"Un Tipo Peculiar" de Miguel Gómez 1v1q45

Amigo y maestro memoria tito peculiar un relato de miquel comes como un cigarrito eso se dijo sabía recién récord de las entrañas del hospital se fuma tres encendiendo cada uno con la brasa de la anterior según pisaba la colilla del último sobre la gravísima del suelo todavía rebusca dentro de la cajetilla aplastado su bolsillo a la desesperada por si se le había escapado alguna cálculo que tenía que estar vacía y vacía la encontraba recogió las colillas el suelo las metido en la cajetilla fueron a parar a una papelera al lado del banco que ocupaba no tuvo que levantarse para alcanzarla tendría que subir ya con los cigarrillos se le habían acabado las excusas para seguir ahí sentado ses descansaba en una habitación de la cuarta planta tras una chica de pruebas de acá para allá por todo el hospital durante toda la noche un vial telón sepan suma son el cansancio de la excitación nerviosa pasada lo habían puesto fuera de la circulación por unas horas la mentira que la noche avanzaba y las camisas de su padre era transportada por las entrañas del recinto los diagnósticos que fabián recibía acerca de lo que pasaba nos dejaban de empeorar desde la primera hipótesis una bronquitis mal colada servir llegado a un cáncer de pulmón cuya que las vendas definitiva estaba por terminar pero que tenido un mal pronóstico la interminable noche se debatía por fin en retirada en el patio jardín que lo acogida el cielo se aclaraba y se llenaba de pueblos y trino sea vez por momentos rumor que reciente del tráfico son bajo tras el muro que cerraba el patio por el lado más alejado de algún campanario cercano checo el sonido ocho campanas le habían dicho que los médicos visitar llegan a los pacientes a partir de las ocho y cuarto quería estar al lado de su padre cuando la comunicación el diagnóstico profesional que ya conocía pero por mucho que intenta se impulsará para levantarse del banco las piernas parecían negarle el apoyo necesario para tenerse en pie una noche el arca preguntó una voz masculina de tono amigable a su lado muy larga respondió fabián con la mirada perdida en el vacío tiene fuego se volvió para pasar el encendedor a su interlocutor le sorprendió que era un interno un nombre que parecía algo mayor que su padre descanso y vestido tan solo con el pijama hospitalaria sentado en el mismo banco que el sosteniendo un cigarrillo entre dos tetas se sorprendió fabián de hasta qué punto se debía de estar abismal en sus pensamientos para no haberse percibido de su llegada gracias entonces conocí sorprendió su cigarrillo y dio una larga calada suma usted puso una cajetilla prácticamente llena ante las narices de fabián muchas gracias cogió uno con gesto automático sin mirar lo en sentido y aspiro con rapidez los dejan salir a fumar el paciente se encogió de hombros la verdad