02 Elementos básicos del sonido 1t2l4l

CURSO DE APRECIACIÓN MUSICAL ELEMENTOS BÁSICOS DEL SONIDO Hola. Hoy vamos a explorar algo que quizá damos un poco por sentado.

La música que nos rodea, ¿no? Hola. Sí, totalmente. A veces está ahí, de fondo.

Exacto. Y el material que hemos estado viendo plantea una idea interesante.

Es lo mismo oír que escuchar.

Buena pregunta. El texto sugiere que no.

Para captar de verdad la música hay que entender sus componentes.

Justo. Como conocer los ingredientes de una receta antes de probar la verdad.

Eso es.

Y según esto, los ingredientes claves son cuatro cualidades del sonido.

El tono, el timbre, la intensidad y la duración.

Los cuatro pilares, digamos.

Pues sí. Así que el objetivo hoy es desgranar un poco estos elementos.

Ver cómo fijarnos en ellos puede enriquecer nuestra forma de conectar con la música.

Me parece un buen plan.

Venga, pues empezamos con el tono.

A ver, es esa cualidad que nos hace decir si un sonido es agudo o grave.

La altura del sonido, sí.

Eso. Y físicamente tiene que ver con la frecuencia de la onda sonora.

Se mide en hercios, en hz.

Cuantos más hercios, más agudo.

Exacto. Aunque el oído humano capta un rango enorme, ¿eh? De 20 a 20.000 hercios.

Sí, pero en la música no usamos tanto.

No, claro. Suele moverse más bien entre 40 y 4.000 hercios, más o menos.

El texto mencionaba el la 440 hercios.

El famoso la de afinar, sí. El de apazón.

Ese mismo. Y bueno, el tono es la base, ¿no? La materia prima de las melodías y de las armonías.

Claro. Y reconocer bien el tono te ayuda a seguir las líneas melódicas, a notar cómo se mueven las voces o los instrumentos.

Te ayuda a entender la estructura.

Justo. Percibes mejor la armonía, la parte vertical, y la melodía, la horizontal.

Y hasta la emoción, ¿sabes? Los agudos a veces suenan, no sé, más ligeros o tensos.

Y los graves más solemnes, quizá.

O con más peso, sí. Es interesante cómo lo asociamos.

Muy interesante. Bueno, sigamos. El timbre. A este se le llama a menudo el color del sonido, ¿verdad? El color, la textura, sí. Es lo que nos deja saber si una nota la toca un piano, una flauta o una guitarra.

Aunque sea exactamente la misma nota con el mismo todo y todo.

Exacto. Y eso se debe sobre todo a la mezcla de armónicos que tiene cada sonido. Pero, influyen más cosas.

¿Cómo que? Pues el material del instrumento, cómo se toca, la forma en que se produce el sonido.

Entiendo.

Y el timbre es… es crucial. Para un compositor, es su paleta de colores sonoros.

Define la identidad de cada instrumento, de cada voz.

Ya. ¿El material mencionabas eso de escuchar versiones distintas de una canción? Claro. Una versión acústica y una electrónica de la misma canción pueden parecer mundos aparte.

Totalmente.

El timbre no solo diferencia, sino que modela la atmósfera, el impacto. Es una herramienta expresiva muy potente.

Desde luego. Venga, pasamos a la intensidad, que esto es básicamente el volumen.

¿Fuerte o suave? Sí.

La percepción de si algo suene fuerte o flojo. Y físicamente es la amplitud de la onda. Se mide en decibelios, dB.

Como un susurro, que son unos 30 dB, o una conversación normal sobre 60.

Exacto. Y en música hablamos de dinámica, con términos como piano, fuerte… Suave, fuerte. Y los cambios, claro. El creciendo, que sube el volumen, o el disminuendo, que baja.

Y esta dimensión, uf, es puro drama. La dinámica es clave para la expresividad.

¿En qué sentido? Pues los contrastes fuertes, de repente suave y luego fuerte, pum, crean sorpresa, énfasis.

Ya.

Y los cambios graduales, los crescendos, crean tensión, expectación, o relajación si es un disminuendo.

Es una forma muy directa de tocar la emoción.

Es como controlar la energía de la música.

Energía controlada. Eso me gusta. Exacto. No es solo volumen.

Bien. Y nos queda la duración. Si un sonido es corto o largo.

El tiempo que dura, sí.

Aunque en física se mida en segundos, en música lo vivimos de otra manera, ¿no? Con el pulso, el compás… Claro, y las figuras rítmicas, las negras, las corcheas, los silencios… Los silencios, que también cuentan.

Y mucho. La duración es la base del ritmo, de cómo se organiza todo en el tiempo.

Es lo que le da estructura temporal.

Eso es. Organiza el flujo, crea patrones que nos hacen sentir el movimiento, la estabilidad, o lo contrario.

Entender el fraseo de una melodía, por ejemplo.

O sentir el empuje de un ritmo, o el impacto de una pausa justo donde no la esperas.

Da estructura y movimiento.

Y un punto importante que destaca el material es que estos cuatro elementos no van por separado.

Para nada. En cualquier sonido musical están los cuatro a la vez.

Tono, timbre, intensidad y duración. Siempre juntos.

Y si cambias uno, afecta a otro.