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Hubo un pequeño momento de emoción viendo las fotos de Sevilla pensando que te habías cortado el pelo, pero no. Sí, había uno que se parecía mucho a ti por detrás. Igualito, igualito a...

Bienvenido a TDH, tus 15 minutos semanales sobre tecnología y primavera que la sangre altera.

Pues perdón, repite porque se cortó el audio tuyo. No jodas. Bueno, por lo menos se cortó a mi lado y para asegurarme te di por saco. Venga. Vamos allá.

Tum, tum, tum, tum. Bienvenido a TDH, tus 15 minutos semanales sobre tecnología y primavera que la sangre altera. Un episodio pleno de novedades de nuestros malvados favoritos y noticias abracadabrantes de la tecnoesfera universal. Pero ¿por qué te empeñas en ponerte tragolenguas en las presentaciones, tío? Lo he dicho a la primera, a la primera.

Tres tigres. Ya la vida es difícil, no te pongas esas palabras. No te pongas trampas a ti mismo.

Bueno, veáis cómo estáis contentos porque ha llegado la primavera, chavales. Por fin salimos de ese pozo. La primavera la sangre altera. Por eso, salimos de ese pozo sin duda de invierno y con ello llega el optimismo y el buen rollito. Mañana llueve, también te digo. Ya están los cenizos y de repente las noticias se ven con otro color. No veis las noticias con ese color verde esperanza y el optimismo que lo bueno está a punto de caer. Está llegando ya. Si es lo que está a punto de caer, ya te digo yo que sí.

Y lo bueno, efectivamente nos van a dar lo bueno. Viene la declaración del IRPF. Esperad, ya viene por nosotros.

Bueno, lo mejor que podíamos hacer para estrenar esta primavera es tirarnos de cabeza en algunas de las noticias que la tecnoligarquía ha generado en estas semanas y dejar que salgan los colegos.

Formas bastante más divertidas de estrenar la primavera. Pero esta es una.

Esta es buena, esta es buena. Os traigo chicha para que mis queridos colegas despedecéis.

Roger, tu chicha tienes para ahorita más, no te preocupes.

Bueno, pues eso, para que machaquéis a conciencia las implicaciones de nuestros tecnovillanos favoritos. Así que, al lío.

Bueno, supongo que vosotros dos os acordáis de que hace unos meses Boeing lanzó al espacio a un par de astronautas llamados Wilmore y Williams a la Estación Internacional.

A los que se les quedaron allí olvidados. Para un par de días los mandaron.

Iban para un par de días y tuvieron que quedar nueve meses. Como un embarazo.

Fue una venganza de sus hijos por haberlos dejado algún día hasta tarde en el cole.

Pues nada, los mandaron a bordo de esa nave fantástica que tuvieron que mandar de vuelta porque perdían helio por todas las esquinas.

Llamada Starliner. Y no les quedó a los rapaces más remedio que esperar a que una nave de rescate.

Bueno, de rescate no, en realidad iba a llevar suministros, pero la prepararon para que llevara también personas, para que pudiera mojar personas.

Llamada Crew Dragon, de nuestro archivillano favorito, nuestro Tito Elo.

Pues esperaba que Sam Crew Dragon tuviera bien subir hasta la Estación Espacial Internacional para recoger a los chavales y volverlos a casita.

Pues todo esto no tendría mayor enjundia, a pesar de que Trump y Elon dijeran que los dejaron abandonados en la EEI.

Si no fuera porque no sirve como ejemplo plus con perfecto para que Bill se ponga engalanado y engole la voz para reflejar la importancia de la palabra interoperabilidad.

El tema es que estos chicos...

Interoperabilidad.

Así, así, para que lo digas ahí con tono bueno.

El tema es que estos chicos, W&W, suena casi como a Volkswagen.

Y si le das la vuelta son M&M.

También, pues subieron con unos trajes super megachachis, cortesía de la NASA, en ese chisme de Boeing, en ese Starliner.

Y cuando tenían que bajar de vuelta a la SpaceX, pues ya no podían utilizar los trajes de Boeing, sino que tenían que utilizar los trajes de SpaceX, los de Tito Elo.

Excuse me.

Sí, y yo creo que Billy ya lo está viendo llegar.

A estas horas es lo que pasa cuando dejas a la NASA y a SpaceX y se llama traje espacial, que no son compatibles entre sí.

Excuse me.

Es decir, los terminales de los umbilicales, esos tubitos que llevan pues tonterías como el aire y la refrigeración y las comunicaciones, las conexiones con las naves, no son interoperables.

Y no podían llevarse un adaptador OSG.

Pues sí.

Eso estaba bien pensado.

¿Tú no tienes una bolsita de cables en el que llevas contigo cuando vas por ahí viajando? A todas partes, a todas partes. Llevo más cables que neceser.

Yo también.

Por eso. Es decir, el trajecito de la NASA no funciona en la Crew Dragon y el de la Crew Dragon no funciona en la NASA.