
Tener un familiar privado de su libertad. La vida en la cárcel. 4081z
Descripción de Tener un familiar privado de su libertad. La vida en la cárcel. 3h215d
¿Es verdad que en la cárcel están los pobres y los tontos? Claudia Jiménez nos comparte la historia de su hermano quien está privado de su libertad, la inestabilidad que esto ha generado en ella y en su familia y las fallas y deficiencias del sistema penal, buscando así que conozcamos más a profundidad cómo es que esto tiene que ver con la construcción de un México mejor. “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos” Obra Don Quijote de la Mancha, Capítulo LVIII, Miguel de Cervantes Saavedra. 6x503y
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
1, 2, 3, 1, 2, 3, probando. 1, 2, 3, 1, 2, 3, 4, más fuerte, más, así. Hola, un abrazo a todos y bienvenidos a un programa más de Sanando con Dios. Tengo el gusto y el honor de darle la bienvenida a Claudia López, que más que mi amiga, mi hermana. Bienvenida, Claudia. Gracias, Jorge.
Claudia pasó por un proceso de cáncer que nos gustaría que diera su testimonio, si nos ayudas, Clau, para platicarnos un poquito lo que pensaste, lo que sentiste y lo que viviste en este proceso.
Cómo no, Jorge, muchas gracias. Pues, primero que nada, yo no sentía nada, sinceramente. Fui a hacerme una mastografía por rutina y nunca me imaginé lo que iba a salir. De ahí, pues, no lo creí. Me hablaron del seguro, me mandaron a la clínica de la mamá, pero no sabía. Aún así, fui con mi ginecóloga y mi ginecóloga sí me dijo que, pues, que de la operación no me iba a escapar, que ella me recomendaba un oncólogo para que me interpretara lo que me habían hecho, ¿no? Entonces, el oncólogo, fríamente, la verdad, fue muy cruel, porque sí lo sentí muy duro.
Me dijo, esto, esto es cáncer de mamá y hay que cortarla y hay que hacer esto y hay que hacer otro. Así, la verdad, yo sentí que la cabeza me explotaba en ese momento. Pues, no, salí y lloré. Uf, lo recuerdo y todavía me dan ganas de llorar, pero no. Lo primero, después de llorar, me puse tranquila y me puse, Dios, si esto es tu voluntad que ya me vaya, adelante.
No pasa nada. Pasó este, ¿cómo se llama? Me fue al seguro otra vez y mi ginecóloga me dice, gracias, mi ginecóloga me había recomendado hacerme unos estudios por fuera. Gracias a eso, has de cuenta que a mí me diagnosticaron en febrero y yo en junio ya estaba operada. Gracias a los estudios que mi ginecóloga me recomendó. Cuando ella me recomendó y fui al seguro, el doctor de la gineco-onco, pues, me explicó, me aclaró, me dijo que no me preocupara, o sea, la verdad, me sentí acogida.
Y no nomás de él, mi familia, mis hijos, tú, que pasamos el mismo proceso al mismo tiempo. Al mismo tiempo. Y todo eso me animó y me ayudó a salir adelante. Tanto así, que ahorita, bendito sea Dios, ya voy a acabar mi tratamiento, ya me van a dar de alta. Unos pequeños detallitos me salieron, pero nada que ver. Yo sé que estoy, tú me lo dijiste y sí es cierto. Nadie, nadie, nadie, nadie te va a sacar adelante, no más que Dios.
Y si no te agarras de la mano de él, no vas a poder. Y así, eso fue lo que hice y eso es lo que ahorita soy. Me considero yo una mujer sana, me considero fuerte, me considero alegre. Nunca, bendito sea Dios, caí en depresión, nunca caí en, ¿cómo se llama?, ni en, así de, porque todo el mundo me decía que si me mandaban a la psicóloga y la gracias a Dios, no la necesité. Yo me siento, siento que salí fuerte, salí bien y me siento ya curada, gracias a Dios. Bendito Dios. De hecho, somos sobrevivientes del cáncer.
Sí. Y lo que hacemos es dar esas palabras de aliento a todos aquellos que pasan por ese proceso tan doloroso, tan complicado. El cáncer te ataca en lo económico, en lo emocional, en lo espiritual, en lo familiar. Entonces, lo que nosotros hacemos es dar palabras de aliento para que los enfermos vean que sí hay una luz en el camino y es Jesucristo, y que la importancia de la familia es grande en este proceso. Sí, fíjate que sí, el apoyo que te da la familia y Dios es lo que te ayuda a salir.
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