Valle salvaje 174 #audesc 2q6514

Tengo una herida que no sana con el tiempo una traición que atravesó mi corazón como si fuera un puñal que me encerró en este tormento de silencio y de mentir todo lo que conocí Adelante, en los terrenos, corte mi cuello con sudad, no se detenga. ¿Acaso cree que me temblará el pulso? Lo único que creo es que si de verdad quisiera matarme, ya lo hubiera hecho. No tiende a su suerte, Felipe. Si estoy equivocado, máteme ya. Comience su andadura como duquesa de valle salvaje, con un asesinato. Victoria reflexiona seria.

No voy a mancharme las manos con usted. Suelta al hombre. Le juro que como vuelva a nombrar a mi hijo, haré que lo ejecuten y tiren su cuerpo por el monte. Felipe sonríe. Curiosa manera que tiene de negociar. Sus amenazas lo que han hecho ha sido encarecer el precio.

Yo lo había subido antes de sacar la dada. Le había pedido que igualara la oferta de doña Mercedes, pero ahora va a tener que superarla con creces o no habrá acuerdo. Sin duda ha perdido el juicio. A mí me es igual morir mañana mismo, pero la verdad no muere. Veo que aún no ha comprendido el grave error que ha cometido. No eche nunca un pulso con alguien que no tiene nada que perder. Su derrota será segura. Victoria frunce el ceño preocupada.

Espero su nueva oferta. Si no quiere que doña Mercedes se salga con la suya, va a tener que ser mucho más generosa. El hombre se marcha caminando. Victoria mira a su alrededor inquieta mientras retiene unas lágrimas. A continuación, Rafael se dirige molesto al dormitorio de Julio.

Rafael desvía la mirada nervioso colocando las manos en la cintura. Julio respira a hondo.

Julio niega serio. Julio se marcha del dormitorio. Rafael respira inquieto. El sol se pone en los terrenos tiñendo de tonos naranja los campos. La luna brilla en el cielo durante la noche.

Un candil está encendido en la fachada de la casa grande. Mercedes se encuentra sentada en su dormitorio observando con pesadumbre un collar que sostiene la luz.