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Sorginkeria Irratia 5u2o3g
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Ongi etorri. Bienvenida al akelarre feminista. Asómate a nuestro caldero de entrevistas, memoria histórica, libros, música y mujeres irredentas. Irrati guztien gainetik, seinale guztien azpitik. 651p1q
Ongi etorri. Bienvenida al akelarre feminista. Asómate a nuestro caldero de entrevistas, memoria histórica, libros, música y mujeres irredentas. Irrati guztien gainetik, seinale guztien azpitik.
Caldero 46.
Sálvame cierra la persiana, el programa líder de las tardes de Mediaset que ha liderado la televisión durante 19 años. Sí, voy a hablar de esto. Porque ha sido líder de audiencia durante todos estos años y porque donde más se ha consumido esta forma tan lamentable de telebasura es aquí, al norte del muro. Este contenido televisivo basura fue creado y ha sido consumido por un público muy concreto; mujeres de clase obrera de 40 a 60 años. Y así su mensaje, año tras año, ha ido dirigido a nosotras de una manera muy concreta. Un discurso frívolo, sin contenido cultural, vacío de moral y profundamente misógino. Fiel escaparate de la política de producto de Mediaset, crear un programa sin contenido ideológico aparente, pero con importantes tendencias capitalistas, machistas y de derechas, por supuesto disfrazadas con una buena capa de purpurina para que no se viese el cartón ideológico real del programa. Gritos, humillaciones a invitadas, enredos sentimentales, realities, blanqueo constante de la monarquía, familiares de un dictador como tertulianos, toreros, miserias familiares…
Todo esto terminó con Rocío Carrasco. La espontánea conciencia feminista que nació sin Mediaset quererlo y por accidente, fue la soga al cuello del programa. Nadie podía imaginar, que la creación de un contenido chusquero que prometía exprimir las miserias humanas de una mujer, como tantas otras veces se había hecho, iba a prender la llama de la lucha feminista en un programa donde las mujeres son meros objetos de cotilleo. Tertulias con feministas, análisis de la maquinaria patriarcal, del modus operandi de un agresor machista, peticiones de respeto a las mujeres que se encuentran en el plató, y Jorge Javier Vázquez, Carlota Corredera o Ana Bernal como abanderadas de la lucha feminista y la izquierda woke. Esta fue la semilla de la irredenta conciencia feminista que germinó en el sitio más inverosímil, un programa de telebasura facha. Las consecuencias son estas, Rocío Jurado, Carlota Corredera y Ana Bernal vetadas en estos programas por Mediaset, prohibidos sus discursos, desterradas sus realidades, ocultadas las experiencias de tantas mujeres que consumen estos programas. Ahora ese espacio lo ocupará la empresa de Ana Rosa Quintana, servidora de la derecha, que obediente, jamás ofrecerá contenido crítico, social, ni feminista, por supuesto.

Caldero 45.
Bueno, pues ya están todos. Católicos, musulmanes, judíos, budistas, testigos de Jehová, mormones, ortodoxos estos son todos los que menos van a pagar para contribuir al bienestar de todos los seres humanos sobre la faz del estado español. El gobierno, que va sobrado de pasta, regala a diferentes confesiones religiosas, lo que ya gozaban católicos, musulmanes y judíos, exenciones fiscales con las que no contribuirán al bienestar social, a la sanidad, educación, infraestructuras, en definitiva, todo lo que beneficia y mejora sistemáticamente la vida de sus feligreses. Estas sectas, ya no tendrán que pagar el impuesto de sociedades, ni el IBI, ni el IAE, ni la plusvalía, porque con rezar por nuestras pecadoras almas ya vamos sobradas.
Diferentes cultos sectarios que reciben beneficios fiscales para y según el argumento del gobierno, el Ministerio de la Presidencia y el PSOE, recordemos, el gobierno más progresista de la historia, un importante avance en la equidad, la laicidad y la neutralidad del estado aconfesional, y se corrigen los privilegios históricos de la iglesia católica. Esto es, en vez eliminar los privilegios fiscales a la iglesia católica, vamos a ampliar estos privilegios a todas las religiones que tienen arraigo en el estado español. Muy aconfesional todo. Pero no solo eso, sino que de esta manera se equiparan los beneficios fiscales de las sectas religiosas con los de las ONGs. Como si pudieran ser moral y efectivamente equiparables, los trabajos y beneficios que realizan a nuestra sociedad, religiones y organizaciones sin ánimo de lucro. Menos mal que estas religiones, con nuestro dinero, están evolucionando para el bien de nuestra sociedad, como está demostrando el Papa Francisco, que ha dejado que cinco mujeres y fieles laicos tengan derecho a voto en el próximo Sínodo de Obispos que se celebrará en octubre. Un Sínodo es una reunión de obispos que asesoran al Papa y que ahora contará con 5 mujeres a las que se les permite asesorar, cuando hasta ahora solo se las permitía mirar y callar. Siempre es de agradecer que nos den permiso para opinar. Lástima que este permiso que se nos concede no sea fruto de la bondad y la caridad cristiana, sino de la necesidad de feligreses de la iglesia, en franca decadencia. Lo que no decae es la financiación del estado a religiones y confesiones en las que las mujeres no solo somos las portadoras del pecado original, sino que somos meros objetos para sus intereses.

