#3 Yolanda Gutierrez || Nutricionista, esteticista y coaching 2o7319

Muy buenas tardes y bienvenidos un día más. Hoy estamos en la casa de Yolanda Gutiérrez.
Nos ha abierto sus puertas para darnos a conocer su persona y todo lo que hace que no tiene desperdicio.
Buenas tardes, Yolanda.
Buenas tardes, David.
¿Qué tal estás?
Muy bien, como siempre.
Muchas gracias por abrirnos la puerta de tu negocio, uno de los dos que tienes en Valladolid, que ahora lo descubriremos.
Pero creo que tienes mucho que contar y mucho que aportar, que es lo importante.
Ojalá.
¿Quién es Yolanda?
Te cuento quién es Yolanda en general.
Yolanda es una niña muy tímida que tiene 48 años y que se ha reconstruido a sí misma.
Todo lo que soy hoy es fruto de todos los errores que he cometido a lo largo de estos 48 años, que no son pocos.
Y todos los tenemos.
Eso es.
Todo ha sido ensayo-error, ensayo-error, ensayo-error.
¿Cómo has conseguido levantarte de tantos errores?
Pues teniendo un motivo.
Cuando tienes motivos, yo tengo dos, mi héroe Felipe, y cuando tienes motivos para hacerlo, aparte de tus hijos,
evidentemente está la parte de Yolanda empresarial, aparte de Yolanda mujer, la parte Yolanda niña,
que hay que proteger y cuidar y sanar, pues entonces tienes muchos motivos para que las cosas sucedan.
Ya no solamente en el mundo empresarial, sino en tu día a día.
Es la única forma.
¿Qué has estudiado?
Yo estudié perruquería y estética, y luego con los años estudié nutrición también.
¿Luego ya mucho más adelante?
En la pandemia.
En la pandemia.
Lo que ha dado la pandemia, ¿eh?
Sí.
Mucha gente.
Llevo 23 años trabajando en el sector de la nutrición.
Yo trabajo con la compañía Herbalife.
Y en aquel momento me llamó Miguel Ángel, que era el director deportivo del Valladolid.
Sí.
Y me dijo que me quería en su equipo, como parte del equipo médico, nutricionista y tal.
Y le dije, yo no tengo el título de nutricionista, yo te puedo ayudar con la suplementación,
pero no tengo el título.
Y me dijo, ¿te lo puedes sacar?
Digo, sí.
Y me puso y me lo saqué en 14 meses.
¿Así?
Así, en un momentito.
No me sirvió para mucho porque luego el Valladolid bajó a segunda y el proyecto se paró.
Pero bueno, ahora tengo un título precioso.
Bueno, te ha servido con todo al final.
Sí, sí.
Pero bueno, sí que tengo que destacar que todo lo que yo he aprendido estudiando nutrición ya lo sabía
por los 23 años en Herbalife.
De hecho, mis profes me decían que te enseñamos.
Y yo decía, ponerme exámenes.
Y es lo que hice.
Exámenes, exámenes, exámenes.
Y lo saqué con matrícula de honor.
Así que muy orgullosa.
Y mis hijos diciendo, mamá, qué ejemplo.
Digo, así que a vosotros no os permito ahora, vamos.
Bajar ese pistón.
Ni una.
Bueno, ¿cuál es tu recorrido?
Cuéntanoslo un poquito.
Bueno, pues yo empecé a estudiar Estética sin vocación ninguna.
Empecé a estudiar Estética porque mis amigas iban a ir al instituto.
De hecho, empecé a estudiar istrativo.
Siempre he sido una mala estudiante.
Era de las que suspendía, de las que aprobaba por los pelos,
de las que llegaba el examen y mi compañera me decía,
¿pero qué hay exámenes?
Y yo decía, ¿pero cuándo lo han dicho?
O sea, un desastre.
Un desastre total.
Un desastre total.
Con lo cual, cuando una persona tiene un motivo,
está motivada para estudiar aquello que te gusta,
encuentras la forma.
Yo empecé Estética porque mis amigas iban al Ramón y Cajal
y de todo lo que había para estudiar yo dije,
bueno, pues venga, Estética.
Por lo menos así aprendo a arreglarme.
Es por lo que lo hice.
Y me gustó, me gustó.
Y bueno, pues lo fui sacando.
Luego me apunté a la Academia de CEM.
No solamente lo hice en el instituto, sino que lo hice también por privado.
Me encantó.
O sea, me motivaba el hacerlo.
Y yo me veía montando mi centro.
Siempre he tenido claro que no quería trabajar para nadie.
No me ha gustado que me pongan límites,
ni que me pongan un precio, ni que me pongan un horario.
Entonces, desde muy pequeñita, yo decía, algún día seré rica.
Y mi madre me decía.
Como todos, hija.
¿Tú sueñas?
Y yo decía, ya, pero yo lo voy a hacer.
Entonces, bueno, para mí ser rico era ser empresario.
Y tenía claro que quería ser empresaria.
Entonces, bueno, ese es el recorrido inicial.
Y lo hice, lo hice, me gustó.
Y fue un motivo, yo pienso que la vida te va poniendo,
aunque no lo creamos, te va poniendo los momentos
en los que tienes que dar un paso a hacer algo
que en el momento no entiendes por qué.
Pero cuando pasan los años sí, porque yo digo, fíjate dónde estoy hoy en día.
Y fue una decisión de, porque mi amiga África iba a estudiar a ese instituto.
¿Y cómo crees que sabes cuánto dar ese paso?
Lo sabes.
Lo sabes, porque te sientes plena, te sientes en paz, te sientes feliz.
Todo aquello que tú quieras avanzar en la vida,
pero suponga un dolor, una frustración o suponga un esfuerzo,
un esfuerzo de tengo que ir a clase, tengo que ir a trabajar,
no está vibrando contigo.
No está vibrando contigo.
Yo para mí, el lunes me da igual, el domingo me da igual.