233. Risas inoportunas: se ríen cuando les regañas. 1q2d6s

Bienvenido a Adolescencia Positiva, el programa donde vas a descubrir cómo mejorar la comunicación con tus hijos. Conocerás a psicólogos, sexólogos, coaches, padres y educadores que te descubrirán las mejores herramientas para trabajar desde casa. Comienza tu camino hacia el buen entendimiento en este nuevo episodio con Diana Alacena.

Hola, hola familias, ¿qué tal estáis? Bienvenidos al podcast, episodio 233 de Adolescencia Positiva. Hoy estoy grabando desde Cancún, México. Llevo una semana trepidante, maravillosa, feliz de trabajo porque estuve en la prepatec de Monterrey dando una conferencia magistral maravillosa con un público excepcional y muy receptivo. He aprovechado que ya que había venido a México y hacía mucho tiempo que me apetecía visitar esta zona, pues he aprovechado también para pasar un par de días y descansar un poquito, que creo que me lo merezco. Hay que cuidarse, hay que cuidarse. He visto la ocasión de aprovechar estos días y hacerlo. De hecho, vengo sola, que hay muchas personas que me han preguntado por redes sociales ¿Vas sola? ¿Estás viajando sola? Bueno, viajo en la mejor de las compañías, que es la mía, con lo cual no me siento sola en ningún momento. Y creo que es bonito también tener estos momentos, dedicarte a esos para ti, de reflexión, de pensar en qué es lo que quieres para tu vida, para la vida de tus hijos también.

Pero sobre todo para la tuya, el tener esos momentos, recordar incluso momentos en mi adolescencia en las que a lo mejor estaba sola en casa o no había nadie o tenía que ir a estudiar fuera, iba sola. Claro, son tantos años los que llevo con mis hijos, he estado casada muchos años también, con mis padres, con mis amigos, que a veces tener estos momentos así de silencio también viene bien. Dan un poquito de vértigo, tengo que decirlo, que para mí no fue fácil decir, venga, me cojo el petate, me voy para México y doy la conferencia y me vuelvo. No, no, me voy a quedar en Cancún un par de días para mí. No fue fácil, parece un momento de mucha ilusión el decir, bueno, claro, yo también me iría con los ojos cerrados, pero a la hora de la verdad, cuando vas sola, cuando no vas con nadie más, bueno, pues siempre te da un poquito de respeto. No voy a decir miedo, pero sí respeto y tengo que decir que para mí ha sido una experiencia maravillosa salir de la zona de confort, que es algo que he hecho mucho durante mi adolescencia, pero que bueno, pues también es bueno que cuando somos adultos seamos capaces de hacerlo.

Y quiero mandar un saludo, no se me olvida, Erika, no se me olvida, quiero mandar un saludo muy grande a Erika, que bueno, que tuvo la maravillosa idea de acercarse hasta el hotel en el que yo estaba alojada en Monterrey, había hablado conmigo por correo y habíamos quedado para vernos, porque quería tener mis libros y bueno, pues ya los tienes, Erika, un saludo y me hizo mucha ilusión que te tomaras la molestia de acercarte hasta el hotel para para conocernos personalmente, así que bueno, pues un saludo muy fuerte para ti y para tus adolescentes. Y aparte de todo esto que os estoy contando, bueno, como he dicho, pues estuve dando una conferencia y en un momento dado, ya al final de la ponencia, se acercó una madre que me quiso exponer un caso que le sucedió con su hijo no hacía mucho, y es que se enfadó muchísimo una noche en que su hijo iba a llegar a casa a las 12 de la noche, supuestamente, pero que no apareció por la puerta hasta la una de la mañana.

Y claro, esta mamá estaba pues lógicamente muy preocupada, muy nerviosa, porque además no era la primera vez que su hijo, que su adolescente, lo hacía. En esta ocasión ya tenía preparada ella sus charlas y, por supuesto, el castigo que le iba a dar a su hijo cuando entrara por la puerta. Y para sorpresa de esta mamá, resulta que no sólo su adolescente pasó de escucharla por completo, sino que para colmo le entró la risa al ver a su madre tan alterada. Imagina el sentimiento de dolor que tenía esta mamá cuando sintió que su hijo pues se reía de su preocupación. Y bueno, pues yo lo que quiero es hoy, precisamente en el podcast, hablaros de cómo, o mejor dicho, qué podemos hacer cuando nuestros hijos se ríen de nosotros mientras les estamos regañando, que esto sucede mucho. Incluso en las aulas, si eres profesor, seguro que también te ha podido pasar en algún momento, ese momento en el que estás ahí echando la bronca a los alumnos o regañándole porque no ha traído los deberes, o porque no tiene un buen comportamiento, y en lugar de hacerlo...