Caldero 44.
No es nuevo que el acto de tener descendencia siempre ha sido una herramienta para un fin que está muy alejado del amor entre una madre o un padre y sus hijas. No es nuevo que desde que el tiempo es tiempo la descendencia ha sido un medio para cubrir una necesidad, tradicionalmente hijas e hijos han sido engendrados para un fin. No nos engañemos, el ser humano ha utilizado a su descendencia a placer como mano de obra, para heredar, comerciar, mantener un linaje, mejorar la economía familiar, planear futuros casorios, incluso planear futuros acuerdos estratégicos o políticos. Podemos encontrar países en los que las familias comercian con sus hijas, hoy en día es un hecho que puede escandalizar, sobre todo en nuestra sociedad tan civilizada y libre de mandatos feudales o hambrunas puntuales. Y con esa legitimidad que nos da el sabernos ciudadanos superiores y moralmente evolucionados, se nos hace inconcebible el hecho de utilizar a nuestras hijas e hijos para otra cosa que no sea educarlos y amarlos en total altruismo y desprendimiento. Pero la realidad es otra, una realidad mucho más terrorífica.
No puedo evitar pensar en el sinsentido que supone traer hijas a un mundo masificado, sin recursos y enfermo, con un futuro realmente incierto, reflexiones personales aparte; repetimos patrones, tenemos descendencia para saciar nuestras necesidades y deseos. El origen capitalista de la familia hace que utilicemos a nuestras hijas e hijos como herramientas; para no sentirnos solas, para cumplir el mandato de la sociedad y el capital, para atender a la familia o al negocio, para salvar a un hermano enfermo, para no morir solas, para que nos asistan en la enfermedad, para que hereden nuestros bienes, para que perpetúen nuestro legado, para no terminar en un moridero de residencia de ancianos, para que nos den nietas… herramientas. Esta deshumanización de nuestras hijas hace que consideremos que tenemos derechos sobre ellas. En estos días y una vez más en la historia, asistimos a la terrorífica realidad de considerar que tenemos derecho a ser madres y padres, porque si nuestras hijas e hijos son meras herramientas a nuestro servicio, nos erigimos en beneficiarias de un bien material sobre el que tenemos derecho a posesión y uso. Este es en definitiva el argumento moral de la gestación subrogada, comerciar con las niñas por derecho propio.

Caldero 43.
Me cuesta asimilar que para las personas que pertenecen a las clases más populares, la explotación reproductiva sea una opción para tener un bebé. Me cuesta pensar que las personas que habitan y sufren la misma clase social que yo, la clase obrera, comercie con mujeres para comprar un bebé. Por decirlo de una forma más abrupta, me cuesta entender cómo personas que son maltratadas, explotadas por el sistema, a su vez comercian con seres humanos. A veces pienso que atienden a la maldad inherente a las personas, y sienten cierto placer al tener una mínima opción de explotar a una tercera, pasa mucho con la clase obrera y las mujeres. En la fábrica son los explotados y en casa los explotadores. Pero otras veces tiendo a pensar que este sucio comportamiento, responde a la deriva ideológica y el desclasamiento que venimos sufriendo desde hace décadas. Donde ya ni siquiera un obrero es capaz de identificar la clase social a la que pertenece y gracias al márquetin capitalista, sueña con ser un explotador con privilegios, y es de esta manera como ejerce su privilegio, mediante la explotación reproductiva. No me llama la atención que personas que ostentan el verdadero privilegio como Obregón, Bosé o la baronesa Thyssen compren bebés explotando a mujeres, están utilizando el privilegio que corresponde a su clase social, una clase social tradicionalmente falta de escrúpulos hacia cualquier ser humano, experta en convertir la fuerza de trabajo en dinero y los seres humanos en máquinas de hacer dinero.
Lo que me extraña es el comportamiento de mis vecinos, mis compañeras de trabajo, de estudio, personas de mi barrio que han asumido el papel de surrópatas cuando son los cuerpos de sus propias madres, hermanas e hijas las que están a la venta. Me asquea el comportamiento de estas personas, de estos obreros que mediante créditos bancarios y un esfuerzo económico brutal, están comerciando con sus vecinas, sus compañeras de trabajo, con las mujeres de su barrio, validando un supuesto derecho a ser madres y padres. Estas personas carentes de verdaderos derechos en sus calles, en sus puestos de trabajo, en sus casas, explotan a sus vecinas para sentir una falsa sensación de poder sobre otro ser humano. Esta es la verdadera deriva ideológica y el verdadero drama de las mujeres, siempre explotadas incluso por nuestros propios compañeros.

Caldero 42.
Hay mujeres que ahora mismo están luchando por comer. Sí, algo tan básico y que supone uno de los derechos humanos más elementales. Mujeres haciendo frente con uñas y dientes a la inherente necesidad de todo ser humano de comer todos los días. Comer todos los días, también lo queremos para nuestro entorno, nuestras hijas e hijos, ancianas y ancianos, parejas y vecinas. Un derecho que intentamos saciar desesperadas para las personas que tenemos a nuestro cargo. Porque las mujeres por mandato, tenemos que atender, proveer, cuidar, mantener a todo el mundo, en la mayoría de los casos olvidándonos de nosotras mismas. Y en este juego de alimentar, siempre jugamos en desventaja, con una mano atada a la espalda y una pata coja. Realidad que hace que las mujeres seamos las que menos cobramos y más capacidad de ahorro tenemos.
Madres solteras, jubiladas, agredidas, enfermas, pobres, obreras, mujeres. Desventajas que hacen que el mandato al que tenemos que atender, el de cuidar, se haga un infierno, un objetivo inalcanzable que nos frustra como madres, hijas y ciudadanas. Un mandato que tenemos que atender por obligación moral. El de alimentar a nuestro entorno. Confeccionar la cesta de la compra, llenar la nevera, se convierte en una gincana imposible que nos lanza a las colas del hambre, colas llenas de mujeres que agachan la cabeza resignadas, mientras los hombres que las miran desde sus tronos de poder lanzan frases como “Hemos subido una burrada los precios, si no lo hubiésemos hecho habría sido un desastre” Juan Roig, hombres que abocan al hambre a miles de familias, en una península en la que Mercadona ya alimenta hasta a 6 millones de personas. “Si suben las pensiones tendremos que bajar los sueldos” Garamendi, presidente de la patronal. Hombres que con su hambre de capital suben el precio de la luz, el combustible, los alquileres e hipotecas, la alimentación, medicamentos. Mientras las mujeres tratamos de alimentar, sanar, mantener, cuidar a nuestros seres queridos, mujeres invisibles que luchan y mantienen un sistema enfermo lleno de hombres que nos quieren hambrientas.

