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Weird: la historia de Al Yankovic 2z3j1y
Descripción de Weird: la historia de Al Yankovic 352f10
Explora todas las facetas de la vida del músico y humorista Al Yankovic, desde su meteórico ascenso a la fama con éxitos tempranos como 'Eat It' y 'Like a Surgeon' hasta sus tórridas aventuras amorosas entre celebridades y su famoso estilo de vida depravado. 6g5447
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
En una animación, un robre pierde sus hojas.
12 Folk Pictures.
Una película original Roku.
Fanny or Die.
Tango.
La vida es como una parodia de tu canción favorita.
Cuando crees que ya te sabes la letra entera.
¡Sorpresa! No sabes absolutamente nada.
De noche, en un hospital.
¡Vamos, vamos! ¡Aquí! ¡Anda a la puerta! ¡Cuidado! ¡Cuidado! ¡Fuera! ¡Otra más! ¡Otra! ¡No puede ser! El corazón del paciente se detiene.
¡Maldito sea! ¡Joder! Se quita la mascarilla.
Observa a un auxiliar.
Tome nota, enfermera.
Mira su reloj.
Hora de la muerte, 7.30.
El paciente se incorpora.
Mira a su alrededor.
Agarra al doctor.
¡Rápido! Necesito papel y un lápiz del número 2.
Pero, igual me estoy adelantando un poco.
A cámara rápida rebobinan la vida del convaleciente.
¿Por qué no empezamos desde el principio? ¿Cuántas veces te hemos dicho que no escuches esta basura? Mamá, es Doctor Demento el programa que más me gusta del mundo.
Te pudrirá el cerebro.
Tienes suerte de que no sea tu padre quien te ha pillado, señorito.
Ya sabes lo que opina de esa música.
Sí, ya lo sé.
Su madre lo mira.
El niño está sentado en la cama.
Muy bien.
Ahora espabila y ve a lavarte.
La cena estará lista enseguida.
El pequeño se va.
Tiene el pelo moreno rizado.
Ella recoge el cuarto.
Estira la ropa de la cama.
Coge una camisa hawaiana de colores estampados.
La observa.
Baja la mirada a pesarosa.
Tiene el pelo negro y corto.
Mira hacia la puerta sujetando la prenda.
Giertz. La historia de Al Jankovic.
De noche.
En el comedor el niño cena con sus padres.
Al fin, ¿no vas a preguntarle a tu padre cómo le ha ido el día? ¿Qué tal el día, papá? Ha habido otro accidente mortal en la fábrica.
Ha sido horrible.
Era McKinley, el chaval que empezó la semana pasada.
Ya le decíamos que no se acercase a la trituradora industrial, pero no hacía ni puñetero caso.
Yo habría intentado sacarlo, pero ya perdí una mano por culpa de esa maldita máquina.
Lleva la prótesis enguandada.
Aparte de eso, hay una vacante en la planta baja.
Yo podría mover un par de hilos para que pases el verano trabajando con tu viejo.
¿Qué te parece? No, gracias.
No, gracias.
Tendrás que aprender antes o después que esa fábrica es lo que hará de ti un hombre.
Yo no quiero trabajar en la fábrica.
Quiero hacer canciones.
¿Cómo? ¿Qué quieres, hacer canciones? ¿Has oído eso, Mary? Tenemos a todo un Bing Crosby en casita, ¿no es cierto? Lo estás avergonzando.
¿En serio? ¿Por qué no nos cantas alguna cosilla, pequeño Bing? Si eres un pájaro cantor, no creo que te importe mucho.
Por el amor de Dios, ¿qué haces? La letra de esa canción no es así.
Ya lo sé.
La mía es mejor.
¿Y por qué cambias la letra a una canción tan conocida? Eso que haces confunde a la gente.
Es perverso.
Por Dios, no pienso consentir este tipo de blasfemias en mi propio hogar.
Pero, papá.
Dios mío.
¿Se puede saber qué te pasa, Alfred? Las cancioncitas, las revistas.
Todo esto se va a acabar desde ya, jovencito.
Cariño, sé que tal vez sea duro para ti, pero tu padre y yo lo hemos hablado tranquilamente.
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