La voz del obrero: 1 de mayo entre ideales, luchas y realidades. 5h1u1

¿Cómo están? Les doy la bienvenida a un nuevo episodio de Galeras, historias y anécdotas.

Estamos en la temporada 3. Bienvenidos a este episodio número 2. Les saluda Daniel Navarro, licenciado en historia desde Honduras. Hoy quiero invitarte a reflexionar sobre un día que muchas veces pasa desapercibido entre feriados, marchas y discursos oficiales. Pero detrás, el 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, se esconde una historia de sangre, dignidad, resistencia y esperanza.

Vamos a hablar de cómo surgió esta conmemoración, de qué representa ideológicamente, de las formas tan distintas en que se vive en el mundo y, sobre todo, de cómo resuenan nuestras tierras latinoamericanas y hondureñas, donde la lucha del obrero sigue siendo profundamente actual. Como dijo el revolucionario uruguayo Raúl Zendik, el trabajo no se vende, se defiende.

Todo comenzó en Chicago, Estados Unidos, en 1886. Es una época donde los obreros trabajan hasta 16 horas diarias. Los sindicatos comenzaron una huelga masiva para exigir la jornada de 8 horas. El 1 de mayo, más de 300 mil trabajadores se unieron a la protesta. Tres días después, en Highmarket, una bomba estalló durante una manifestación y la policía respondió abriendo fuego. Murieron manifestantes y policías y se arrestó a varios líderes obreros, muchos de ellos inmigrantes.

Cinco fueron condenados a muerte y se convirtieron en los mártires de Chicago. Y fue así como en 1889, el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional proclamó el 1 de mayo como Día Internacional de los Trabajadores. No fue un regalo, fue una conquista. Un recordatorio de que cada derecho laboral fue arrancado con lucha. El Día del Trabajo es mucho más que una fecha simbólica. Representa un punto de encuentro entre las demandas obreras, las luchas sindicales y el debate ideológico sobre el papel del trabajo en la sociedad.

Es una fecha que incomoda al poder porque recuerda que el trabajo dignifica, pero también esclaviza si no se regula, y nos obliga a preguntarnos ¿Quién se beneficia del trabajo de los demás? ¿Qué condiciones laborales existen hoy? ¿Qué tan vigentes son las demandas del pasado? En contextos neoliberales, donde se exaltan el emprendimiento y la flexibilidad laboral, el 1 de mayo nos recuerda que la historia está hecha por quienes madrugan, cargan, siembran, construyen y muchas veces no tienen voz.

En más de 80 países, el 1 de mayo es un feriado oficial. En muchos otros es un día de lucha o reflexión. Por ejemplo, en Francia se reparten lirios del valle como símbolo de solidaridad. En Cuba, las marchas son masivas con fuerte carga ideológica. En España y en varios países europeos, sindicatos y partidos de izquierda organizan concentraciones para exigir derechos. En Estados Unidos, curiosamente, no es feriado oficial, aunque hay actos de protesta cada año. Las formas varían, pero el mensaje es el mismo.

El trabajo necesita dignidad y justicia. En nuestra región,