Caldero 41.
“El feminismo está dividido” este va a ser el lema que dirigen a todas las mujeres este 8 de marzo, día internacional de la mujer trabajadora. Y el mensaje y el lenguaje no son casuales. El feminismo está dividido, como una realidad que ya se ha materializado y que es inamovible. El feminismo está dividido, como si un ente mágico y superior hubiera materializado esa realidad. El feminismo NO está dividido. El feminismo ESTÁ SIENDO dividido por el patriarcado capitalista. Nada nuevo, un ataque más del sistema a la disidencia feminista. Una respuesta de autoconservación del sistema ante el ataque feminista que vivió su auge y éxito hace ya 10 años y que necesitaba de una respuesta directa y contundente por parte del patriarcado. Acción reacción. Y nada nuevas tampoco las técnicas de desactivación de movimientos sociales. División ideológica mediante teorías neoliberales con la libertad como bandera, borrado del sujeto de opresión y diversificar opresiones para diluir luchas. Repito, nada nuevo.
Esta efectiva forma de ataque al feminismo ya la hemos visto en otros movimientos sociales, en los que curiosamente es mucho más reconocible que cuando el ataque se dirige al feminismo. La hemos visto e identificado por ejemplo en la lucha obrera, donde ya hace décadas que sufrieron la división ideológica por asimilación hasta el punto de que hoy en día muchos sindicatos trabajan para la patronal y el ya clásico borrado de la identidad, casi no queda un obrero que sepa identificar la clase social a la que pertenece. Este es el ataque que vivimos hoy en día en el feminismo, un ataque que es viejo, un ataque que nos divide, que nos enfrenta unas contra otras, que nos violenta en nuestras filas y que nos silencia con miedo ¿os suena? Nada nuevo. Un ataque viejo al que respondemos como respondimos ya en la segunda y tercera olas del feminismo. Y así, el feminismo, las feministas nos mantuvimos en pie entonces y lo haremos ahora. Tan solo recordad cómo empezamos y los objetivos que hemos alcanzado. Pese al sistema, al capital, las instituciones y tantos hombres que como buenos mercenarios guardan y apuntalan las columnas del patriarcado. Recordad, hermanas, cual es vuestro sitio, cual es el espacio que por derecho deberíais ocupar y no perdáis el objetivo, la eliminación de todas las opresiones machistas que sufrimos por el hecho de ser mujeres.

Caldero 40
Cuando escuchas “menopausia” ¿Qué piensas? ¿Qué es lo primero que te viene a la cabeza? Rechazo. Aunque no sepas de qué va el tema. Es una palabra que lleva implícito el rechazo. Y esto, no es casual. Es la campaña de marketing de la comunidad médica y el sistema patriarcal para patologizar el cuerpo de las mujeres y ya de paso, para despojar a las mujeres adultas que están a las puertas de la vejez, de todo su poder. El poder que les da la edad, una relativa independencia económica y el conocimiento. Porque una mujer menopáusica es peligrosa. Ha aprendido cosas, tiene el bagaje vital suficiente como para saber lo que tiene a su alrededor, sabe identificar perfectamente las opresiones que la atraviesan y además, por fin está fuera del mandato sexual de la sociedad. Una mujer menopáusica es una mujer que empieza a ser consciente y libre, es peligrosa. ¿Pero para quién? Sobre todo para el conjunto de la sociedad a la que sirve, para el sistema y para su familia. Es por eso que es un agente disidente que hay que neutralizar. Patologización de la menopausia, invisibilización, infantilización y burla, incluso criminalización. Una campaña con un fin claro, anular la capacidad de respuesta de las poderosas mujeres mayores, de las conscientes.
Una mujer menopáusica, no está loca, histérica, vieja, desquiciada, como nos han educado a identificar. Una mujer menopáusica está hasta la flor de ser educada, solícita y callada, está harta de ser servil, sexual y trabajadora, harta de ser madre, amante y esposa, harta de obedecer los mandatos de su género, harta criar, cuidar y complacer, harta de ser invisible y comerciable, una mujer menopáusica está hasta la flor de ser para los demás y en este momento de su vida tiene las herramientas y la capacidad de verbalizarlo, de gritar y protestar, de negarse y resistir. Una mujer menopáusica identifica su terrible realidad y se rebela contra ella. Una mujer menopáusica es peligrosa porque ahora es consciente de que puede cambiar su realidad, puede luchar y puede ser libre.

Caldero 39
¿Qué tienen en común la víctima de la presunta violación cometida por el futbolista Dani Alves y las mujer abofeteada en un directo de TikTok por su pareja? Pues que las hemos revictimizado a las dos. Parece un chiste, pero no lo es, es una de las tradiciones más arraigadas de cualquier sociedad machista. Revictimizar a la víctima de una agresión machista. Así se está comportando la sociedad con estas mujeres. Las dos han tenido que dar explicaciones y por supuesto sacar su comodín de moral incuestionable, porque ellas ya sabían de antemano que tendrían que justificar sus actos, sus reacciones y blanquear su vida, para parecer dignas de ser creíbles a los ojos de la sociedad. Vamos, como se nos ha enseñado desde pequeñitas a todas las mujeres. Si no eres digna, eres objetivo. Una de estas mujeres ha considerado incluso renunciar a la posible indemnización económica que percibiría si Alves resultase culpable, incluso ha tenido que verbalizar esta frase “solo quiero justicia” como si una indemnización legítima no fuera un acto de justicia, pero ella no hablaba al sistema judicial, hablaba a la sociedad, que es la que también te juzgará si eres agredida. La otra mujer ha elegido esta otra frase “yo no soy una mujer maltratada”, este mensaje responde a las explicaciones que ha tenido que dar a la sociedad por ser agredida y rechazar denunciar, ayuda forense y asistencia letrada.
Dos mujeres diferentes, dos agresiones machistas, dos cuestionamientos, dos juicios paralelos, dos explicaciones a la sociedad… una sola forma de agresión, la sociedad controlando la disidencia femenina. Primero cuestionando la agresión; las preguntas de siempre ¿por qué entró al baño con él? ¿por qué dijo que era su padre cuando era su pareja? Y finalmente y cuando las mujeres agredidas reaccionan, criminalizándolas. La una denuncia a Alves por dinero y fama, la otra no denuncia a su pareja porque es machista, débil y consentidora. ¿En qué quedamos? Si actuamos seremos cuestionadas, si no lo hacemos también. La sociedad ejerce su control sobre nosotras de tal manera, que si os habéis dado cuenta, en ningún momento hemos hablado de los agresores machistas, porque de ellos no se habla. El foco siempre sobre el cuerpo y el alma de la mujer.

