151 - Se hace camino al andar 3gt24

Hoy quiero invitarte a que escuches un capítulo un poco experimental, a ver qué tal sale.

Como quizás sepas ya, y si no lo sabes te lo cuento ahora, yo escribo una newsletter.

Esta newsletter es un correo que llega de manera semanal a las personas que están suscritas a él y al que por cierto te puedes suscribir en mi web raulhernandegonzalez.com.

La cuestión es que en estas newsletters lo que suelo hacer es escoger un tema, una idea muy concreta y tratarla de una manera bastante concisa, bastante yendo al grano.

Digamos que cada edición de la newsletter puede estar en torno a las 500 palabras, no mucho más.

Fíjate que creo que ese es un formato que de cara a la lectura funciona muy bien, o al menos yo tengo la sensación de que funciona muy bien, porque cuando una persona se pone a revisar su correo electrónico y a ver las newsletters, pues no tiene el tiempo ni las ganas de ponerse a hacer una lectura muy profunda, al menos a mí como lector me pasa.

Si acaso veo algún artículo que me llama la atención, bueno pues tengo que dedicarle un tiempo específico a ello.

Con lo cual hacer un formato así cortito, de idea súper concreta, súper resumida, creo que llega bien, que es muy fácilmente digerible y que como digo, en formato escrito funciona muy bien.

Sin embargo, con el podcast me pasa algo distinto.

Tú piensas que esas 500 palabras que yo podría emplear en cada newsletter, si lo llevo al terreno de lo hablado, da para 3 minutos, 4 minutos, exagerando mucho.

Y así como un formato corto en lectura me parece que funciona muy bien, en podcast creo que no funciona.

Al menos yo sería incapaz de ponerme un capítulo de un podcast de 3 minutos.

Tengo la sensación de que no sería útil.

Yo como consumo podcast, y no sé si es tu caso también, pero suele ser cuando voy conduciendo, suele ser cuando salgo a caminar, suele ser momentos donde me funcionan muy bien los formatos más largos.

¿Qué pasa? Que cuando yo hago episodios del podcast, lo que busco es una idea un poquito más larga o desarrollarla de una manera un poquito más profunda.

Cuando hago píldoras suelen ser en torno a los 15-20 minutos, que yo creo que ya tiene su punto.

El problema es que no suelo tener tantas ideas lo suficientemente largas como para generar capítulos del podcast.

Y de hecho habrás notado que en los últimos tiempos no suceden los episodios de una manera tan frecuente.

También yo mi forma de procesar la información tiene mucho que ver con esos formatos cortos.

Yo siempre me he encontrado muy a gusto escribiendo cosas pequeñas, desarrollando ideas como muy concretas, y la idea de hacer un artículo largo o incluso un libro, como sucedió con el que escribí con mis compañeros de Kenzo, pues se me hace siempre como muy cuesta arriba.

Tengo la sensación de que soy impaciente, de que las ideas quiero trasladarlas de una manera muy directa, y que cuanto más largo es el formato, más difícil me resulta hacer eso.

Con lo cual, lo que quiero hacer hoy, y si funciona bien hacerlo en el futuro, es buscar un término medio.

Es utilizar el podcast para lanzar reflexiones cortas sin someterme a la presión de que tengo que sacar un capítulo largo, homogéneo, redondo, como quizás haya sucedido a esta hora.

Y la forma en la que pretendo hacerlo es ayudarme de Twitter.

Bueno, ya no se llama Twitter, se llama X, pero para mí, en mi corazón, siempre será Twitter.

Yo descubrí Twitter en 2007, hace de esto, por lo tanto, pues imagínate, 18 años.

Y desde entonces, a pesar de que de inicio tuve mis reparos, me parecía una idea absurda, y de hecho lo malo de tener un blog es que eso está escrito, escribí un artículo que se llamaba Twitter el Mancuentro 2.0.

Decía, supongo que muchos lo recordarán, hablamos de hace unos 10 años, cuando los móviles empezaban a apurular en nuestro país, hasta el punto de que te los regalaban prácticamente comprando una lata de refrescos.

Y en determinados círculos no se utilizaba para conversaciones normales, sino meramente para informar de dónde estaba uno o qué estaba haciendo.

Mancuentro la pescadería, mancuentro tomando una caña.

El inventito este de Twitter es el Mancuentro 2.0.

Cuando me enteré de qué iba la historia, básicamente un servicio web por el que puedes informar a tus amigos.