220. METABOLISMO 2: Lo que NO te CUENTAN de las CALORÍAS y el BALANCE ENERGÉTICO 481c46

Bienvenidos al capítulo 2 de esta serie sobre metabolismo, que si me conozco un poco va a acabar teniendo más entregas que Fast and Furious.

Hoy entramos en territorio polémico, las calorías.

Veremos a ver las críticas.

Este numerito mágico que todos repiten sin saber muy bien qué significa, pero que decide lo que comes, lo que quemas y, seguramente, lo que a muchos os obsesione.

Primero te haré la versión rápida para los que tenéis prisa o no sois tan curiosos, que espero que seáis los mínimos, pero luego iremos al lío, lo que mola.

Si todo fuera tan simple como comer menos o gastar más, ¿por qué hay tanta gente que no le funciona? ¿Por qué hay tanta gente frustrada? Si el balance energético lo explica todo, ¿por qué en la práctica a casi nadie le funciona? Y sí, todos tenemos un cuñado que lo tiene clarinete.

Lo importante es el déficit calórico y punto final.

Gracias, crack.

Premio Nobel en camino.

El problema no es lo que no dice tu cuñado, es todo lo que no dice.

Hoy vamos a desmontar la teoría Zico, calorías in versus calorías out, para entender por qué no es tan simple, ojalá, como así parece, y por qué el cuerpo no es una calculadora, por desgracia, que sería más fácil.

Es más bien un bicho adaptativo, cabezón y muy eficiente, que hará lo posible por no perder energía, incluso cuando tú solo quieres perder grasa.

¿Listo? Pues venga, vamos al grano.

Pero, profe, ¿por qué esto es tan importante? ¿Por qué eres tan pesado con la energía y calorías? Porque a simple vista todo parece muy fácil, de hecho, demasiado fácil, ¿no? Es decir, si comes menos energía de la que gastas, perderás grasa.

Y si comes más energía de la que necesitas y entrenas fuerza, puedes ganar músculo.

Bien, ese cuñado que ha leído dos posts en Instagram lo tiene muy claro.

Lo importante es controlar la cantidad y la calidad de la energía que consumes.

Así mejoras tu estética y mejoras tu rendimiento.

Gracias, cuñado. Otra vez, premio Nobel en camino.

Y, ojo, que tu cuñado no miente. El problema no es lo que dice.

Repito, es lo que no te está contando.

Porque una cosa es enunciar una condición.

Es decir, comer menos energía de la que gastas.

Y otra, muy distinta, es hacer que esa condición se cumpla.

Comer menos energía de la que gastas no es un consejo.

Es el resultado que se debe dar.

Y que depende de muchas variables que ya veremos en detalle, poco a poco.

Veréis, a mí me gusta mucho explicarlo a mis alumnos con ejemplos de fútbol.

Así me entienden todos. A ver si así cuaja.

Esto es como ganar un partido de fútbol.

¿Tienes que marcar más goles que el rival? Sí o sí.

¿Y cuál sería el consejo entonces? Eh, chavales, tengo la receta mágica.

Lo tengo claro. Hay que marcar más goles que el adversario.

Gracias, Capitán Obvio.

Esto es una estupidez. O no.

Porque también te podrían contestar que es cierto.

Que han visto mil estudios, mil partidos, y que todos los equipos que ganan es porque han marcado más goles que sus rivales.

Y, claro, tú le responderías que eso ya lo sabes.

Lo difícil es cómo lo logras.

En el ámbito del fútbol necesitas una estrategia, una táctica.

¿Cómo atacas? ¿Cómo defiendes? ¿Quién juega arriba? ¿Táctica balón parado? ¿Si llega fresco al minuto 90? Pues con las calorías pasa exactamente igual.

No sirve decir hay que gastar más calorías de las que ingieres.

Es una condición sine qua non.

Eso ya lo sabemos todos.

La pregunta real es ¿cómo puedo gastar más? ¿Cómo puedo ingerir menos? O, de otro modo, ¿cómo hago que mi cuerpo use más ATP del que entra por la boca? Porque el cuerpo no es la calculadora que muchos creen.

Es una máquina adaptativa, biológica, y, repito, muy cabezona, que ajusta el gasto cuando ve que le estás metiendo menos comida.

Repite que quieres sobrevivir.

Se protege, reduce funciones, te da hambre y se vuelve más eficiente, por desgracia, a veces demasiado eficiente.

Y ahí es donde empieza el problema real.

Es que tu cuerpo se ha hecho muy eficiente.

Esta teoría Zico, calorías in versus calorías out, no está mal.

Es el resultado, es una condición que se tiene que dar.

No lo podemos criticar.

Es una ley termodinámica.

Lo que está mal es creer que controlando estas variables tan fácilmente lo podemos mejorar.

Lo que ingieres no es lo mismo que lo que absorbes.

Ahí está uno de los problemas.

Y lo que gastas no es lo mismo que lo que pierdes.

Por eso hago esta serie de vídeos.

Y lo que dices que comes, rara vez es lo que realmente comes.

Hay estudios, fijaos, que muestran errores hasta un 30% o 40% al autodeclarar comida.

Un 40%.

Así que sí, hay que crear un balance energético negativo para perder grasa.

Pero igual que hay que marcar más goles que el rival para ganar.

La verdad.