Caldero 38
Robert, Alejandro, José, David y Orlando, de la Manada de Castelldefels. Cinco hombres de entre 30 y 36 años que depredaban mujeres y contaban sus hazañas en un chat de WhatsApp. Un chat en el que participaban unos 25 hombres. El modus operandi de las técnicas de “caza” y “pesca” como lo llamaban ellos era captar a una mujer en apps de ligue, llevarla a la casa de uno de ellos, que uno de ellos la llevara a una habitación para mantener relaciones sexuales y entonces es cuando entraban los otros detenidos. Violaban a la mujer y hacían fotos y videos de la agresión. Las mujeres siempre eran vulnerables, enfermas o con alguna discapacidad, mujeres que se sentían inferiores o acomplejadas. 64.511 mensajes de watsap han sido analizados por la policía que ha dictaminado que estos hombres son auténticos depredadores que habían normalizado totalmente la violación y menosprecio absoluto hacia cualquier mujer.
Curiosamente todas las mujeres eran seres inferiores a ellos menos sus madres, en sus perfiles se aprecia que eran amantísimos hijos, pero con un nivel de misoginia tal hacia el resto de las mujeres, que espanta. Incluso comentan en su chat que violar a una mujer es solo agredirla por la calle. Lo que hacían ellos era dar placer a las mujeres que violaban. Comentarios como “Desde cuándo una tía es solo para uno” o “a esa la hemos reventado” o “era una discapacitada viciosa”. Violaban a mujeres hasta hacerlas vomitar o perder el conocimiento. Y la sociedad se hace cruces y se pregunta cómo puede ser que hombres jóvenes perfectamente adaptados a la sociedad puedan ser crueles depredadores de mujeres. Sencillo, los hemos educado para que así sean. En nuestras casas, escuelas, calles, en la cultura, porno, anuncios… educamos a nuestros chavales para que depreden mujeres, normalicen la violencia en sus relaciones sexuales y aprendan que son los que ostentan el poder en una relación sexual o sentimental con una mujer. Estamos criando monstruos para el patriarcado para que actúen como agentes de control sobre las mujeres. Estamos contribuyendo a la cultura de la violación, para criar futuros violadores que jamás podrán tener relaciones sexuales satisfactorias ni en situación de igualdad y que contribuirán a anular cualquier disidencia femenina mediante la violencia y el sexo.

Caldero 37.
Qué curiosa es la percepción de la violencia para la sociedad según quién la ejerce, ¿verdad? Y qué diferentes son las formas de reacción que tiene la sociedad ante cualquier acto de violencia ¿verdad? Si consideramos dentro de ese pacifismo burgués en el que hemos sido educadas, que cualquier acto de violencia es reprobable, por qué la sociedad no reacciona de igual manera ante un acto de violencia u otro. Lo hemos visto de manera muy clara con la guerra de Ucrania, donde la población española se lanzó a comienzos de la guerra a rescatar víctimas civiles ucranianas en furgonetas, taxis, mandando comida, acogiendo en sus propias casas a estas víctimas despojadas de los derechos humanos más básicos. Mientras, en ese preciso momento España abandonaba al pueblo saharaui a su suerte en uno de los grandes campos de concentración que Marruecos ha impuesto a este pueblo, el vacío desierto del Sahara, mientras la sociedad miraba a otro lado, no había furgonetas ni taxis para este pueblo, ni ropa ni comida, ni velas ni vigilias, las puertas de las casas de las españolas se cerraron para estos demandantes de asilo y ayuda internacional.
Pues lo mismo pasa con la violencia machista, para la sociedad un tiro en la nuca no es lo mismo si la víctima es un político o si es una mujer. Como en cualquier conflicto bélico, la calidad de víctima la otorgan la posición social, el color de piel y por supuesto, el sexo de la víctima. Y sobre todo y por encima de todo, la calidad de víctima la otorgan los sistemas y gobiernos de nuestras sociedades. Y las sociedades obran en consecuencia. Es por eso que, el hecho de que 11 mujeres sean asesinadas en un mes y 3 mujeres sean asesinadas en tan solo 24 horas, solo provoca en la sociedad indiferencia. No hay reacciones masivas, no hay dolor ni rabia, no hay movilizaciones en las calles, no hay indignación ni alarma. Porque la sociedad actúa como una masa informe y obediente ante las reacciones del sistema y el sistema reacciona con indiferencia, manteniendo el statu quo del patriarcado y alimentando el machismo deshumanizando a las mujeres, haciendo ver a la sociedad que las mujeres, igual que cualquier paria de la tierra, somos ciudadanas de segunda. Solo así se entiende la pasividad de la sociedad ante actos tan atroces de violencia contra las mujeres.

