Smile 2: Sonrisas y lágrimas (con J. L. Cabrera) 4h1f5c

Ay, por Dios, mamá, me tratas como si fuese un puto robot.

No te importa una mierda, solo el dinero que os he hecho ganar.

¡Maldita niña arrogante! He renunciado a todo por ti, a cada segundo de mi tiempo, años de mi vida, mi carrera.

¿Y aquí esto? Sacrificando cada parte de mi ser para apoyarte.

Pero eres demasiado egoísta para verlo.

Nos haces pasar a todos por un absoluto infierno y, aun así, te apoyamos.

¿Y ahora quieres tirarlo a la basura? ¡Bien! ¡Hazlo! ¡Tíralo! ¡Me da igual! Si es lo que todo el mundo espera de ti.

Que la pudieras sentir, lo que es tener que vivir dentro de mi cabeza.

Hola, ¿qué tal? Bienvenido todo el mundo.

Cuchillero, cuchillera, cuchillito, stabber o lo que te dé la gana.

¿Cómo estás? Ya se ha acabado el invierno.

Bueno, ¿se está acabando? Sí, se ha acabado.

Empieza la primavera.

Espero que la hayas iniciado con ganas de vivir y con mucha alegría.

Nosotros volvemos a estar aquí en otro episodio más de Universo Cuchillo.

Y está manivísimo eso de decir que este programa será muy especial porque, de tanto repetirlo, al final no hay episodios especiales que resalten sobre otros.

Pero lo cierto es que, mira, sí, lo es.

Va a ser un programa especial.

Hoy viene alguien aquí que hace cine.

Hoy tenemos el placer de charlar con alguien que hace cine de terror independiente.

Él es malagueño, muy creativo y un maestro en contar historias que, en menos de diez minutos, te dejan sin aliento.

Porque sí, él es director de cortometrajes de terror, cortos que no duran más de diez minutos.

Se trata de J.L. Cabrera.

José Luis. ¿José Cabrera? Me gusta, cuando leo tu nombre, me sale decir J.L. Cabrera.

Como si fueras el productor musical de Gloria Estefan que vive en Miami, J.L. Cabrera.

Es un director que sabe transmitir sensaciones de claustrofobia, paranoia y ese ahogo emocional a través de sus cortos.

Sus finales, siempre abiertos, dejan al espectador frente a su propia interpretación.

Como si cada corto fuera un espejo que refleja nuestros miedos más profundos.

Me encanta leer así.

Su trayectoria es ya extensa.

Tiene cortos como El encuentro, que es un corto que apenas dura un minuto.

Tiene otros como Panda, que dura 30 segundos.

Tiene también otros títulos como Desde dentro, Trauma o Insomnia, que ahí ya con esos cortos fue consolidando su estilo.

Pero fue con Oblivion cuando, creo yo, dio un gran salto al ser galardonado como el mejor cortometraje extranjero en el Hacha, Festival de México.

Y su obra llegó incluso a proyectarse en el Festival de Cine Experimental Onet, en Pekín.

Más recientemente, su corto Level le valió el trofeo al mejor live action en el Festival de Cortos de la Filmoteca Maldita en el 2024, el año pasado.

Vamos a ver, hijo mío, menudo rollazo acabo de meter.

Qué buena intro.

Sin dejarte hablar.

Bienvenido a Universo Cuchillo. José, ¿qué tal estás? ¿Qué tal? ¿Qué tal, oyentes? ¿Qué tal, Xavi? Encantado de estar aquí.

Nunca me han hecho una intro, así que muy emocionado.

Gracias.

Tenía muchas ganas de que estuvieras aquí.

Llevamos muchísimo tiempo hablando de grabar.

Siempre lo dejaba para más adelante.