La Tremenda Corte "Cochinicidio" 2y4j5a

La Tremenda Corte presenta...

¡La Tremenda Corte! Con Leopoldo Fernández, Aníbal Demar, Mimical, Adolfo Otero y Julito Díaz Escribe Cástor Bispo, producción y dirección de Paco Lara Audiencia pública, el tremendo juez de la Tremenda Corte va a resolver un tremendo caso Buenas noches, secretario Buenas noches, señor juez, ¿cómo se siente hoy? Pues ahora me siento bien, pero esta mañana amanecí completamente ronco ¿Y eso? ¿Tiene usted catarro? No, no señor, no tengo nada ¿Entonces por qué amaneció ronco? Porque me pasé toda la noche roncando ¿Y qué, le digo el caso que tenemos hoy? Sí, cómo no, ¿de qué se trata? De un robo ¿Dónde se cometió ese robo? En una finca ¿Y qué fue lo que se robaron en esa finca? Catorce cochinos Pues llame entonces a los complicados en ese cochinicidio Enseguida, señor juez ¡Luz María Nananina! ¡Aquí como todos los días! ¡José Candelario Trespasines! ¡A la reja! ¡Catalino Talanquera del Potrero! ¿Elvidor? Oiganme, ¿este es el juzgado donde van a resolver el asuntico ese de los cochinos, doña Luz María? Este mismo, doño don Catalino Esos dos que están sentados ahí son el señor juez y el secretario No, pero ¿cuál es el señor juez? ¿El del lado acá? No, doño Catalino, es el del lado de allá Ah, ¿el más alto? Sí, el más alto, el más viejo y el más feo de los dos ¿Ya tú sabes cuál es ya? Sí, cómo no, compadre Yo no conoceré bien la vana Momento, Trespasines, ¿qué está usted hablando ahí con el señor Talanquera? Nada en particular, chico, estoy ilustrando a Catalino, chico ¿Y por qué tiene usted que ilustrar a Catalino? Hombre, porque Catalino es del campo y no conoce bien la vana Ah, bueno, usted ve, está bien Entonces, secretario, póngale cinco pesos de multa a Trespasines ¿Y eso por qué? Porque el secretario es de la vana y no conoce bien el campo Y vamos a ver, ¿quién acusa aquí? Yo, señor juez, yo soy la que acuso Bueno, oíganme señora, ¿qué es lo que yo tengo que hacer? Nada, servirme de testigo en lo que yo declaro y decir la verdad, nada más que la verdad Ah, bueno, porque es que a mí estos líos de justicia nunca me han gustado mucho, ¿sabe usted? Mi padre decía que el juez y el doctor, cuanto más lejos, mejor No tenga miedo, compadre, que no le va a pasar nada Claro que no, ¿qué le va a pasar, chico? Este juez es buenísimo y ya tú verás que no te condena, chico ¿Eh? ¿Cómo le va a condenar a él si el acusado es usted? Bueno, eso no tiene que ver, señora Bien, señora, de acuerdo con el artículo 16.615, premiado en 20.000 pesos El código de defensa personal...

Momento, Tres Patines, momento Dígame ¿Cuál es el código de defensa personal? Ah, el que me defiende a mí, chico Y usted no querrá decir el código de defensa social No, no, es el que defiende a los otros No, Tres Patines, nada de otro El código de defensa social es para defender a todo el mundo ¿A mí también? Sí, señora, a usted también ¿Por qué? Pues mira a ver, oye, si se lo dice, porque se pasa la vida atacándome nada más Porque usted no respeta las leyes, Tres Patines Usted no hace más que todo lo contrario de lo que dice el código Al revés, chico ¿Cómo al revés? Sí, el código es el que dice todo lo contrario de lo que hago yo, chico ¿Y eso no es lo mismo, Tres Patines? No, porque en la forma que tú lo dices, tal parece que yo soy el que le llevo la contraria al código ¿Y no es usted el que le lleva la contraria al código? No, señor, es el código el que me lleva la contraria a mí Tiene que llevársela, Tres Patines, porque usted no hace más que emulderar las leyes ¿Cómo, cómo? ¿Qué es lo que hago yo, chico? Vulnerar las leyes.

Hágame el favor.

¿Pero cómo voy a hacer eso yo, chico, si ni siquiera sé...

...lo que quiere decir vulnerar, chico? ¿Qué me cuenta? Usted no sabe lo que quiere decir vulnerar.

Palabra que no, chico.

Pues vulnerar quiere decir impringir.

No me diga, chico. ¿De verdad que vulnerar quiere decir impringir? Sí, señor.

Mira eso.

Usted sabe lo que quiere decir impringir, ¿verdad? Hombre, por Dios, pero eso cómo no lo voy a saber, chico.

Eso lo sabe cualquiera.

Seguro. A ver, dígame, ¿qué quiere decir impringir? Vulnerar.

Diez pesos de multa.

Pero oye, oye.

No oigo nada. Hágame el favor de callarse la boca.

¿Y eso por qué? ¿Yo no me puedo defender? Sí, pero ahora no.

¿Por qué, chico? Porque tiene usted que esperar a que le toque el turno.

¿Qué cosa? ¿Yo tengo que esperar a que el turno me toque a mí? Sí, señor.

¿Y por qué tengo yo que esperar a que él me toque a mí, chico? ¿No lo puedo yo tocar a él primero? No, señor. Usted no lo puede tocar a él.

¿Por qué, chico? Porque no me da la gana.

Ah, no. Así no se vale. Así gana tú de todas maneras.

¡Cállese la boca! Dígame.

Que se callen.

Vamos a ver, Nana Nina.

El acusado, naturalmente, es el bandolero de Tres Patines, ¿verdad? Sí, señor.

Ahí donde usted lo ve con esa cara de yo no fui que pone siempre.

Para ver si le cogen lástima.

Se robó nada menos que 14 cochinos.

No sea injusta, señora.

Que esos cochinos no me los ha robado yo.

Le he dicho que se callen, Tres Patines.

¿Todavía no me tocó el turno? No, señor.

Perdóname entonces.

Que yo sentí un golpecito en el hombro y creí que me había tocado.

Pues no lo tocó.

Entonces debe ser que se me ha posado una moca en el hombro.