Caldero 36.
Dicen que la familia no se elige, una afirmación inocente que forma parte del refranero pero que como tantas frases del refranero encierra una terrible realidad y mucha mala baba. La familia no se elige porque si se pudiera elegir, la mayoría no volveríamos a ver a los de la nuestra, en la vida. Hay un invisible e irrompible lazo de sangre que nos une a personas con las que no hay afinidad, ni siquiera simpatía, con las que incluso hay conflicto o violencia. Un lazo invisible que no se puede romper, un lazo de sangre, de linaje, de costumbre. Un lazo que en muchas ocasiones es una pesada cadena de hierro al rojo vivo que nos ponen al cuello. Esa lealtad que debemos a estos familiares está basada en la tradición, la costumbre, el capital y la idea judeo cristiana de familia.
La familia, la estructura social que sostiene y en la que está basada el sistema capitalista y patriarcal. Una condena. Sobre todo, para las mujeres. Una condena que se materializa en estas fiestas que, por su carácter religioso, tienen como pilar de reunión, la familia. Como estructura de consolidación y control, como forma de mantener el orden social, la familia. Nos vemos obligadas así, a servir, a obedecer, a pertenecer, incluso a sostener a la familia. La familia no se elige, nos dicen cuando nos alejamos de ella, para que volvamos con resignación a su estructura. Y volvemos a rodearnos de personas que en muchas ocasiones nos hacen sentir mal, personas tóxicas, envidiosas, agresores sexuales, agresores a secas, personas enfermas, adictas o malas personas, personas que compiten entre ellas, familiares que nos deben dinero o que simplemente nos caen mal, cuñados o puteros… esa es la mesa de Navidad en la que vamos a comer en muchas ocasiones, sin remisión. Porque el mandato social nos obliga a tener que tolerar a personas a las que en otro escenario hubiéramos alejado de nuestra vida. Reivindiquemos la necesidad de elegir a la familia, de rodearnos de personas equilibradas, personas que respetemos y que nos respeten y valoren, de las que poder aprender, con las que amarnos, para que hagamos de la familia un espacio seguro y estable, un espacio libre de la maldad de la sociedad, un refugio, que es lo que debe ser. Deseo que en estos días y para siempre, creéis vuestra familia, vuestro espacio seguro y seáis libres.

Caldero 35
La semana pasada se celebró el día de la Inmaculada Concepción, ese maravilloso día en el que la secta católica celebra su más arraigado dogma. La madre de Jesús, la Virgen María jamás conoció varón y Dios mantuvo a María lejos de todo efecto del pecado original y nosotras las portadoras de ese pecado original, celebramos este día con fruición y arrebato. Fijaos si es importante que Dios mantuviera a María lejos del pecado original y sin mácula sexual, porque ella por sí misma parece que no podía mantener las piernas cerradas, que en el estado español se celebra con un día festivo nacional. Maravilloso. Y casualidades de la vida, la Inmaculada es también patrona del Cuerpo de Infantería del Ejército Español, como recordatorio a los soldados españoles, al tercio de Flandes, que en 1585 luchó por la fe católica y contra los calvinistas gracias a la intervención de la Inmaculada Concepción en plena campaña bélica. Ejército y Secta religiosa, puede haber un binomio más sagrado, más recto, más ejemplar. No. Y es por eso, que en el Ejército de Infantería y en honor a la Inmaculada madre de Jesús, y para celebración y festejo en tal señalado día, los fieles soldados del 63 Regimiento del Cuartel barcelonés del Bruc se rifan a una prostituta, a 3 euros el boleto por cada soldado. En el chat de whatsapp se adjuntan fotos y los servicios de la mujer que se sortean que incluye garganta profunda, dominación, corrida en la carita, lluvia dorada o griego y los comentarios de los devotos soldados son los propios, asquerosos.
Esta es la institución defensora de la territorialidad y los valores patrios, que con armas y cruces se rifan a un ser humano como si fuera un jamón. Una puta, como dicen en su chat, donde por cierto, no había mandos, así es como se trata a las mujeres prostituidas en el ejército y por ende en la sociedad, como objetos de consumo para alivio sexual de los hombres. Para nuestra sorpresa, este sorteo de un ser humano ha sido denunciado por otros hombres, sus compañeros de trinchera y festejo, quienes han sido calificados como “rojos de mierda” dentro del cuartel. 3 euros la papeleta valía esta mujer para los soldados de infantería españoles. Recordadlo cuando os digan que la prostitución es un trabajo, y además un trabajo digno. Ejército y religión, defendiendo sus valores desde el cuartel.

Caldero 34
Nos vamos a Hendaia porque una mujer ha sido condenada por impedir a otra la entrada a su restaurante, la razón, llevaba velo, iba con el pelo cubierto. Esta mujer ha sido condenada por un tribunal de Baiona a 600 euros de multa por delito de discriminación basada en la religión. Y aquí se nos vuelve a presentar el dilema del velo en las mujeres. Las opresiones que interpelan a otros agentes de la sociedad, no se debaten, están claras las opresiones, claras las luchas. Pero todo lo que a las opresiones contra las mujeres se refiere, es un dilema a debatir en la sociedad, una opresión que se debate, se cuantifica, se analiza, se critica, se cuestiona… bien, el hecho de que las mujeres vayamos con el cabello tapado, es una opresión machista, una forma de control patriarcal hacia las mujeres con la religión como herramienta, algo que, por supuesto se cuestiona y se debate, sobre todo por parte de las personas que no tienen que llevar la cabeza cubierta. Libertad de expresión, religiosa, de elección… el debate está servido cuando usamos la palabra libertad para blanquear opresiones. El velo es un trapo más con el que ocultar nuestro cuerpo, nuestra identidad, nuestra fuerza. ¿Entonces? Qué hacemos con las mujeres que lo llevan, incluso las que han elegido “libremente” esa cadena patriarcal.
Qué hacemos con las mujeres que se niegan a ver a otras cubiertas e invisibilizadas por sus calles. El hecho cierto es que, estas dos mujeres han sido castigadas de la misma manera, una de ellas por prohibirle a otra la entrada alegando que y cito textualmente “no acepto nada que pueda ser una herramienta para la sumisión de las mujeres” y la otra por elegir llevar la cadena del velo diciendo y cito textualmente “Me destruyó. Tengo miedo de que me rechacen de nuevo”. Dos mujeres controladas y castigadas por el sistema. Os diré que no podemos rechazar a las mujeres alienadas que se cubren el cuerpo por mandato de los hombres y sus religiones y que tampoco podemos permitir que las mujeres transiten el mundo con cadenas que las cubren y las hacen desaparecer. La educación en el feminismo es lo que nos va a permitir reconocer las opresiones y mostrárselas a otras mujeres, porque todas hemos llevado y llevamos velo.

