T5 EJERCICIO PRÁCTICO DE RECONOCIMIENTO DE HÁBITAT RURAL 403e2w

Tema 5, pregunta práctica. Nos pone tres tipos de asentamiento rural y nos dice la pregunta, ejercicio práctico. Identifique y comente los tipos de asentamiento rural que representan las fotografías y planos adjuntos e indique en qué área geográfica peninsular se localizan, razonando respuestas. Podemos ver, en el primero de ellos se trata de un hábitat concentrado, el segundo de ellos se trata de un hábitat diseminado y el tercero se llama de un hábitat intercalar. Por lo general el hábitat rural es concentrado cuando la población se agrupa en aldeas grandes.

Este concentrado puede ser disperso en los casos donde los lugares son minúsculos de dos a diez casas y mixto entre las dos situaciones anteriores. También se utiliza la expresión hábitat diseminado para referirse a un asentamiento de la población del campo en entidades de una sola casa, característico del País Vasco y otras áreas del Cantábrico, que reciben el nombre de caserío o el más genérico del lugar.

Entre las tipologías de hábitat concentrado y disperso se suele encontrar el mixto o intercalar, donde al agrupamiento histórico de la población rural, de aldeas se le une la dispersión o diseminación reciente de nuevas casas localizadas en las proximidades de una vía de comunicación, cerca de un paraje atractivo o en una finca amplia que al generalizarse rompen con la tendencia a la agrupación del hábitat en núcleos mayores. Resulta habitual que en el estudio del hábitat se defienden elementos significativos que explican el asentamiento de una población determinada del ámbito rural.

Así, junto a las casas que sirven de residencia habitual, las que se ocupan solo en equipos de vacaciones o las que estén abandonadas, aparece un conjunto de construcciones complementarias menores, normalmente relacionadas con tareas agrícolas, como establos, cuadras, pequeños cobertizos y los edificios simbólicos de lugar, como la iglesia, a veces escuelas, locales o asociativos. Pero para comprender el hábitat rural es necesario también interpretar la organización interna del espacio agrario, donde las huertas y tiendas de cultivo suelen buscar la proximidad a las viviendas, en tanto que los prados y pastos necesitan de un suministro continuo de agua y el monte se encuentra habitualmente más alejado, en los confines de la aldea, o del límite simbólico del caserío.

Un último elemento asociado al hábitat rural son las vías de comunicación, desde las carreteras hasta los senderos casi inapreciables, pasando por las pistas, caminos y vías de todo tipo, tanto asfaltadas como cubiertas de tierra. La red diaria condiciona la disposición actual del hábitat y, a su vez, la localización de los núcleos de población determina la forma que adoptan las redes de abastecimiento de electricidad telefónica, de agua y alcantarillado, centralizadas cuando éstas existen.

Para intentar darle una respuesta respecto a en qué áreas de la península se pueden referir las fotografías anexas, pues podemos hablar de que los contrastes por regiones son muy marcados, en una relación numérica de más de 50 a 1. Los territorios con una mayor dispersión, entidades que no suelen superar un mínimo agrupamiento de casas y un volumen de habitantes casi siempre inferior a 20, se destacan en la España húmeda del norte y noroeste.

Por lo general se trata de espacios montañosos con abundancia de agua, disponibilidad de fuentes y arroyos que han permitido a la población instalarse en cualquier lugar desde donde organizar el terrazo agrario. No existen dificultades para abastecerse de agua y los contrastes topográficos se traducen en unos rodales de cultivo de dimensiones limitadas, que en cada caso sólo permitían mantener un número reducido de explotaciones campesinas y familias. El fenómeno de la dispersión puede también ser atribuido a razones históricas, por ejemplo en Cataluña, norte de la comunidad valenciana y levanta almeriense con propagaciones hacia Murcia.

En el caso opuesto, la máxima concentración se halla en Castilla y León, al oeste de Aragón, buena parte de Navarra, en Cantabria y en sectores representativos de Castilla-La Mancha y Extremadura. Estamos hablando de hábitats rurales concentrados. Repetimos, Castilla y León, oeste de Aragón, buena parte de Navarra, Cantabria, sectores representativos de Castilla-La Mancha y Extremadura. A este respecto se debe indicar que tradicionalmente el hábitat concentrado, con términos tan expresivos como agrociudad, se asoció a Andalucía o Murcia.

En el mapa este hecho no se puede corroborar, pues gran parte de la población reside ya en municipios de más de 10.000 habitantes, por lo que no han sido cartografiados. Por lo tanto, la concentración característica de regiones de pequeños pueblos y cabeceras municipales, donde predominan los espacios llanos y las disponibilidades de agua, son limitadas. Debido a estos factores, junto a otros como la organización de las áreas de frontera durante la Reconquista, el hábitat se ha definido a partir de puntos de referencia.