Transcendencia ,"la verdadera gloria de la filosofía" carta 21 Morales a Lucilio de Séneca 5a4g26

Hola amigos, bienvenidos al reto de la verdad. En esta carta, la última del libro segundo, vamos a hablar de la gloria de la filosofía. La verdadera gloria de la filosofía. Lo que puede ser la verdadera gloria de los hombres, para muchos, es la trascendencia. Yo diría que la trascendencia en el mundo natural la conseguimos todos biológicamente, porque nuestro cuerpo trasciende, se convierte en otra cosa y trasciende y pasa a la posteridad en todos los casos. Pues en este mundo humano, aunque sea vil, sí que es verdad que los grandes genios pasan a la posteridad con más fuerza. De hecho, prácticamente a ellos a los que más se recuerda.

Aunque sea de una manera que no es fiel a ellos, que es algo desfigurada o desvirtuada, desleal, lo que quieras, pero a pesar de eso se reconoce a los grandes genios con respeto y cariño. Y son muchos los ejemplos. Uno es Séneca, Jesucristo, otro contemporáneo de Séneca, Moisés, Pitágoras, Buda, que ya es de otra cultura, pero igual que en la cultura china se conocen más algunos filósofos, incluso que a los reyes más poderosos que haya podido haber. A esos les acaba olvidando más que a los filósofos, porque los filósofos dejan un legado de sabiduría que es útil a los demás. El rey, por muy grande que fuera su imperio, eso se ha podido desmoronar y nadie lo recuerda. No hay motivos para recordarlo. Así Jesucristo ha hecho famoso a Herodes, al rey Herodes o al procurador romano que le trató.

Incluso los cristianos y Séneca han hecho más famoso a Nerón que lo ha sido él por sus obras, porque esa es la diferencia entre unos y otros. Los reyes y otros poderosos que brillan con el resplandor de los demás. Mientras tanto los filósofos brillan con su propio resplandor. Los filósofos son grandes genios, que algo de filósofo tienen todos. El caso es que ya que hablamos de genios, pues como a muchos inventores, el inventor de la rueda no se le conoce. No se conoce su nombre, pero vaya si ha trascendido su obra. Pues así pasa también con la moral. La moral cristiana ha trascendido también por las personas que la han creado y por las que lo han utilizado después.

Es muy parecida la cristiana a la estoica. Y Séneca tuvo trato y conocimiento con los cristianos. Difícil es que no lo haya sido. Y por eso ha sido respetado por muchos y nos han llegado sus libros intactos. Y ya digo, la moral cristiana sea parte de la moral estoica y que venga de ella. Aunque claro, por ejemplo, en la introducción de este libro se dice que Séneca no había conocido a los cristianos y que por eso él defendía el suicidio en determinados supuestos y demás. Pero claro, es una visión de la época, de una época en la que lo que prima es defender el catolicismo frente a la verdad. Y esas personas se dejan llevar por eso, por el catolicismo, frente a la verdad. No puedo explicarlo.