Caldero 33.
“Una mujer detenida por asesinar a su hija en Gijón había perdido este viernes la custodia de la niña” este titular es del periódico El Mundo y la noticia, noticia real, aunque venga de este medio, el tratamiento de la noticia ya no lo es tanto, esta vez nos hemos pasado por el forro el tratamiento habitual “Una niña aparece muerta en Gijón junto a su madre”. Una mujer, madre para más escarnio, ha asesinado a su hija con un coctel de drogas. Y el agravio comparativo con un asesinato machista es tal, que la sociedad es incapaz de procesar la noticia, la gente se vuelve loca y se preguntan cómo es posible que una mujer pueda cometer un acto tan vil. Como si las mujeres no fuésemos capaces de ejercer violencia, de ser crueles y pérfidas. ¿O esta es una cualidad estrictamente masculina? Hasta la ministra de Igualdad ha tenido que pedir respeto por este asesinato, respeto y casi perdón. Muchas mujeres han tenido que disculpar el terrible acto de esta madre. ¿Y por qué? Porque la sociedad en general, algunos partidos en particular y muchos hombres en concreto se han lanzado a pedir explicaciones a las mujeres y al feminismo por el asesinato de esta niña. Como si todas las mujeres del mundo con el feminismo como bandera, fuéramos las inductoras o incluso las ejecutoras de este crimen.
Nos hemos visto interpeladas a pedir perdón y los cimientos ideológicos del feminismo han sido cuestionados porque una mujer es capaz de asesinar a su hija. De que el padre de la niña es un maltratador machista condenado, ni palabra. De las terroríficas fotos del padre levantando un ramo de flores con fuerza en señal de victoria en el entierro de su hija, ni palabra. Y como en esto de los asesinatos machistas solo es cuestión de esperar, días después leemos este titular también en el periódico El Mundo, “Un hombre mata a su mujer de 29 años y a su hija de 6 años en Móstoles” por supuesto la palabra “asesinar” desaparece del titular, el dato de que fue a puñaladas no se aporta ni que la mujer había anunciado que se separaba. Esta vez, los hombres callan, los políticos callan. Nosotras no pedimos explicaciones, responsabilidades o perdones a los hombres, ya sabéis not all men. Nadie habla del feminismo y su ideario en este caso. Las mujeres callamos porque hemos asumido convenientemente la vergüenza colectiva que nos supone el crimen de una mujer, y la resignación y silencio ante el crimen de un hombre.

Caldero 32.
Estamos de enhorabuena. Tenemos datos económicos del primer semestre de este año y podemos decir con alivio, la economía ha mejorado considerablemente. Una pena que solo lo haya hecho para las grandes empresas del IBEX. Ya sabéis, el equitativo reparto de la riqueza en democracia, las empresas y los empresarios se enriquecen a costa del hambre de las obreras. La brecha de clase ya no es una brecha, es una falla monumental ensanchada a base de mentiras, convenientes guerras y crisis energéticas de dudosa procedencia. Según los últimos datos del Banco de España, las empresas más grandes han conseguido en el primer semestre del año, aumentar su beneficio ordinario en un 84.6%. Las empresas medianas solo han conseguido un incremento del beneficio de un 22%, pobres. Nos llama especialmente la atención Iberdrola, que en plena crisis energética y con ese hipócrita concepto de “pobreza energética” tan en boca de todas las casas obreras, gana 3.104 millones de euros en los primeros nueve meses de este annus horribilis que nos está llevando a la ruina a las clases populares con el kilovatio hora disparado. Aun así, su director Ignacio Sánchez Galán, está triste. En unas declaraciones valorando los beneficios de su empresa recoge que no está contento con el impuesto sobre los ingresos extraordinarios de las energéticas y que recurrirá a la justicia para que se elimine este impuesto, porque claro, el impuesto ha lastrado los beneficios de la empresa que deberían haber sido más elevados.
Todo esto en un escenario de inflación brutal para la población, subida del coste de la energía y carburantes, incremento del precio de la alimentación, alquileres y subida de los tipos del BCE que ha hecho que una hipoteca a tipo variable se incremente en 200 euros al mes. Vamos, un escenario de crisis económica donde en un sistema capitalista como el nuestro, se alimentará de la sangre de la clase obrera, mientras las grandes empresas y las clases favorecidas, incrementan sus beneficios alimentados con nuestra sangre. Mientras tanto, en Europa, la ultraderecha y las empresas viven un brutal crecimiento y las calles están vacías, vacías de protesta, de lucha, de contenido ideológico y de conciencia de clase. Menos mal que podemos albergar algo de esperanza en América del Sur, donde después de la victoria de Lula Da Silva en Brasil, se evidencia un esperanzador giro a la izquierda en todo el continente.

