A Golpe De Versos 1x09 - (Fumando - #0 - En El Escape - Todo está bien - Sudor) 2a463k

Agolpe de Versos es un espacio guiado, presentado y dirigido por Adrián Vallesa, donde el poeta del mismo nombre declamará sus poemas, entre otros tantos que a él le apetezcan.

Si alguien quiere declamar que declame yo algo suyo o simplemente insultarme, ya saben, mensaje privado en Instagram o vallesapoetanoventitresarrobagemail.com Van unos cuantos poemas a mi nombre.

Fumando.

Y los gatos hacen el amor sobre el tejado rojo mientras llueve sobre la acera.

Entretanto yo fumo en el balcón, tirando de mi mano anciana poco a poco un puñado de arena.

Cae sobre el vino que oscurece el tiempo, agritando los labios.

Fumando del revólver, fino y lejano suspiro que de entre mis pulmones ale humo.

Y con un ritmo avangarde subo por el monte, verde prado que se ve claro.

Entre llantos de guitarra la colina se hace solitaria.

Entre las cuerdas pierdo la cordura.

Botella de vino entera bebida cual ermitaño, creyéndome Baudelaire entre cenizas de tabaco, buscando el porrón de cristal para beber en frío su licor mortal.

Cero.

He visto en sueños a Lennon, sintonizando una radio colocado, a tientas pongo el carburador al tanto.

Viajando en el tiempo como Doc, Kennedy y Luther King han muerto hace tiempo.

1968.

1968.

Con el jazz rock, blues, LSD, un tal Timothy Leary se mete con traje en una habitación con Chet Baker.

Escalofriante, interesante, estruendo perenne, trompetas del armagedón resuenan.

Patente, potente, forma fálica, fábrica bélica escondida en pacíficas bancas.

Empresas de maldad que albergan muerte.

Se juegan los billetes a su suerte.

Soy el hijo afortunado, desarmado, otros no tanto van armados.

Adormilados, drogados, cansados.

Traumados de ver sangre hermanada, barro con rojo profundo se mezcla.

Miradas en el fango, sin fuego en el alma.

Hilos de verde con botas terminan de negro, descalzos bajo cruces blancas.

Los tiempos están cambiando, grita Dylan.

Del escenario se resbalan los sueños, entre melancólicos, solos a cuatro cuerdas.

Redobles.

Del luto temporal, corona floral, a los días se pudrirán, como la piel, aunque los pétalos vivos quedan cerca en el recuerdo de una madre, un padre, amigo, hermano esperando la última copa.

He visto en sueños un bello sueño, imposible de plasmar si no un papel blanco.

Ahora la realidad me despierta.

Guerra.

En el escape, pensando, mi mente está lejos y me chilla Bob Dylan, vieja radio del sótano brillando Chet Baker, sonido de saxo lejano.

Llorando como un fuego bajo el sol, reflejado en el lago ve un viejo, buceando el cansado sabio poeta de naturaleza esperpéntica.

Con sexo entre tambores veo a Kerouac, jazz hip hop, buscadores de emociones, música prostibularia al lado de Dios, Gloria al poeta en Nueva York, blanco y negro entre humos, multicolor.

No te metas si no conoces la advertencia del predicador, coito melancólico en Nueva Orleans esperando la llama viendo a Franz Zappa fraseando versos en falso LSD, palpitar del corazón que respira, articular la síntesis amortiguada, beat beat entre el beat y el beat, soplando a la pluma llamada bebop, jazz cool y poesía fría.

Temporal y no espacial pero especial, atemporal prosodia bop espontánea en el local, explosiva rapsodia pop en el escape, antes los poetas eran algo, los famosos, los irados, ahora somos locos, solitarios, alcohólicos, experimentales, toxicómanos, genios malcriados, libertad sexual desaforada entre roces, creencia libre, beat, jazz, holigrass, marihuana, soul blues, cataclismo y aculado, en tribuna política de genios locos, amistades rocambolescas de vicios, hipsters desnudos entre hipos de licor, moviendo las caderas al ritmo de rock and roll, viste yendo como el abuelo siendo el moderno, lunáticos de fea belleza iluminados por las luces de la ciudad en la absoluta e interminable noche, grave y beatificado canto, individualista queriendo ir acompañado como el perro callejero que camina solo, y no somos