Las victorias también se consiguen imponiendo los relatos y en la guerra de Ucrania ese relato se puede estar... c6l6o

Han pasado 1.176 días de guerra en Ucrania y ahora mismo puede que haya una oportunidad para la paz. El escenario puede ser Estambul y la fecha, este mismo jueves. Lo que diferencia esta oportunidad del resto, es que por primera vez podrían verse las caras el presidente ruso, Vladimir Putin y el ucraniano, Volodomir Zelenski. Serían las primeras conversaciones formales entre ambos países desde marzo de 2022. Fijate que hablo todo el rato en condicional, porque aquí no hay nada seguro. Putin sigue deshojando la margarita y no aclara si aparecerá o no en Estambul. Por lo pronto, ha descartado la propuesta europea de una tregua de 30 días para empezar a hablar de paz. Desde luego, si hay reunión al mas alto nivel, el que no se quiere perder la foto es el presidente estadounidense Donald Trump. Ya sabes que se ha autoimpuesto el papel de mediador en la guerra de Ucrania y ahora está en plena gira por los países del Golfo. Puedes estar de acuerdo o no con sus formas diplomáticas, pero lo cierto es que Trump ha conseguido forzar una negociación. Otra cosa muy diferente es que consiga forjar un acuerdo y que además sea justo. Mientras tanto, la guerra continúa y con ella la constante maquinaria de propaganda y manipulación entre bandos, un arma que Rusia sabe manejar con maestría. La semana pasada vimos cómo se denunciaba una campaña pro rusa en la que se pretendía vincular el apagón en España a las sanciones contra Rusia. Esta vez ha sido el presidente francés Enmmanuel Macrón el protagonista. Todo se basa en un viaje en tren hacia Kiev. En esa escena del vagón están Macron, el nuevo canciller alemán, Merz y el Primer Ministro británico, Starmer. Llegan los periodistas y Macron retira de la mesa cuidadosamente un bulto pequeño, un objeto blanco, que se guarda en el bolsillo. En la imagen no se diferencia lo que es y como la imaginación es libre, de ahí sale toda una teoría para alimentar que lo que se está guardando Macron es una bolsita con cocaína. Esto se ha difundido como la pólvora a nivel mundial. Normalmente, ante este tipo de informaciones, los gobiernos no bajan al barro, pero lo curioso es que la campaña ha debido de calar para que desde el Gobierno francés se hayan preocupado por reaccionar. Han buscado a las imágenes de los fotógrafos en alta calidad y ampliado la foto para mostrar que ese objeto blanco, en realidad, es un pañuelo de papel arrugado que Macrón retira de la mesa. Alguien dijo una vez que “en una guerra, la primera víctima es la verdad”. La frase se atribuye a mucha gente, pero es muy acertada si tenemos en cuenta las victorias también se consiguen imponiendo los relatos. En la guerra de Ucrania ese relato se puede redactando ahora mismo. 74i4f