
042 - "Las Ratas de las Paredes", de H.P. Lovecraft d3f3g
Descripción de 042 - "Las Ratas de las Paredes", de H.P. Lovecraft z2052
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Un libro es, uno de los objetos más mágicos que el ser humano haya creado jamás.
En él, una mente penetra en la nuestra a través del tiempo y del espacio.
Pónganse cómodos y acompáñenme, soñadores y soñadoras, dejemos que los mitos de Lovecraft exploren los más oscuros rincones de nuestro ser.
Las ratas.
El 16 de julio de 1923 me mudé a Aix-en-Priori en cuanto el último obrero acabó su trabajo.
La restauración había sido una empresa de envergadura, porque quedaba poca cosa del desmantelado edificio salvo su cáscara ruinosa, pero dado que había sido morada de mis antepasados, no quise renunciar por cuestión de presupuesto.
El lugar no había sido habitado desde el reinado de Jacobo I.
Época en que una tragedia horrorosa, aunque poco explicada, acabó con el señor, cinco de sus hijos y varios criados, arrojando una sombra de sospecha y terror sobre el hijo tercero, mi predecesor por línea directa y único superviviente de la odiada estirpe.
Con este único heredero denunciado como homicida, la propiedad revirtió a la corona, puesto que el acusado no hizo intento de exculparse ni de recuperar la propiedad, dominado sin duda por un horror superior al de la conciencia o la ley, y manifestando tan solo un deseo frenético de borrar el antiguo edificio de su vista y su memoria.
Walter de la Poer, un décimo varón de Aix-en-Priori, huyó a Virginia, donde fundó la familia que un siglo después fue conocida como de la Pore.
Aix-en-Priori había estado desocupado, aunque más tarde fue incorporado al patrimonio de la familia Norris y muy estudiado por su arquitectura particularmente compuesta.
Una arquitectura en la que había torres góticas sobre una infraestructura sajona o romántica cuyos cimientos, a su vez, eran de un orden o mezcla de órdenes más antiguos, romanos o incluso druídicos o galeses, si las leyendas dicen la verdad.
Sus cimientos son muy singulares.
Y en un lado se funden con la sólida caliza del precipicio desde cuyo borde el priorato domina un valle desolado que hay tres millas al oeste del pueblo de Anchester.
A los arquitectos y los arqueólogos les fascinaba estudiar esta extraña reliquia de siglos olvidados.
Pero los campesinos la odiaban.
La habían odiado hacía siglos, cuando vivían en ella mis antepasados.
Y la odiaban ahora, con el musgo y el moho del abandono cubriéndola toda.
Aún no llevaba yo un día en Anchester cuando supe que provenía de una casa maldita.
Y esta semana los obreros han volado ex a priori y se afanan en borrar cualquier vestigio de sus cimientos.
Siempre he sabido la estricta estadística de mi ascendente.
Comentarios de 042 - "Las Ratas de las Paredes", de H.P. Lovecraft i2w47