a mi madre la matas de un disgusto.

Entonces, yo tuve un amiguito cuando era más adolescente y lo traíamos a veces a comer a casa con otros amigos y le daba pena como comía y mi madre no lo podía ni mirar cuando comía, porque lloraba.

¿Oí? Porque le daba pena verlo comer, porque comía con ansia, pero comía con ansia.

Ah, vale, digo, porque tiene que haber un significado ahí detrás.

Bueno, porque ella le atribuye, yo creo, que él come desde la necesidad.

No sé si es porque, pues, al final mis abuelos vivieron la guerra y pasaron hambre y es algo que nos han contado, ¿no? El que se partían un huevo entre todos los hermanos, un huevo hervido.

Entonces, no sé si mi madre puede haberse quedado un poco con la copla, ¿no?, de comer desde la carencia, desde la ansiedad.

Claro.

Entonces, cuando ve a alguien comer, pasa pena.

A mí no sé por qué, pero hay fisionomías de la gente o manera de caminar que hay personas que iría y la abrazaría.

A mí no me pasa eso.

Pero a mí me sabe mal todo.

A mí me da pena todo.

Vale.

Ojo, me dan pena cosas que no me tienen que dar pena.

¿Cómo qué? Pues mira, sin ir más lejos, ayer a mí me dieron...

O sea, yo fui a un...

Ustedes saben que llevo muchos años con un proceso médico complicado, problemas de salud.

Yo pensaba que eran problemas de salud digestiva y son muchas más cosas.