Caldero 31.
Mucho se ha hablado de ese colegio mayor lleno de cayetanos agrediendo a las mujeres del colegio mayor lleno de cayetanas de enfrente. Mucho, y bastante mal, hemos podido apreciar. El blanqueo propio de una sociedad machista y agresora se ha hecho evidente. Y por la trascendencia del video tomado por una cayetana entre risas, se evidenciaba una excusa, que no una retractación. Todo es una broma. Una broma entre chavales, entre estudiantes, esos absurdos seres que, bajo la excusa de la idiotez de la juventud y los problemas hormonales, pueden agredir a mujeres y luego irse de capea.
¿Y las cayetanas? Qué me decís de esas mujeres que excusan a sus futuros maridos alegando cachondeo y tradición. Ahí se centra el foco popular, en la broma, y en la connivencia de las mujeres víctimas de esta agresión machista que tanto ha alarmado a la sociedad en general. Esto ha llevado a muchas cabezas pensantes a sentenciar diciendo que es una broma consentida por las mujeres. Y si las mujeres consienten, no hay delito. Ya sabéis, en lo que a las agresiones machistas se refiere, las bases morales y éticas que construyeron el código penal, se van a tomar por el saco. Si una víctima consiente una agresión, no hay delito. De lo que sí se ha hablado bien poco es de que estas mujeres no están consintiendo ser agredidas, sino que no son capaces de observar la agresión por dos razones fundamentales, porque han sido educadas para servir a los hombres y por solidaridad de clase social. Anulando totalmente su capacidad de respuesta ante una agresión machista cometida por los que un día serán sus maridos, los padres de sus hijos y sus compañeros de club de campo. Y de lo que no se ha hablado en absoluto es del peligro a largo plazo de educar a chavales hijos de clases altas en el sistema capitalista y patriarcal. Porque en el futuro estos chavales serán los jueces de la sala en la que se dirimirá la violación que hemos sufrido, serán los médicos forenses que nos tratarán en urgencias cuando seamos agredidas, serán los políticos que decidirán normas y leyes como las del aborto, los vientres del alquiler o la prostitución, serán los rectores de universidades que tendrán que decidir sobre una agresión sexual a una mujer en un colegio mayor, serán un miembro de la RAE que decida cómo se usa el masculino genérico, serán un investigador que creará medicamentos solo para hombres, serán el brazo armado de un sistema para el control de las mujeres. Qué poquito se ha hablado de esto…

Caldero 30
“Soy mujer, soy madre, soy italiana, soy cristina, y no me avergüenzo de ello”. Giorgia Meloni, ha conseguido la mayoría absoluta al parlamento italiano junto a Salvini y Berlusconi, Fratelli d´Italia se llama el partido de ultraderecha de Meloni. Apelando a la tríada fascista “familia, patria y religión” el fascismo ha ganado en Italia. Y tiene cara de mujer. Y claro, la victoria de Meloni es un éxito del feminismo. Bien, dejemos una cosa clara, el hecho de que Meloni sea mujer, no quiere decir que sea feminista. Meloni es fascista, declarada, ella misma ensalzó la figura de Mussolini, y claro, los mismos que la blanquean con el argumento del feminismo, también la justifican diciendo que era joven cuando sacó su patita fascista en televisión, porque claro, quién no ha tenido un pasado fascista, eh. Quién no ha sido fascista de joven.
No vamos a cuestionar los valores ideológicos de esta mujer, ni siquiera el auge del fascismo en Europa, pero sí que vamos a valorar cómo el feminismo la ha colocado en lo más alto de la política internacional, claro. “Todas somos Tamara Falcó” gritan en los medios de comunicación por un mediático asunto de cuernos, victimizando a la pobre Tamara y apelando a la sororidad feminista porque a qué mujer ciega de amor no le han puesto los cuernos en público, qué mujer no ha tenido una relación con un mujeriego narcisista que solo ha querido utilizarla. No vamos a cuestionar que hablamos de una noble adinerada, que ni siquiera pertenece a la misma clase social que el resto de mujeres que la observan, homófoba, clasista y católica a ultranza que lanza discursos como “hay tantos tipos distintos de sexualidades, hay tantos sitios distintos donde puedes ejercer el mal” con ese tono de pija insoportable, totalmente alejada de la realidad social de su país. Pero sí vamos a acoger a mujeres como Meloni o Falcó bajo la extensa y cálida manta del feminismo, porque tenemos que blanquear el fascismo, y qué mejor forma de hacerlo que con rostro de mujer. No, sacad vuestros sucios idearios del feminismo. Meloni y Falcó no son ejemplo de feminismo, porque son fascistas, clasistas, racistas, homófobas y machistas. Eso sí, han sabido utilizar las herramientas que el feminismo ha logrado para situarse en los espacios tradicionalmente masculinos y así colaborar con el sistema. No nos engañemos, si Meloni o Falcó fueran realmente feministas, jamás podrían ocupar los espacios que ocupan.

Caldero 29
La compra la hacemos las mujeres. Pocas sorpresas, es un trabajo gratuito, ingrato, tedioso, complicado e invisible, es un trabajo femenino. Somos nosotras las que tenemos que hacer verdaderos malabarismos con los sueldos y los platos, para poder alimentar a toda la familia. Total, para puñeteras gracias. Contar el dinero, contar las bocas que hay en la familia, racionar, medir, calcular, buscar ofertas, contar los días del mes y comprar. La inflación hace imposible que den los números y las mujeres tenemos que empezar a hacer sacrificios. Y los sacrificios no son dejar de ir a la peluquería o de vacaciones, la mayoría de las casas obreras hace tiempo que no pueden permitirse esos lujos, los sacrificios son disminuir la calidad y la cantidad de alimentos que van a entrar en casa.
No llega para carne, no llega para pescado, fruta o verdura, no llega para aceite, no llega para calidad, no llega para salud. Las casas con ingresos más bajos y de clases sociales más desfavorecidas, son las casas donde más obesos y enfermos hay, y esta es una de las principales razones. Así es la democracia amigas. Si eres pobre, o comes mal o no comes. Menos mal que el gobierno y las grandes empresas alimentarias están creando una y cito textualmente “una cesta de la compra para sobrevivir a la inflación”, porque “una cesta de la compra para sobrevivir al capitalismo” era enseñar demasiado las cartas. Este es un plan del gobierno y las grandes empresas alimentarias, como si pidiéramos asesoramiento en seguridad al lobo, para que los lobos no se coman al rebaño.
Todas hemos visto, por la cuenta que nos trae, la cesta de la compra que han confeccionado para pobres, productos básicos con precios congelados para evitar la especulación de precios en los alimentos y que la gente pueda comer. Os traduzco, esto es una cartilla de racionamiento. Por supuesto las grandes superficies han puesto el grito en el cielo porque pierden negocio y a su vez una gran superficie de alimentos ha lanzado su propia cesta de la compra a 30euros, 30 productos a 1 euro, ya vemos que cuando la necesidad aprieta las grandes superficies tienen capacidad de bajar precios, aunque esta cesta de la compra este conformada por comida de baja calidad. Bien, pues ya vivimos en una democracia con la sanidad pública desmontada, la educación a precio de spa y cartilla de racionamiento. On egin!

