✊ Ex SIONISTA RETRATA a ISRAEL: APARTHEID y PROPAGANDA 💥 Liliana Córdova | #noobstante 3x10 2x3d2

Dova, muchísimas gracias por haber venido.

La verdad es que tenía muchas ganas de tenerte aquí.

Pues estamos aquí.

Bueno, tú procedes de una familia con una historia muy marcada por la persecución, por la lucha.

Tus padres eran comunistas de etnia judía, fueron supervivientes del gueto de Vilna durante el holocausto nazi y en el año 50, como muchos otros, se trasladaron a Argentina.

Quisieron que mantuvieras o con tu origen, con tus raíces, y por eso estudiaste en una escuela judía de Argentina, pero que resultó ser un centro sionista.

Cuéntanos un poco en qué consistía aquello y cómo te formaron en esa ideología y cuáles dirías que son los elementos centrales o distintivos de la ideología sionista.

Bueno, la verdad que me agarraron ya desde muy joven, o sea, ya a los cinco años entramos en el preescolar.

O sea, yo iba a la escuela argentina y a la tarde a la escuela judía sionista.

Y el mensaje básico era que estamos en Argentina de casualidad, que nuestra patria es la tierra santa, Israel, y que tenemos que hacer todo para pensar cómo vamos a inmigrar hacia esa patria de los judíos y formarnos ya en su cultura y en todo lo que representa, el mensaje que tiene la educación sionista en Israel.

O sea, que la educación que nosotros recibíamos era igual como si estuviéramos viviendo en Tel Aviv.

¿Qué quiere decir eso? Teníamos que estudiar Biblia, o sea, el Antiguo Testamento, claro que cada vez adoptado a la edad, o sea, que primero son textos un poquito más light y después son textos un poco más heavy.

Y conocer la geografía de Israel, conocer los bailes, los cantos, la jurisprudencia, todo lo que se enseña en el currículum, digamos que se enseña en las escuelas de Tel Aviv, por ejemplo.

Y, bueno, ahí, efectivamente, primero, la cuestión esencial es que es la tierra de los judíos.

Que haya palestinos no teníamos la más pequeña idea.

Nada, cero, o sea, había solo judíos que llegaron ahí, pero llegaron con el lema ese, que es una tierra sin pueblo, por un pueblo sin tierra.

O sea, que la tierra esa, palestina, estaba completamente vacía, no había un alma viviente, hasta que llegaron los judíos.

No se hablaron en ningún momento del pueblo palestino, aunque fuera por decir, bueno, acaban de llegar, están de paso.

Nada.

Ni siquiera en esos términos.

Nada.

Eso, justamente, donde nos enteramos que había palestinos, es leyendo las noticias y porque también había alrededor nuestro, ya siendo bastante mayor, evidentemente, gente que estaba militando en el Partido Comunista, en otros partidos que eran muy pro-cubanos y que nos decían que ahí hay palestinos y que Israel es un colonizador.

Entonces, para nosotros era una cosa esperpéntica.

Nos parecía que esa gente era mala.

No teníamos la cosa esa, que era antisemita, pero gente mala, que no quería entendernos.

Que estábamos con el Movimiento de Liberación Nacional del Pueblo Judío, que tienen tanto derecho a liberarse como los cubanos de Batista o, bueno, otros movimientos de liberación nacional.

Y, entonces, pero, bueno, de alguna manera fuimos, digo fuimos porque yo no era la única.

Entonces, fuimos integrando que hay un mundo que ve otras cosas que nosotros no vemos.

Y ahí fue, ya de alguna manera, me ayudó estar un poquito preparada para cuando llegué a Jerusalén en 1969, dos años después.