Tentación (cuento) - Clarice Lispector (IslaCuento 002) 35686p

Eh tentación clarice lispector ella tenía hipo y como si no bastara la claridad de las dos de la tarde era pelirroja en la calle vacía las fieras vibraban de calor la cabeza de la chiquilla llameante sentada en los escalones de su casa lo soportaba nadie en la calle solo una persona esperando inútilmente la parada del tranvía y como si no bastara su mirada sumisa y paciente el hipo la interrumpía una y otra vez sacudiendo su barbilla que apoyada en la mano con resignación que hacer con una niña pelirroja que tiene hipo nos miramos sin palabras desaliento contra desaliento en la calle desierta ni rastro del tranvía en una tierra de morenos ser pelirrojo era una rebeldía involuntaria que importaba si algún día en el futuro su diferencia le área erguir insolente la cabeza de mujer mientras tanto estaba sentada en un escalón ardiente de su puerta a las dos de la tarde lo que la salvaba era un bolso de señora viejo con el asa rota lo sostenía con un amor conyugal ya acostumbrado apretándolo contra sus rodillas fue entonces cuando se acercó su otra mitad en este mundo un hermano enguera you la posibilidad de comunicación surgió en el ángulo caliente de la esquina acompañando una señora y encarnada en la figura de un perro era un basset lindo y miserable tierno bajo su fatalidad era un basset pelirrojo jo venía trotando delante de su dueña arrastrando su largura desprevenido acostumbrado cachorro la niña abrió los ojos con asombro discreto el perro se paró delante de ella le vibraba la lengua ambos se miraron entre tantos seres que están dispuestos a convertirse en dueños de otro ser allí estaba la niña que había venido al mundo para tener aquel perro él se estremeció suavemente sin ladrar ella lo miraba por entre su pelo fascinada sería cuánto tiempo había pasado gran hipo desafinado la sacudió el ni siquiera tembló también ella pasó por alto el hipo y siguió clavándole los ojos el pelo de ambos era corto rojizo que se dijeron no se sabe apenas se sabe se comunicaron rápidamente porque no había tiempo se sabe también que sin hablar se pedían se pedían con urgencia avergonzados sorprendidos en medio de tanta de imposibilidad y de tanto sol allí está la solución para la chiquilla pelirroja y en medio de tantas calles por pisar de tantos perros más grandes de tantos desagües secos allí había una niña que parecía carne de su carne pelirroja se miraban profundamente rendidos ausentes de grau un instante más y el sueño suspendidos se rompería cediendo acaso la gravedad con que se pedían pero ambos estaban comprometidos ella con su infancia imposible el centro de la inocencia que sólo se abriría cuando fuera mujer él con su naturaleza aprisionada la dueña esperaba impaciente bajo la sombrilla el basset pelirrojo finalmente se desprendió de la niña y se alejó sonámbulo ella quedó perpleja con lo sucedido en sus manos en un mutismo que ni el padre ni la madre comprenderían lo acompañó con incrédulos ojos negros encorvada sobre su bolso y sus rodillas hasta verlo doblar la otra esquina pero él fue más fuerte que ella ni una sola vez volvió la mirada eh