1835. La vida nos indica todo el rato por dónde seguir 4n5e4a

Muy buenos días. Bueno, lo primero que quería es agradecer a las personas que lleváis mucho tiempo aportando algún dinero, a los que nunca os he agradecido diciendo vuestro nombre, aunque hay muchas personas que están como anónimos y no no ve su nombre, o a las personas que ya lo habéis hecho en el pasado y a lo mejor nunca os agradecí. Os agradezco mucho porque el dinero que habéis puesto me ha sido muy útil durante estos últimos ni más ni menos que ocho años. Ahora tengo unos cuantos nuevos nombres y querría decirlos para agradecerles. Vicente Luis, me puso un dinero como reconocimiento a los audios de Buscadores de Sentido. ¿Qué te voy a decir? Muchísimas gracias porque es muy generosa tu aportación. Te lo agradezco muchísimo. Yo me veo un poco más que pagado como si tuviese, como lo llamaban antes, mecenas. Así lo siento. Ana Jiménez, muchísimas gracias.

Juanmi, Aleida, Ángeles, Miriam, David Ignacio, Kiko, Nieve, Diego, Jomaganu, Matías, María del Pilar, gracias a ti. Luis, los cafés del mes desde Miami, me dice, de corazón, pues de corazón, muchísimas gracias a ti. Y José Antonio, muchísimas gracias. Muchísimas gracias a estas personas que últimamente me han puesto algún dinero y a todos los que lo habéis hecho en el pasado. Muchísimas gracias. Como mecenas, os habéis ganado el cielo. Bueno, vamos con nuestro audio. Y a la hora de decidir, tengo un marcador, el marcador del que hablaba Antonio Damasio, el marcador somático, la información del cuerpo, que también me pone límites. Mi propio sentir me marca límites. Estoy condicionado por cómo me siento ante las cosas. Y por otro lado, podríamos decir que la vida nos está guiando. Todo el rato nos está guiando, nos está diciendo.

Desde las cosas más básicas, tiene sueño, duerme, duerme, nos está diciendo. Todo el rato nos está diciendo qué hacer, todo el rato. Lo que pasa que nosotros no tenemos la atención tan refinada como para poder escucharlo de verdad. Y cuando llegamos a cómo vivir, al sentido en esta vida, no al sentido de la vida, sino que nosotros percibamos sentido. Oye, mi vida tiene sentido, mi vida es rica, mi vida tiene contenido. Mientras no vivamos algo así, percibiremos un mal sentir. La vida, lo único que está diciendo ahí es, busca sentido. Busca sentido en lo que vivas. Y tú dices, pero ¿y dónde lo encuentro? ¿Qué tengo que hacer para que esto tenga sentido? Y la vida está ahí callada, pero si pudiese diría, escúchame, esto que estás haciendo no tiene sentido. A ver, haz otra cosa. Oriéntate de otra manera.

Y no me refiero a estoy en un trabajo y voy a hacer otro. Me refiero a desde dónde vivir, que es de lo que hablo yo aquí todo el rato. ¿Cuál es la motivación de vida? Ya cuando buscas mucho, los que tenemos más de 50 años y hemos sido buscadores de sentido, hemos buscado mucho, hemos hecho de todo. Hemos buscado en el sexo, en las drogas, en el alcohol, en no dormir. Luego hemos buscado en dormir, en la disciplina, en el deporte, yo qué sé, en todo. Luego en los trabajos, en triunfar socialmente, en tener dinero. Cuando ya has probado de todo, ya puedes decir, vale, ¿cuándo he sentido yo que en mi vida había verdadero sentido? ¿Cuándo he percibido yo eso? ¿En qué momentos? ¿Cómo me he orientado? Y entonces ahí vas descubriendo, la vida siempre ha estado ahí diciéndonoslo. Con esto te sientes bien. Ah, vale, pero también me siento bien tú.