🌹 Donde duele, florece: una Rosa para el alma | EP03 - Dependencia emocional y renacimiento 9664q

Hoy viene al podcast Rosa Arasanz, una amiga mía, y os voy a presentar quién es. Porque mira, es terapeuta, especialista en hipnosis, en regresión emocional. Lo estoy leyendo que no me quiero dejar nada. Y, vamos a decirlo claro, en mirar donde duele. Esta es heavy.

Justo cuando ya no tienes más excusas para seguir evitando. Rosa no te viene a vender humo, ni frases vacías. Te acompaña si estás listo, si estás lista. Y si no, también. Porque cuando ya te mira, hasta el inconsciente se pone firme. No es broma. Se ha reconstruido más veces que algunas personas han reformado su cocina. Y lo ha hecho con una elegancia silenciosa que te desarma.

Bueno, lo de silenciosa ahora lo veremos, porque veréis que no calla. Y hoy viene con ganas de compartir tomando un café. Bueno, no, no, no. Lo del café es broma. Luego os contamos por qué, pero lo del café va a ser que no. Eso sí, cuidado. Porque esta mujer te hipnotiza, pero no con péndulos. Te hipnotiza con la verdad.

Así que, ahora sí, Rosa, Rose, ¿cómo estás? Hola, Manu. Bien, con agua en lugar de café. Luego contamos por qué. Encantada de estar aquí, de acompañarte. Compañera, te considero compañero, amigo. Soy tu fan número dos o tres. Creo que estoy detrás de Mario y alguna persona humana. Y feliz de estar aquí y ver dónde nos lleva.

Muy bien. Pues, oye, gracias por aceptar la invitación que creo que te hice ayer. O sea, las cosas con tiempo, como me gusta hacer. Y en un día muy especial para ti, que es el día de San Jordi. No lo emitimos en San Jordi, pero hoy es San Jorge, San Jordi, el día de los libros, el día de la Rosa. ¿Y qué más para ti? Uf, hoy es uno de esos días que cambió mi vida. Yo, San Jordi, lo había celebrado siempre muchísimo. Hoy, hace 13 años que mi vida dio un giro significativo, me fui de Barcelona. Yo vivía muy cerquita de aquí. Siempre digo, no sé hasta dónde puedo decir animaladas, siempre digo que me fui por amor y me quedé donde estoy por gilipollas.

Creo que esa la puedes decir. Pues, me fui por amor, me quedé por gilipollas y ahí empezaron a aparecer cojines en mi vida. Entonces, este año realmente mi sonrisa vuelve a ser cierta, natural y viendo nacer cosas muy bonitas. Por lo cual, cuando ayer me dijiste, ¿te enrola? Dije, uf, el mejor regalo que me pueden hacer en San Jordi.

Qué guay. Bueno, pues vamos a ir desgranando porque, claro, has contado como el principio y el final de la historia sin contar toda la historia. Así que, venga, la primera pregunta importante que es la que da el título a este podcast, ¿no? Hasta los cojines de sobrevivir.

¿En qué momento te diste cuenta que estabas hasta los cojines de sobrevivir? Creo que en el momento que me di cuenta que estaba sobreviviendo fue en esta casa. Bueno, no estábamos en esta casa todavía, pero fue contigo. Fue cuando te conocí por... Bueno, estaba... Yo arranqué un buen día en una sala de hotel, en un evento que dirigías tú, y me di cuenta que realmente llevaba muchos años sobreviviendo. Lo de los cojines vino luego. Luego fueron apareciendo cojines por mi vida porque fueron identificando estos episodios, pero no había sido consciente de que sólo sobrevivía. O sea, yo pensé que tenía una vida súper cojonuda, una vida hiperplena. Y después de una hostia potente, la vida me puso...

Os puso ahí para que yo fuera capaz de ver que realmente no estaba viviendo mi vida, estaba viviendo la vida de todos los demás. Una hostia potente. Cuenta.

Hostia potente. La hostia potente significa alguien que abre una caja de Pandora, porque inicialmente también lo responsabilicé de todo lo que me ocurría, y lo único que hizo fue mostrarme una herida. Fue una separación. Una separación de la noche a la mañana, nunca mejor dicho, porque a mí me dejaron a las cuatro de la mañana en plena borrachera. Entonces, todo muy cachondo, ¿no? Cariño, ya no quiero saber nada más de ti. Y dices, joder, espérate, que se me ha pasado este pelotazo tan caro en un minuto. O sea, una locura.

Se me ha bajado el globo de golpe. Ajá. No sé si se bajó, se explotó, era como una burbuja aquello. Y realmente en aquel momento era todo drama, toda tragedia, toda víctima. Y lo único que hizo fue mostrarme cómo había sido toda mi vida, de escapismo absoluto, con bromas, con mucho trabajo. Yo me labré una carrera muy potente, creo que por esconderme.

Y aquella noche explotaron muchas cosas. La madre,