Una novia contrareembolso (1941) BETTE DAVIS / JAMES CAGNEY / WILLIAM KEIGHLEY / Comedia / Cine Clásico 1hh4j

Sólo falta una hora para el programa y no tengo nada importante que contar. Me habéis defraudado, chicos. Antes te quejabas del crimen en Los Ángeles.

Ahora te quejas de que no lo haya. Seguro que cinco minutos después del programa se organiza la del siglo. Ya te dije, Tommy, que lo haces muy temprano.

La gente no se anima hasta después de medianoche. Bueno, pero...

Llamando a la unidad 64. Ahí tenemos algo. No olvidéis que faltan sólo dos días para el baile de la policía y no habéis cubierto el cupo. Bradley.

¿Por qué no compras una entrada, Tommy? Yo me bajo aquí, en el envase.

Gracias, chicos. No compro entrada, pero estaré en el baile.

Buenas noches, Sr. King. Hola, Mabel. ¿Alguna noticia? No puedo dar información personal, pero del perchero de Sherterfield, el abrigo de su mujer es de chinchillas, sin embargo, ese es de bison.

Qué cerdo. 45 minutos para la edición y mejoro bancado. No hay noticias, Tommy.

Gracias. Con esto, damas y caballeros, concluye el espectáculo de hoy, pero antes de dejarles con la orquesta disfrutando del baile, tengo que darles una noticia. Hoy en Los Ángeles, o LA como normalmente decimos aquí, como les pasa a todos, le ha llegado la hora a su amigo Alan Bryce, porque hoy a las 8.57, tras muchas presiones, claro está, he dicho sí al matrimonio. Oigo lamentos entre el público femenino. Bueno, como ya saben, en California se tarda tres días en casarse, así que las demás chicas tienen exactamente 72 horas para hacerme una oferta mejor. Se me ha ocurrido algo más interesante.

La afortunada está hoy con nosotros. Quiero que la iluminen para que las demás chicas podáis sacarle los ojos. Les presento a Joan Winfield.

No, no, debe haber un error, amigos. La última vez que vi a Joan era rubia.

Sigue moviendo el foco, Joe, ya la encontraremos. No le ha ido mal para ser músico. Una rica bebida de café. No sé qué decir.

Está llamando por teléfono. Damas y caballeros, ahí la tenemos.

Supongo que no me habrás puesto una conferencia a estas horas para preguntarme qué tiempo hace en Chicago. Por cierto, es estupendo. Bueno, no sólo por eso. Verás, también quería saber cómo estás. Después del tiempo viene tu padre.