
Descripción de 237. Mi hijo acosa en clase, ¿qué hago? 142l6r
En este episodio, abordamos una situación difícil y dolorosa: descubrir que tu hijo está acosando a un compañero en clase. Hablamos sobre cómo actuar con responsabilidad, sin caer en la culpa ni la negación, y cómo ayudar a tu hijo a entender el impacto de sus acciones. Además, compartimos claves para corregir el comportamiento, reparar el daño y fomentar la empatía y el respeto en su forma de relacionarse. Un episodio valiente, para padres que quieren educar desde la conciencia. RECUERDA: Puedes ayudarme a seguir creciendo con un 💕 Like 💌 Un comentario 💾 Guardando en tus audios favoritos 📌 Suscribiéndote al canal 🔔 Activando la campanita de notificaciones ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/883156 5s2j64
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Bienvenido a Adolescencia Positiva, el programa donde vas a descubrir cómo mejorar la comunicación con tus hijos. Conocerás a psicólogos, sexólogos, coaches, padres y educadores que te descubrirán las mejores herramientas para trabajar desde casa. Comienza tu camino hacia el buen entendimiento en este nuevo episodio con Diana Alacena.
Bienvenidas, queridísimas familias. Episodio 237 del podcast Adolescencia Positiva y nosotros, bueno, estamos de resaca. Estamos de resaca. Yo no sé si tú estuviste este fin de semana en la cumbre Adolescencia 360, pero qué maravilla, de verdad. No he podido grabar el podcast hasta esta misma mañana de lunes y, de hecho, voy un poquito tarde para publicarla, pero es que no me daba para más el fin de semana, de verdad.
Ha sido maravilloso. Cuántas herramientas, cuántos recursos, cuánta información y, sobre todo, yo creo que la sensación final ha sido la calma, ¿no? El decir, oye, a ver, que esto no es tan terrible, que tenemos que confiar más. Han habido ponencias súper inspiradoras. La gente estaba, bueno, encantada.
Todos los mensajes que hemos estado recibiendo durante estos días, este fin de semana y esta mañana, han sido todos muy positivos. Así que nosotros ya estamos preparando y planificando la próxima cumbre del año que viene porque todo el trabajo, sinceramente, al final, por supuesto que ha merecido la pena.
Y nada, pues hoy estamos aquí de nuevo, como cada lunes, un poquito más tarde, como digo, pero aquí estamos porque hoy lo que queremos hablar, fijaos que una de las cuestiones que apareció en la ponencia que yo estuve dando, yo estuve hablando sobre las relaciones tóxicas, ¿no? El cómo reconocer esas banderas rojas y cómo acompañar a nuestros hijos adolescentes si se ven envueltos en una de ellas. Pero una de las preguntas que apareció fue, oye, pero ¿y qué pasa si resulta que mi hijo es la persona tóxica, ¿no? La persona que, bueno, pues que la está liando, que acosa o que, de alguna manera, pues maltrata psicológicamente a la otra persona.
Y después de recibir esta pregunta, he pensado, wow, qué bueno sería poder hablar también ya a nivel del aula, ¿no? Porque también vemos que hay muchísimos casos de bullying en las aulas, pero qué bueno sería también ponernos en el otro lado y ver qué sucede si resulta que es mi hijo, ¿no? El que realiza ese bullying o ese ciberacoso, porque casi siempre es verdad que nos preocupamos de que nuestros hijos sean las víctimas, ¿verdad? Pero hay unos números que son muy claros y es que si en nuestro país hay unos 220.000 estudiantes que son víctimas de acoso escolar, eso significa que existen más de 74.000 acosadores.
Por eso, para mí, yo creo que una de las llamadas más difíciles y probablemente también de las más inesperadas es aquella en la que el centro escolar te comunica que ese bebé que tú sostuviste en brazos hace tan poquito tiempo resulta que ahora está ejerciendo acoso sobre sus compañeros. Entonces, ¿qué podemos hacer si nos vemos en uno de estos casos? Esto sucede muy deprisa, ¿vale? En realidad es un momento muy de shock, seguido por un sinfín de dudas que nos llegan a la mente y casi siempre nos llega también esa sensación de culpa, ¿verdad? La necesidad esa real de tener que actuar deprisa porque, por desgracia, para cuando el conocimiento del acoso llega a los adultos, la conducta ya está casi siempre muy instaurada y, de alguna manera, el daño del acoso entre los iguales puede perdurar toda la vida, pero ese daño ya está hecho.
Entonces, vamos a dejar una cosa clara que yo creo que antes de seguir debemos comentar y es que el acoso escolar no aparece únicamente como consecuencia de los fallos de una madre o de un padre, de los fallos que nosotros hayamos podido cometer como padres, no. El acoso escolar es un problema social, es un problema grave, en el que la punta del iceberg es lo que sucede entre esos adolescentes.
Así que hay que tratar de sobreponerse a la culpa, esto es lo primero, y también de evitar reducir al acosador a esa conducta por muy desviada que sea, porque aquí yo creo que lo mejor es mantener la cabeza fría, afrontarlo con serenidad, porque con una intervención adecuada, desde luego, la conducta puede cambiar y eso es al final lo más importante. ¿Por qué llega un adolescente a acosar? Pues yo creo que como todos los problemas educativos es muy fácil caer en la simplificación y muy complicado dar una explicación que valga para todos los casos, es cierto, así que nos vamos a ceñir en lo más frecuente, porque en realidad, y sin pretender caer en el alarmismo ni mucho menos, cualquier chico o chica por normal entre comillas que parezca puede terminar actuando como un acosador si se dan las circunstancias adecuadas. Y me está viniendo ahora mismo a la mente la famosa serie de adolescencia, que está ahora tan en auge en todas las redes sociales y que tanto se habla de ella, que por cierto yo la he recomendado y la recomiendo, ¡ojo! no la recomiendo como una herramienta educativa.
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