Margarita Robles, ministra de Defensa dijo en agosto “el invierno va a ser largo, complicado y durísimo”. Y Emmanuel Macron, presidente de Francia decía “se acabó el periodo de abundancia y despreocupación, hay que hacer sacrificios”. Os traduzco, ciudadanas pertenecientes a las clases populares, este invierno vais a pasar más hambre y frío que las ratas, pero tendréis que ser solidarias con las clases más favorecidas y pasar hambre y frío con estoicidad, resignación y silencio. Que hasta ahora habéis vivido de lujo y por encima de vuestras posibilidades. ¿os suena? Mientras, Gazprom lanza un video donde nos muestra un invierno apocalíptico sin gas ruso, y Europa avisa de un más que posible corte total de gas mientras llena sus armerías y amenaza con una recesión económica. Los embalses en el estado español ya están al 35%, no hay agua, se ha secado la última laguna permanente de agua dulce del parque natural de Doñana, en la zona del estado donde más piscinas y campos de golf hay, mientras Iberdrola vacía pantanos para especular con el precio de la luz. Los precios de los alimentos suben mientras las grande cadenas alimentarias se forran, y las colas del hambre son más largas que un día sin pan.
En Reino Unido ya hay programas de televisión que regalan el pago de las facturas de la luz, el gas o el agua del participante como premio durante cuatro meses, pero eh, ya tenemos primera ministra en la Pérfida Albión, Liz Truss, una mujer, menos mal, para que luego digan que las mujeres no podemos optar a puestos de relevancia, pena que la primera ministra sea una conservadora y neoliberal de libro y según sus palabras, fan total de la Thatcher en cuyas medidas económicas se basará para corregir la crisis que asola su país, heredera de Margaret Thatcher, ahora entendemos por qué ha llegado a ser primera ministra. Mientras tanto el pueblo hace lo que mejor sabe hacer, aprovechar a disfrutar a tope los últimos momentos antes de ir al cadalso y resignarse convenientemente. Lorazepam para dormir y silencio.
Nosotras volvemos a la carga una y mil veces, en un nuevo curso bajo una vieja opresión, luchando nuestros derechos y evitando tener que pagar las guerras de los hombres y una vez más la crisis económica y energética que más que nadie tendremos que pagar las mujeres. Ongi etorri, bienvenidas a este nuevo y apocalíptico curso!

Caldero 27.
Toca cerrar el claro del bosque hasta septiembre y toca hacer balance. Ganancias y pérdidas. Como un debate sobre el estado de la nación, pero en este caso un debate sobre el estado del claro del bosque. Aquí no vamos a hablar de militarizar Europa con el argumento del pacifismo del pueblo español, ni de que la crisis económica es culpa de Vladimir Putin en exclusiva, o de que el terrorismo de una ETA ya extinta sigue moviendo la política del país. Aquí mencionamos a los GAL, hablamos de la miseria, ignorancia y enfermedad a la que nos condena el gobierno más progresista de la historia, hablamos de patriarcado, de prostitución y porno, del desmantelamiento de la sanidad pública, de la falta de medios para apagar incendios provocados, de enfermedades de transmisión sexual, de la violencia de los jóvenes contra sí mismos y contras las mujeres.
Hablamos de derechos, de los humanos, de lo que nos atañen a todas y a todos. Hablamos de mujeres, de ese 51% de la población, que no es un colectivo, pero que es la mitad más pobre, más enferma, más esclava y más oprimida. Hablamos de las proletarias del proletariado. Y lo hacemos con vehemencia, irreverencia y crudeza. La situación lo exige. La violencia, el hambre y la enfermedad que nos rodean lo exige. En este claro del bosque no vas a encontrar unicornios, ni palabras amables, ni amor romántico, ni corrección. En este claro del bosque no vamos a poner la otra mejilla. Si la sociedad, el gobierno y el sistema utilizan la violencia como herramienta contra nosotras, si utilizan palabras gruesas y criminalización contra nosotras ¿cómo esperáis que reaccionemos con dulzura y comprensión? ¿cómo esperáis contención y silencio cuando solo recibimos dolor y miedo? ¿cómo esperáis palabras bonitas y cariño cuando recibimos insultos y maltrato?
En este claro del bosque reivindicamos el derecho a la vehemencia y a la desobediencia. Esta editorial no es gratuita, durante este año hemos sido criticadas por nuestras formas y nuestra rudeza, como solo una mujer puede ser criticada cuando levanta la voz. Y esa crítica junto con todas las mujeres que nos escuchan y empujan a seguir luchando, es lo que hace que seamos más vehementes. Así que este es nuestro mensaje antes de cerrar este claro del bosque para irnos a descansar, ¡que os den! No vamos a rebajar nuestro tono ni nuestras exigencias. No vamos a ser cómodas ni amables. ¡Que os den señoras y señores a los que incomodan nuestras palabras de resistencia feminista¡¡que os den!

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